A principios de agosto se viralizó el ticket de un restaurante de Marbella compartido por un cliente llamado Enrique que se quejaba de que los camareros le habían pedido propina a pesar de haberse gastado 4.098 euros en su cena junto a otras siete personas. 372 euros correspondían al servicio en mesa y Enrique calificaba a Marbella como el nuevo Ibiza apostillando con un "engañabobos everywhere".
Su tuit generó un gran revuelo y parecía una pésima publicidad para el restaurante. Sin embargo, ha llevado a un empresario catalán a trasladarse desde Barcelona a Marbella para acudir al establecimiento reservando la misma mesa (la 17) para cenar junto a seis personas más y dejar una propina de 4.098 euros, exactamente la misma cantidad que figuraba en la factura de Enrique y poco menos de la mitad de la suya, que ascendía a 8.179 euros.
El nombre de este empresario es Raúl Castañeda y, según ha explicado a Efe, decidió tener este gesto para tener un "detalle con los camareros". "Teniendo en cuenta que el establecimiento tiene unos 15 camareros, cada uno se llevó a su casa esa noche extra, solo de esa mesa, unos 270 euros", ha estimado Castañeda.
También ha difundido su factura, con un mensaje para Enrique
El empresario catalán, que se dedica a la abogacía, también ha compartido su factura en las redes sociales junto a este mensaje dirigido expresamente a Enrique: "Toma nota @enrique.vv con el mismo importe que presumiste en pagar una comida yo lo hago dejándolo de propina a los mismos camareros que te cabreaste (por cierto muy buen servicio) #respetoaloscamareros".