El CSIC busca la producción ultrarrápida de anticuerpos neutralizantes contra el coronavirus

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El proyecto del CSIC se basa en su producción mediante dos estrategias diferentes. Por un lado, la modificación de un anticuerpo humano neutralizante del anterior virus SARS de 2002 (SARS-CoV-1) para convertirlo en otro que bloquee al nuevo coronavirus y, por otro lado, la generación acelerada de nuevos anticuerpos mediante la recreación de un centro germinal en placas de cultivo, es decir, fuera de personas o animales.

Si la estrategia funciona, se probará en animales y se posteriormentese harían ensayos clínicos con pacientes. El objetivo final es la producción defármacos antivirales basados en estos anticuerpos a escala industrial, comosucede en los tratamientos de inmunoterapia contra el cáncer. A diferencia deotros antivirales, los anticuerpos tienen especificidad por el patógeno,carecen de efectos secundarios y son duraderos. "Una única dosis puedeser eficaz durante días o semanas, sin tener que aplicarla varias veces al díao todos los días", han explicado los expertos a Europa Press.

El equipo de investigadores que dirige el inmunólogo BalbinoAlarcón, del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CBMSO, mixto delCSIC y la Universidad Autónoma de Madrid), ha utilizado con éxito el primero dedichos métodos para generar los primeros anticuerpos neutralizantes. Uno deellos, denominado H5L5, bloquea la entrada del virus en células humanas en un30 por ciento.

"Para que el virus entre en la célula, explica Alarcón, la proteína S de su envuelta debe unirse a la proteína celular ACE2. El éxito de las vacunas depende de que se generen anticuerpos, también conocidos como inmunoglobulinas, capaces de unirse y bloquear al virus antes de que penetre en las células. Sin embargo, el corto tiempo de reacción a la pandemia hace que, mientras se logra una vacuna eficaz, métodos como el de la administración de anticuerpos neutralizantes generados fuera del organismo pueden ser la mejor opción", han comentado los investigadores.

Los primeros anticuerpos obtenidos darán la pista a los investigadores para saber qué aminoácidos sustituir

Las inmunoglobulinas son producidas en el laboratoriomediante predicciones teóricas que simulan la unión del anticuerpo a laproteína S del virus. Dado que se conoce la estructura molecular de unanticuerpo humano que neutraliza al SARS anterior, el de 2002, unido a laproteína S de este virus, así como la estructura S del coronavirus actual, ypuesto que ambas solo difieren en unos pocos elementos, los denominadosaminoácidos, los expertos se preguntan si cambiando estos elementos distintosun anticuerpo contra SARS-CoV-1 puede ahora neutralizar al nuevo coronavirus.

"Es como una llave en una cerradura. Si se cambia unpoco, se puede modificar la llave para que se adapte a la nueva. Medianteaproximaciones computacionales, hemos calculado los aminoácidos del anticuerpohumano original que habría que sustituir para que reconozca y neutralice alSARS-CoV-2. Se obtienen así nuevos anticuerpos recombinantes, entre ellos H5L5,que es por ahora el mejor, ya que consigue neutralizar el virus en un 30 porciento", ha detallado Alarcón.

Estos primeros anticuerpos obtenidos darán la pista a losinvestigadores para saber qué aminoácidos sustituir a fin de generar inmunoglobulinasde muy alta afinidad. "Creemos que es posible conseguir el bloqueo delcien por cien del coronavirus a bajas concentraciones", ha añadido elinmunólogo.

Además de estas versiones sintéticas de anticuerpos, losinvestigadores están probando otra técnica, con vistas al futuro, para generarinmunoglobulinas mediante la recreación de un "centro germinal" invitro, es decir, fuera del organismo. Estos centros son lugares dentro delcuerpo donde se producen las células inmunitarias, los linfocitos B,generadoras de anticuerpos específicos que confieren protección a largo plazocuando se produce la segunda infección de una enfermedad.

"Antes de la pandemia del Covid-19 estábamostrabajando en la recreación de centros germinales fuera de los animales. Laventaja de este sistema es que podemos seleccionar aquellos linfocitos B queproduzcan los anticuerpos más interesantes, ya sean inmunoglobulinas tipo A oG, que tengan mayor afinidad de forma dirigida, mientras que, si se prueban enanimales, solo cabe la opción de esperar y ver. El proceso, adaptado alSARS-CoV-2, consiste en la estimulación de la reacción in vitro usando laproteína S del virus, seguido de una fase de selección de anticuerpos a lolargo de 7 a 10 días. Además, con este sistema se puede generar cualquier tipode anticuerpo", ha recalcado el investigador.

Las inmunoglobulinas resultantes de ambos procedimientospodrían combinarse entre sí o con las de otros investigadores para producir unamezcla de anticuerpos que impida la aparición de "mutantes víricos"supervivientes a la neutralización. "Se podrían administrar por víaendovenosa o local en las mucosas de la nariz y boca en función del tipo deanticuerpo, de forma profiláctica para personal más expuesto y susceptible deenfermar gravemente o como terapia para evitar que el virus se disemine hacialos órganos internos y facilitar su eliminación en pacientes graves",ha apostillado Alarcón.