Los efectos secundarios derivados de la aplicación de las vacunas contra el Covid-19 cada vez se identifican mejor.En el caso de Pfizer, la vacuna que están recibiendo la mayoría de jóvenes en España y con la que también fueron vacunados sus abuelos, los efectos más comunes son el dolor de brazo, el cansancio, fiebre en ciertos casos y agotamiento. Hay otro efecto común que inquieta y provoca falsas alarmas: la inflamación de ganglios linfáticos que provocan dolores en la axila, la clavícula o cerca del pecho.
Este tipo de dolencia puede preocupar al paciente al confundir la inflamación de los ganglios, por ejemplo, con un cáncer de mama. Los oncólogos ha señalado, según publica el diario El Independienteen los últimos días están recibiendo a muchos pacientes con estas falsas alarmas en sus consultas.
Y es que la inflamación puede ser confundida con un tumor , es decir, un síntoma del cáncer de mama, advierten los oncólogos, quienes en las últimas semanas han recibido una importante cantidad de falsas alarmas en sus consultas. En realidad, la inflamación de los ganglios linfáticos es un efecto secundario común de la vacuna, que representa cerca del 10% de los efectos notificados, según datos que ha hecho públicos la Junta de Andalucía.
El papel que juegan los ganglios linfáticos en el cuerpo humano
Y es que los ganglios linfáticos suelen inflamarse como una respuesta contra las infecciones. Funcionan como filtros puesto que atrapan virus, bacterias y otras causas de enfermedades antes de que puedan infectar otras partes del cuerpo. Las áreas comunes en las que podrías notar inflamación de los ganglios linfáticos incluyen el cuello, debajo de la barbilla, en las axilas y en la ingle. Por ejemplo un Herpes Zoster o culebrilla en la cintura se diagnostica no solo por los puntitos de color con los que aparece y el dolor, sino por la inflamación de los ganglios en la ingle. Lo mismo ocurre con las dolencia relacionadas con la garganta y los ganglios del cuello.
Los casos de estas reacciones relacionadas con el Covid se documentaron a finales de febrero en Estados Unidos y se han convertido en algo muy común en todo el mundo tras las vacunaciones masiva. No es necesario tratamiento, no hay que alarmarse, y desaparecen en cuestión de semanas. Eso sí, si transcurridas seis semanas desde que se produjo la vacunación, las molestias no han remitido, hay que ir al médico.
Estos son las recomendaciones de los oncólogos para evitar los sustos innecesarios tras recibir la vacuna del Covid Pfizer
Este efecto que provoca dolor en las axilas o en la zona cercana al pecho o la clavícula suele aparecer aparecer unos días después de recibir la primera o la segunda dosis de Pfizer. Y el principal inconveniente es que aparece en mamografías, tomografías y resonancias magnéticas, lo que ocasiona alarmas innecesarias en los oncólogos, que, según publica El Independiente, ya han aprendido a diagnosticar.
Los médicos oncólogos no recomiendan retrasar pruebas que ya se habían planificado de antemano,aunque sí recomiendan que el paciente informe de la vacunación reciente para que no haya diagnósticos equívocos. Además, para evitar sustos innecesarios en el caso de pacientes oncológicos, es decir con cáncer ya diagnosticado, se recomienda:
-Poner la vacuna en el lado contrario al que presente el cáncer.
-Que los profesionales sanitarios informen previamente al paciente de que este puede ser un efecto comúnñ
-Si han transcurrido menos de seis semanas desde la vacuna, comprender que el diagnóstico más probable es una linfadenitis reactiva
-Si han transcurrido más de seis semanas, realizar pruebas complementarias para ver el origen del bulto y el dolor en la axila