El creador de los antivirus McAfee, arrestado por llevar un tanga por mascarilla

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Las excentricidades de John McAfee, creador de McAfee, el primer programa antivirus comercial para ordenadores, son bastante conocidas por su entorno, pero también por el gran público, ya que acostumbra a compartirlas por sus redes sociales, donde nunca se aleja de la polémica.

El multimillonario de 74 años ha contado ahora en su cuenta de Twitter que viajó a Cataluña antes de que se impusieran las restricciones de cuarentena del pasado mes de marzo. Vista la situación, trató de trasladarse a Alemania, donde le dijeron que era obligatoria la mascarilla, por lo que decidió ponerse lo que denominó su "mascarilla-tanga" (unas bragas de mujer en forma de mascarilla).

El excéntrico empresario se negó a cambiarse de mascarilla, como le solicitaron las autoridades de este país, situación que derivó en una discusión y en un enfrentamiento físico que concluyó con su ojo derecho morado.

A continuación, fue detenido, aunque poco después puesto en libertad, todo de acuerdo con su narración en la red social y las imágenes que ha publicado al respecto. 

https://twitter.com/officialmcafee/status/1293100307438874624?ref_src=twsrc%5Etfw%7Ctwcamp%5Etweetembed%7Ctwterm%5E1293100307438874624%7Ctwgr%5E&ref_url=https%3A%2F%2Fwww.20minutos.es%2Fgonzoo%2Fnoticia%2F4350281%2F0%2Fjohn-mcafee-mascarilla-bragas-resistio-autoridad-ojo-morado%2F

Cabría pensar que McAfee no era aún consciente en el mes de marzo de la gravedad de la pandemia que se avecinaba, y que por eso se atrevió a bromear con un asunto que ha posteriori se ha turnado tan serio.

Pero no parece que eso sea así, ya que aun hoy sigue recreándose en aquel hecho: "Insisto en que es la mascarilla más segura que tengo disponible y me niego a usar cualquier otra cosa... ¡por el bien de mi salud!".

Una lástima que el creador del popular antivirus digital frivolice con las medidas con las que se combate un coronavirus tan letal como ha resultado ser la Covid-19. En el mundo real, al menos en esta ocasión, no ha estado tan inspirado como frente a la pantalla del ordenador.