Mariano Rodríguez, asesor agroalimentario: “Las crisis hay que gestionarlas con la cabeza, nunca con el corazón”

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Mariano Rodríguez, alimentación
Mariano Rodríguez, alimentación

Es uno de los grandes expertos en seguridad alimentaria y nutrición. Durante veinte años ocupó el puesto de director de Calidad de Carrefour, una responsabilidad que le ha permitido conocer a fondo todo lo que rodea a este delicado y complejo mundo del consumo a gran escala. Afable y buen conversador, Mariano Rodríguez describe un panorama de luces y sombras, de logros reconocibles y de actuaciones manifiestamente mejorables.

¿Qué conocimientos se requieren para trabajar en seguridad alimentaria?

No existe una carrera universitaria como tal. Existen master. Esta tarea realizan esta tarea veterinarios, tecnólogos de alimentos, farmacéuticos, ingenieros agrónomos, biólogos y químicos. Abarca toda la rama técnica de Ciencias, pero no hay algo específico.

“La OCU no es una asociación de consumidores, como tal. Es una empresa de comunicación”

¿Hay alguna crisis alimentaria que le haya complicado especialmente laexistencia?

Quizás lade las dioxinas, porque se nos fue a todos un poco la cabeza. Afectaba adistintos productos, procedentes de otros países. Había gente que decía: sieste producto viene de ese país donde se han detectado dioxinas, hay queretirarlo del mercado. Pero, oye, que el papel higiénico no tiene nada que vercon las dioxinas. Las crisis hay que gestionarlas con lacabeza, nunca con el corazón. Tienes que respirar y decirle a tu jefe queesté tranquilo. 

Algunas crisis alimentarias pueden significar la ruina de una empresa.

Por esoconviene confiar en la persona que lleve la gestión de una crisis. Hay que daruna serie de pasos, pero no hacerlo todo atropelladamente. Nervios de acero ycabeza fría.

¿Habría que controlar mejor los pesticidas que se emplean en laagricultura?

Lospesticidas que se están usando son los legalmente establecidos. Y si alguienhace las cosas mal habrá que denunciarlo. Hay quien dice que la escasez de cazase debe a los pesticidas y no es cierto. Existen otros problemas que tienen quever con la repoblación y la biodiversidad.

¿Qué tal funciona la Agencia Española de Seguridad Alimentaria yNutrición?

El sistema establecido actualmente entre la administración y las empresas funciona bien. Los últimos casos han sido de alergenos, que no son nada raros, y luego el caso de la listeria. Si hay un alergeno en un alimento que no está etiquetado, la Agencia lo manda retirar del mercado.

“Hay empresas que financian a alguna asociación de consumidores, aunque es difícil demostrarlo”

¿Cuál es el problema de seguridad alimentaria más importante que tiene España?

Con todosmis respetos, las pequeñas empresas que no tienen montados sistemas deseguridad. De ahí puede transmitirse luego al sector de la restauración.

Todas las precauciones son pocas…

La AESAN esmuy meticulosa. Por precaución, a veces va más allá de lo que tendría que ir. Ytoma medidas sobre alimentos que no están afectados. Pasó con la crisis delE.coli del pepino. Oiga, que si algo está aquí, en un producto determinado, nopuede decirse que está en todos. A veces estas crisis se utilizanpolíticamente, especialmente en Europa.

¿No cree que falta información y divulgación? Por ejemplo, cuando seponen algunos productos en oferta.

Las ofertas son necesarias. Existe la mala prensa de creer que las ofertas se hacen con productos que se quedan al final. Pero eso no es cierto. Nunca se hacen con productos caducados o a punto de caducar. Una empresa quiere dar a conocer un nuevo producto y lo pone en oferta. O, a una fábrica de cervezas le viene un verano poco caluroso y se queda con un stock que no esperaba. Entonces, para quitarse ese stock saca una oferta. El producto está perfectamente.

“Es preferible siempre perder un producto o un lote de productos que perder tu credibilidad como empresa”

¿Cuándo se retira un producto del mercado no hay posibilidad deindemnización?

No, porquela responsabilidad es de la empresa que lo produce o lo distribuye.

¿Cómo hacen frente las empresas a las cuantiosas sanciones económicas queles impone la Administración o un tribunal de justicia?

Todas lasempresas deben de tener un seguro. Las grandes lo tienen y las pequeñasdeberían tenerlo también. Pero habría que preguntárselo a ellas. Deberían detenerlo, porque, si no lo tienen, están asumiendo un riesgo muy grande. Elseguro se encarga de las indemnizaciones. Es preferible siempre perder unproducto o un lote de productos que perder tu credibilidad como empresa operder incluso la propia empresa.

¿Mejor asumir el error y ser transparentes?

Porsupuesto. Algunas empresas montan un comité de crisis en el que participa elresponsable de comunicación. Todo el mundo debería de tener un gabinete decomunicación para trabajar en esas situaciones de crisis.

¿Por qué despiertan tantas sospechas las asociaciones de consumidores,OCu, FACUA, etc.?

La OCU noes una asociación de consumidores, como tal. Es una empresa de comunicación.¿FACUA? A ver, hay empresas que financian a alguna asociación de consumidores.Es difícil demostrarlo desde fuera, pero los que estamos dentro sabemos lo queocurre, con nombres y apellidos. Por lo tanto, cuando hay una alerta de crisiso un problema de calidad esas empresas que financian a determinadasasociaciones nunca saldrán en las noticias. Tampoco es ilegal financiarse con aportacioneso suscriciones, pero tendrían que ser mucho más transparentes.

