El príncipe de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, de plena actualidad tras las acusaciones de haber hackeado la cuenta del dueño de Amazon, Jeff Bezos, está obsesionado con comprar el Manchester United, según publica Daily Mirror.
Hace año y medio estaba dispuesto a desembolsar al menos 3.500 millones de euros a las familia judía Glazer, pero rechazaron la oferta. Y eso que hubieran hecho un negocio redondo. Locompraron por solo 932 millones de euros en el año 2005. Bin Salman está dipuesto a poner encima de la mesa el dinero que haga falta. Está obsesinado con el Jeque Mansour propietario del Manchester City, procedente de la familia real de Abu Dhabi, que ha llevado el club al periodo de más éxito en su historia.
Bin Salman está decidido a invertir en el mundo del fútbol, y se encuentra en primera línea en la oferta dl consorcio que lidera la financiera Amanda Staveley para comprar el Newcastle United.Mike Ashley, actual propietario del club ha pedido 401 millones de euros, según informa el Daily Mirror y el diario The Sun .
Mohamed Bin Salman, trillonario, se convirtió en el personaje de Oriente Medio más popular en el ámbito de la ciberseguridad este año. Hasta el Consejo de Derechos Humanos de la ONU le ha prestado atención. El pasado 21 de enero se habló claramente de la posible implicación del heredero saudí en el hackeo del móvil del propietario de The Washington Post y Amazon.
No consta que Donald Trump haya dado orden de investigar a Bin Salman, no siente ninguna simpatía por Bezos y apoyó la fundacion de una OTAN árabe para frenar la hegemonía iraní
Dos expertos independientes nombrados por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU apuntaban a la "posible implicación" del príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salman, en el 'hackeo' del teléfono móvil del empresario Jeff Bezos, propietario del diario 'The Washington Post'. La información obtenida por el hackeo, fuera obtenida como fuera obtenida, le costó su divorcio. Mensajes y fotos íntimas llegaron a manos del diario The National Enquirer.
La especialista en ejecuciones sumarias y extrajudiciales, Agnes Callamard, y el especialista en la libertad de expresión, David Kaye recibieron recientemente un análisis forense de 2019 del teléfono iPhone de Bezos que determinan con "confianza media a alta" que fue infiltrado el 1 de mayo de 2018 a través de un archivo MP4 enviado desde una cuenta de WhatsApp utilizada personalmente por el príncipe saudí.
Según informó en su momento Europa Press,los forenses, horas después de recibir dicho archivo mandado por Mohamed Bin Salman se inició una extración de datos sin precedentes del móvil del propietario de Amazon, Jeff Bezos.
Además, han llegado a la conclusión de que se empleó un 'spyware' identificado en otros casos de vigilancia saudíes.
"La información que hemos recibido sugiere la posible implicación del príncipe heredero en la vigilancia de Bezos, en un esfuerzo por influenciar, si no silenciar, la cobertura de Arabia Saudí por parte del 'Washington Post'", manifestaron en su momento los dos expertos en un comunicado.Estaría motivada por la investigación del asesinato del periodista Yamal Jasogi en el consulado saudí de Estambul en 2018, cuya cobertura fue por parte del Washington Post fue muy critica. Los expertos instaban al gobierno de Estados Unidos a investigar los hechos.
Hay que recordar que las autoridades saudíes han desmentido las acusaciones sobre el supuesto hackero del heredero Saudí, publicadas en primicia por 'The Guardian'. "Las recientes informaciones de prensa que sugieren que el reino está detrás del 'hackeo' al teléfono de Jeff Bezos son absurdas", escribió en su Twitter la Embajada saudí en Washington. "Pedimos una investigación de estas denuncias para que se puedan aclarar los hechos", añadieron.
Donald Trump no parece muy dispuesto a investigar a Mohamed Bin Salman. Como se recordará, en abril del 2019 Estados Unidos apadrinójunto al Reino Unido una reunión de representantes de Arabia Saudita, los Emiratos Árabes Unidos, Bahrein, Kuwait, Omán, Qatar y Jordania para el lanzamiento de la OTAN árabe, destinada a frenar la hegemonía iraní.