¿Ha tomado caldo o pan con dióxido de Titanio? Ahora se considera peligroso

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La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha actualizado su evaluación de la seguridad del aditivo alimentario dióxido de titanio (E171), tras la petición realizada por la Comisión Europea en marzo de 2020. Se trata de un colorante cuyo uso está muy extendido.

Las principales categorías de alimentos que contribuyen a la exposición dietética del E171, el dióxido de titanio,son los productos de panadería fina, las sopas, los caldos y las salsas (con respecto a los bebés, los niños pequeños y los adolescentes), y las sopas, los caldos, las salsas, las ensaladas y las pastas saladas para bocadillos (niños, adultos y ancianos). También pueden encontrarse en pinturas, cosméticos y medicinas.

Los frutos de cascara procesados son también una de las principales categorías de alimentos que contribuyen a la exposición de los adultos y ancianos.

La evaluación actualizada revisa el resultado de la anterior evaluación de la EFSA publicada hace cinco años, que evidenció la necesidad de hacer más investigaciones con el fin de paliar la carencia de datos sobre la peligrosidad de este aditivo, utilizado como colorante.

El profesor Maged Younes, presidente de la Comisión Técnica de Aditivos y Aromas Alimentarios (FAF) de la EFSA, ha declarado: "Teniendo en cuenta todos los estudios y datos científicos disponibles, la Comisión Técnica concluyó que el dióxido de titanio ya no puede considerarse seguro como aditivo alimentario. Un elemento fundamental para llegar a esta conclusión es que no se podía descartar la genotoxicidad tras el consumo de partículas de dióxido de titanio. Tras su ingestión, la absorción de partículas de dióxido de titanio es baja, pero pueden acumularse en el organismo". 

La evaluación se llevó a cabo siguiendo una metodología rigurosa y teniendo en cuenta los miles de estudios disponibles que se han publicado desde la evaluación anterior de la EFSA en 2016, que recogen nuevos datos y pruebas científicas sobre las nanopartículas. Los expertos de la entidad más importante de Seguridad Alimentaria del continente europeo aplicaron por vez primera la Guía del Comité Científico de la EFSA de 2018 sobre nanotecnología para evaluar la seguridad de los aditivos alimentarios. El dióxido de titanio (E171) contiene como máximo el 50 % de las partículas de tamaño nanométrico (es decir, menos de 100 nanómetros) a las que pueden estar expuestos los consumidores.  

¿Qué es la genotoxicidad?

La genotoxicidad alude a la capacidad de una sustancia química de dañar el ADN, el material genético de las células. Dado que la genotoxicidad puede producir efectos carcinógenos, es esencial evaluar el posible efecto genotóxico de una sustancia para determinar su seguridad.  

El profesor Matthew Wright, miembro de la comisión técnica de la FAF y también presidente del grupo de trabajo de la EFSA sobre el E 171, dijo: "Aunque las pruebas de los efectos tóxicos generales no eran completamente concluyentes, sobre la base de los nuevos datos y los métodos reforzados que utilizamos, no pudimos descartar la preocupación por la genotoxicidad y, en consecuencia, no pudimos establecer un nivel seguro para la ingesta diaria del aditivo alimentario".

El dióxido de titanio (E171) está autorizado como aditivo alimentario en la UE con arreglo al anexo II del Reglamento (CE) 1333/2008.  Pero a partir de ahora, no se considera que exista una ingesta mínima admisible para el mismo por su genotoxicidad. La EFSA no puede retirarlo del mercado, soloevaluar los riesgos relacionados con el dióxido de titanio como aditivo alimentario. Cualquier decisión legislativa o reglamentaria sobre las autorizaciones de aditivos es responsabilidad de los gestores del riesgo (es decir, la Comisión Europea y los Estados miembros, que adoptarán decisiones basadas en el asesoramiento científico de la EFSA.