La Comunidad de Madrid prohíbe reuniones en toda la región en espacios públicos y privados desde las 00 a las 6 horas, con la a excepción de convivientes, y ha decidido restringir la movilidad en las zonas básicas de salud, que registran una incidencia mayor de coronavirus. Realmente es un toque de queda a todos los efectos.
Estas son las medidas, anunciadas este viernes, en rueda de prensa telemática, por el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, y el viceconsejero de Salud Pública, Antonio Zapatero, que sustituirán a las que se venían aplicando con el estado de alarma. "La Comunidad sigue adelante con su plan frente al Covid-19, que siempre se basa en criterios técnicos", ha manifestado.
Mientras tanto, Illa confirma que busca apoyos para garantizar que el toque de queda podría ser una medida a prorrogar, si requiere estado de alarma, según informa Europa Press.
Analistas políticos consultados aseguran que la presidenta de la Comunidad de Madrid le ha hecho un gran favor al Gobierno al sugerir ella esta medida e implantarla. Aunque no ha sido solo la Comunidad que preside Ayuso la que ha solicitado esta medida, sí ha sido su petición la que ha tenido mayor repercusión, por encima de las sugerencias de Castilla León y Valencia, que han anunciado su implantación en días previos. La de Castilla y León es ya un hecho. El Gobierno está buscando la cobertura jurídica necesaria para llevarla a cabo. Ya ha manifestado en varias ocasiones que necesitaría de la declaración del Estado de Alarma. No se han desarrollado otro tipo de fórmulas jurídicas,
Esta medida colisiona directamente con un derecho fundamental, el de reunión, y afecta al sector de la hostelería. Uno de los objetivos fundamentales de la presidenta de la Comunidad de Madrid es evitar los botellones, pero no hay policías y Guardias Civiles en toda la Comunidad de Madrid para impedir que la gente se reúna en casas, y es un hecho demostrado que el virus se propaga mucho más en lugares cerrados que en el exterior, han manifestado a Escudo Digital personas afines a los sectores críticos del partido que están en contra de esta medida. Consideran que puede perjudicar la imagen de su presidenta.
Valencia y Castilla La Mancha están pidiendo un toque de queda a nivel nacional, algo que podría perjudicar mucho a otras zonas como Canarias, consideradas como un corredor seguro.
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