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Desarticulado un call center en Cataluña que citaba clientes franceses y mujeres víctimas de explotación sexual

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Desarticulado un call center en Cataluña que citaba clientes franceses y mujeres víctimas de explotación sexual

Un operativo policial hispanofrancés contra la explotación sexual ha conseguido desarticular una organización transnacional dedicada a la trata de seres humanos con fines de explotación sexual.

La Policía Nacional ha localizado en España el call center que la organización utilizaba para gestionar las citas entre clientes franceses y las mujeres víctimas de explotación sexual.

Se ha detenido a 12 personas: 8 en España, 2 en Francia, 1 en Italia y 1 en Rumanía. Las autoridades francesas han identificado hasta el momento como víctimas de la organización criminal desarticulada a un total de 33 mujeres, todas ellas de origen sudamericano, las cuales eran explotadas sexualmente en Francia donde están siendo asistidas.

En nuestro país se han intervenido más de 18.000 euros, diversos efectos digitales entre los que se encuentra la centralita IP desde la que se publicaban los anuncios de las mujeres explotadas.

Se han intervenido también más de 30 teléfonos móviles, una pistola eléctrica y diversa documentación relacionada con los delitos investigados.

La oficina Central para la Represión de la Trata de Seres Humanos (OCRTEH) adscrita a la Dirección Central de Policía Judicial de la Dirección General de la Policía Francesa comenzó a investigar después de que dos de las víctimas de nacionalidad colombiana prestaran declaración el pasado mes de junio de 2020. La emisión por parte de la autoridad judicial de Montpellier de una Orden Europea de Investigación propició el inicio de las pesquisas en España

Dos mujeres que atestiguaron el pasado mes de junio dieron pie al inicio de las pesquisas internacionales

Las dos testigos que dieron lugar al inicio de la investigación manifestaron a la policía que habían huido de un apartamento de Montpellier, donde habían estado secuestradas durante semanas. Las obligaban a ejercer la prostitución. Las investigaciones posteriores revelaron la existencia del resto de las víctimas. Todas ellas eran de origen sudamericano, así como la existencia en España de un call center ubicado en el domicilio de los investigados en la localidad barcelonesa de Hospitalet de Llobregat, desde el cual se gestionaban las citas con los clientes franceses.

Las víctimas fueron captadas en sus países de origen con el subterfugio de falsas ofertas de trabajo en tareas de limpieza y cuidado de niños. Cuando llegaban a Francia, desarraigadas y sin recursos, se veían obligadas a ejercer la prostitución. Según el parte facilitado por la Policía Nacional, la mujer cabecilla de la organización contaba con la colaboración de varios familiares. Ellos se encargaban de la acogida, traslado y explotación sexual de las víctimas.

Para concertar las citas, el cliente francés realizaba llamada telefónica a uno de los números de teléfonos franceses que se publicitaban en una página web, atendida por esta mujer.

Estas llamadas eran atendidas en el call center ubicado en España, a través de líneas de teléfono móvil de operadoras de telefonía francesas, que, sin embargo, estaban activas en nuestro país.

Coacciones, abusos físicos y psicológicos a las víctimas de explotación sexual a las que se había prometido en sus países de origen trabajos de limpieza

Tras solicitar el cliente los servicios de prostitución, los investigados, mediante mensajes telefónicos, le facilitaban la dirección a la que dirigirse para mantener las relaciones sexuales con las víctimas.

Una vez que llegaba a la dirección indicada, debía llamar de nuevo. En esta segunda llamada es cuando los investigados les concretaban piso y puerta exactos. Y, también el número de habitación, en caso de que fuera un establecimiento hotelero.

Un integrante de la organización, el “pasador”, era el encargado de acompañar a la víctima desde su ciudad de origen hasta el destino final, Francia, cruzando las fronteras de manera clandestina, o en vuelos regulares. Al llegar a Francia se daban cuenta de la terrible realidad. Se veían abocadas a ejercer la prostitución, debiendo entregar el 50% de los beneficios de los servicios sexuales contratados a la organización criminal investigada.

Abusos físicos y psicológicos a las víctimas de explotación sexual por parte de la organización, cuya cabecilla era una mujer

Una vez en el lugar de destino, la coerción se convierte en el elemento criminal más destacado. Las víctimas no tienen opción de escapar sin arriesgarse a sufrir consecuencias ante los férreos mecanismos de control. Estos consistían en el aislamiento, rotación de los lugares de explotación, retirada de documentos y dinero, y amenazas contra ellas y sus familias. La inmensa mayoría de las víctimas de este caso de trata de blancas sufren abusos físicos y psicológicos.

El estricto control al que sometían a las víctimas, incluso a través de sistemas de video vigilancia instalados en los domicilios, así como el hecho de que la explotación sexual se llevara a cabo en domicilios particulares y no en clubes de alterne, dificultó en un primer momento la detección de la actividad de la organización.

Esta operación se enmarca dentro del Plan de la Policía Nacional contra la Trata de Seres Humanos con Fines de Explotación Sexual.

La Policía Nacional cuenta con la línea telefónica 900 10 50 90 y el correo trata@policia.es. Con él se facilita la colaboración ciudadana y la denuncia, anónima y confidencial, de este tipo de delitos no quedando reflejada la llamada en la factura telefónica.