Benidorm acoge desde este miércoles Picasso. El viaje del Guernica, una exposición itinerante que profundiza en la historia de esta obra maestra a partir de sus usos y numerosos viajes. Organizada por la Fundación "la Caixa" y el Museo Reina Sofía, la muestra propone un recorrido histórico de este emblemático cuadro desde que fue pintado por el malagueño Pablo Ruiz Picasso en París en 1937 hasta su emplazamiento permanente en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, en 1992.
Los visitantes podrán descubrir el contexto histórico de la época, así como las claves para entender la importancia del Guernica, su significado de denuncia antibélica y las razones por las que viajó por todo el mundo durante más de 40 años.
La exposición, que se podrá visitar del 29 de julio al 1 de septiembre en la confluencia del Paseo Marítimo de la Playa de Levante de Benidorm con la Avenida de Europa, ha sido producida dentro de dos tráileres que, unidos, forman una sala de exposiciones de 200 metros cuadrados. Cuenta con distintos espacios y recursos expositivos que incluyen audiovisuales, reproducciones fotográficas y de carteles de la época, y facsímiles de documentos y dibujos que pretenden explicar la historia de la creación y los viajes de una de las obras más representativas del siglo XX.
Fue un encargo del Gobierno de la II República y fue un reclamo de propaganda política
Picasso. El viaje del Guernica se divide en cinco ámbitos que repasan el recorrido de la obra en sus distintas fases y los momentos importantes en la vida de Picasso que fueron determinantes en la creación del cuadro. Lo realizó en plena Guerra Civil por un encargo del Gobierno de la Segunda República española y su creación duró apenas cinco semanas y puede verse documentado en la exposición a través de las fotografías de Dora Maar, con quien mantenía una relación sentimental en aquella época.
El Guernica de Picasso representa las tragedias de la guerra y el sufrimiento que inflige a las personas, en particular a los civiles inocentes, y se ha convertido en un símbolo antibelicista y de lucha por la libertad.
Su primer lugar de exhibición fue la Exposition Internationale des Arts et Techniques dans la Vie Moderne de París en 1937 y, tras la clausura de esa exposición en noviembre de ese mismo año, inició un periplo de alcance mundial como obra de arte y como reclamo de propaganda política. Primero, como un elemento de propaganda a favor de la República y de ayuda a los refugiados durante la Guerra Civil, y, más tarde, como pieza fundamental en la construcción del relato del arte moderno y de la reconstrucción de un nuevo orden geopolítico tras la Segunda Guerra Mundial.
El Guernica no llegó a España hasta 1981
Pese a que el cuadro era propiedad del estado español, que se lo compró a Picasso en 1937, el estallido de la Segunda Guerra Mundial llevó al artista a decidir que se quedara bajo la custodia del Museum of Modern Art de Nueva York. En un principio, iba a ser hasta que terminara el conflicto bélico pero en 1958 Picasso renovó el préstamo del cuadro al MoMA por tiempo indefinido, hasta que se restablecieran las libertades democráticas en España. Finalmente, llegó a España en 1981 y, aunque inicialmente se exhibió en el Museo del Prado de Madrid, después se trasladó a su emplazamiento definitivo, el Museo Reina Sofía.
Tras estrenarse en Benidorm, Picasso. El viaje del Guernica recorrerá toda España durante los próximos años, acercando la historia del icónico cuadro a ciudades repartidas por todo nuestro territorio.