También aparecen de vez en cuandodenuncias falsas sobre determinadas marcas o productos.

Hay que verificar las denuncias,porque está demostrado que no todo lo que dice el consumidor es cierto. Sepueden introducir productos en mal estado o alterarlos a propósito paraintentar chantajear o hundir a una empresa. O manipular algo directamente en elsuper o en la tienda. Eso, desgraciadamente, pasa poco, pero pasa.

Hay otro asunto del que me gustaríanos diera su opinión. ¿No hay demasiada tolerancia con la publicidad engañosa?

En la alimentación eso está máscontrolado, pero no así en productos de herboristería o parafarmacia. En laventa en las redes sociales no hay controles. Se incumple cantidad de legislaciónsobre reclamaciones y devoluciones. Por mucho que te digan: se devuelve elproducto y tal… Eso no es cierto. Hay mucho fraude.

¿Qué hay de las guerras soterradas yde las campañas orquestadas contra la competencia?

Últimamente, no se dan tanto. Es unafalta de ética. Todavía hay empresas que intentan bloquear a la competencia.Pero el consumidor no es tonto. Le puedes engañar una vez, incluso dos veces,pero no le engañas tres veces. Hay gran cantidad de información, pero tambiénhay información falsa en las redes sociales.

¿Cómo han influido las redes socialesen la percepción de la calidad alimentaria?

En las redes sociales la difusión esmuy amplia y tú, como empresa, tienes pocas armas para defenderte de unafalsedad. Recuerdo un caso, sobre huevos en mal estado, en el que al final uncatedrático en bromatología, harto de lo que se estaba diciendo, tuvo queresponderle al denunciante. Y decirle que estaba mintiendo descaradamente, poresto, por esto y por esto, con argumentos técnicos. Si responde la empresa,entonces dicen, claro, que va a decir la empresa. De ahí la necesidad de undepartamento técnico para poder bloquear esas mentiras que tanto daño hacen.

¿Por qué existen todavía crisis comola de la listeria en Andalucía?

Porque culpa de una empresa que no actuó como tenía que haber actuado.

“Los que dicen que las vacunas no son necesarias no tienen ni idea de inmunología”

Otro caso reciente es el del excesode mercurio en algunos pescados, que no hay que dar a los niños.

Habría que ver cual es la prevalenciade esos peces que llegan con mercurio. Porque la Administración quiere curarseen salud. Y a partir de ahí se crea la alarma que se crea. Los expertosseguimos diciendo que el pescado es una buena fuente de proteínas, pero a vecesalgunos traspasan la frontera del sentido común.

¿Por qué los ingredientes y eletiquetado de los productos está escrito en letra tan pequeña?

Pero no es la empresa la que elige eltamaño de la letra. La ley te dice el mínimo tamaño que debe de tener, y entoncestodo el mundo elige uno pequeño, porque de lo contrario tampoco el etiquetadoobligatorio cabría en la etiqueta. Eso tendría que corregirlo la AgenciaEuropea de Seguridad Alimentaria.

Aunque sea un asunto relacionado conla sanidad, ¿cómo valora la polémica sobre las vacunas en los niños?

Los que dicen que no son necesariasno tienen ni idea de inmunología. Hace poco estuve en una reunión hablandosobre este asunto. No se puede retornar ahora a siglos pasados. Habría que leermás sobre microbiología e inmunología. La leche cruda, por ejemplo, provocaba casosde fiebres de Malta, que gracias a los avances que ha habido, como lauperización, ya no existen. ¿Hemos erradicado una serie de enfermedades y ahoraqueremos volver otra vez a tenerlas?

Mariano Rodríguez, en unas jornadas informativas.

¿Aditivos?

Hemos abusado de ellos y ahora seestán reduciendo poco a poco. Algunas empresas lo están haciendo. Retiran losaditivos controvertidos a nivel científico, no por lo que aparece o piden las redessociales y asociaciones de consumidores.

¿La calidad y dotación de nuestroslaboratorios está cada vez más contrastada?

Por supuesto. Los laboratorios enEspaña son una referencia para Europa. Tenemos muy buenos laboratorios enMajadahonda (Madrid), Vigo o Sevilla para investigaciones en alimentación ynutrición.

Tomates de Marruecos, manzanas deChina… ¿También ahí la seguridad alimentaria está garantizada?

Hay inspecciones antes de subir losproductos al barco, cuando van en el barco y al llegar al puerto. Y le puedodecir que hay barcos que se devuelven, si el análisis de la muestra no espositivo. La propia Comisión Europea bloquea productos que llegan en malestado, con contaminantes o con una carga microbiana que no esté admitida enEuropa. Así y todo, siempre puede producirse algún problema. El riesgo cero noexiste. Los técnicos estamos para hacer bien las cosas, pero siempre puedehaber alguien que no las haga correctamente.

Los políticos tienen también muchopeligro cuando se ponen a hablar de crisis alimentarias. Recuerdo el caso delaceite de colza o el caso de las vacas locas.

O el del hilito de Rajoy con elPrestige. Entre nosotros, siempre decimos: por favor, que no hable ningúnpolítico porque la lía parda. En la crisis del pepino, fue una política alemanaquien la lió. Salió diciendo cosas, sin tener toda la información, cuando teníala oportunidad de haberse quedado callada.