Australia lleva un año alerta por la "alta probabilidad" de una guerra con China

Silvia

Redactora especializada en Seguridad y Tecnología.

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Ciberataque.
Ciberataque.

China es desde hace décadas el principal socio comercial de Australia, con un intercambio bilateral de 235.000 millones de dólares australianos (141.615 millones de euros) en el año financiero 2018-19, lo que representa un incremento del 20,5% con respecto al período anterior. Sin embargo, la tensión entre ambos países continúa en aumento y un alto general australiano, llamado Adam Findlay, advirtió a sus tropas hace ya un año que su conflicto con el gigante asiático es una "alta probabilidad".

La noticia la ha adelantando este martes The Sunday Morning Herald tras haber tenido acceso al informe secreto que envió Findlay a los soldados de las fuerzas especiales de Australia en una reunión informativa que tuvo lugar en abril de 2020. Según este medio, el informe muestra la preocupación de los altos cargos militares de Australia por la creciente amenaza de las tácticas de China en la "zona gris" y advierte que deben prepararse para la "alta probabilidad" de que en un futuro se convierta en un conflicto real.

Tal y como recuerda el citado medio australiano, la zona gris se refiere a las agresiones que se encuentran entre las concepciones tradicionales de guerra y paz, e incluye ciberataques y campañas de desinformación. "Los estados autoritarios como China, Rusia, Irán y Corea del Norte son muy buenos para competir en este espacio, mientras que las democracias están simplemente aprendiendo", apunta.

La amenaza de China y las acciones de Australia para combatirla

Siguiendo siempre la información de The Sunday Morning Herald, el general Findlay aseguró a sus tropas y oficiales que China es su principal amenaza y que dicho país cuenta con 26.000 miembros de Fuerzas de Operaciones Especiales. Durante esta sesión de abril de 2020 y de acuerdo a varias fuentes que han solicitado permanecer en el anonimato porque no están autorizados a hablar públicamente, Findlay advirtió que Australia no solo necesita depender de sus fuerzas tradicionales de tierra, mar y aire, sino también de su capacidad para utilizar la guerra cibernética y espacial.

"Necesitamos asegurarnos de no perder impulso, regresar a la región", subrayó el general, destacando que Beijing está tratando de explotar su "ausencia" en la zona y que deben reafirmar su presencia en el sudeste de Asia y el suroeste del Pacífico. Asimismo, Findlay señaló que las fuerzas especiales necesitan abordar la respuesta a la investigación de crímenes de guerra de Afganistán "con un propósito" para que finalmente puedan dejarlo atrás y "salir de esto".

"Al mismo tiempo, tenemos que prepararnos para un nuevo adversario. Así que este es el punto final del valle del infierno al que nos dirigimos", alertó.

Para abordar estas crecientes amenazas, Findlay también señaló que era necesario hacer tres cosas: poner al adversario en desventaja, colocar a Australia en posición de ventaja y evitar que estalle la guerra. Esto significó impulsar la presencia militar de Australia en el Pacífico y convertirse en el socio de seguridad preferido de los distintos países de la región.

Siguen sonando "tambores de guerra"

El general Findlay pronunció este discurso hace 12 meses y, a día de hoy, Australia sigue sin descartar una guerra con la superpotencia comunista. En este sentido, The Sydney Morning Herald alude a las críticas que recibió la semana pasada el secretario de Asuntos Internos australiano, Michael Pezzullo, por señalar que si bien Australia debería luchar por la paz, suenan "tambores de guerra". Además, este fin de semana ha entrevistado al ministro de Defensa de Australia, Petter Dutton, quien ha asegurado que la Fuerza de Defensa Australiana está preparada para la acción y que es una "clara prioridad" defender sus aguas en el norte y en el oeste.  

Según indicó Dutton, Australia "ya estaba siendo atacada" en el mundo cibernético y en los próximos años debería reforzarse para luchar contra la creciente ola de ciberataques.

"Ninguna persona seria está diciendo que China quiere ir a la guerra. Dicen que las tensiones por varios puntos conflictivos, incluido Taiwán, están llegando a un punto en el que el peligro de un gran error de cálculo podría desembocar en una guerra", sostiene el medio australiano.

"Públicamente, los políticos y funcionarios australianos dicen que las posibilidades de conflicto han aumentado. A puerta cerrada, el mensaje es aún más oscuro", concluye The Sydney Morning Herald.