Voto electrónico: por qué no se ha implantado en las elecciones catalanas

Silvia

Redactora especializada en Seguridad y Tecnología.

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People voting in booths
People voting in booths

Las elecciones autonómicas de Cataluña van a ser los terceros comicios que se celebren en España en la "era Covid-19", tras las elecciones del pasado 12 de julio al parlamento de Galicia y al parlamento del País Vasco. Los catalanes están llamados para ir a votar este domingo 14 de febrero y su cita con las urnas ha reabierto el debate sobre un viejo asunto, azuzado por la amenaza del coronavirus, por el que se nos lleva recomendando prácticamente un año que no asistamos a actos públicos, que ya se había planteado antes de la pandemia, ¿por qué no se implanta el voto electrónico en nuestro país?

Las ventajas del voto electrónico son evidentes si se tiene en cuenta que es respetuoso con el medioambiente y que es hasta un 50% más económico que el sistema tradicional. Según datos del gobierno español, se gastan alrededor de 46,4 millones en el despliegue electoral. El portal Ecoinventos estimó que las elecciones cuestan a los españoles unos tres euros al año y en ese gasto se incluye toda la maquinaria electoral: desde la impresión de papeletas y sobres hasta el despliegue de las fuerzas policiales.

"Y no olvidemos que abrir los colegios electorales consume energía, electricidad, calefacción o aire acondicionado según el caso, desplazamientos en coche de todas las personas que votan, impresión de papeletas y sobres de papel, que después acabarán en la basura, urnas de plástico, y seguro muchos otros que me dejo en el tintero (…). Y no hablamos de la propaganda electoral, ¿y si se hiciera toda online? ¿Y si compartieran el mismo envío todos los partidos?", señalaba dicho medio.

Además de los beneficios económicos y medioambientales, el voto electrónico tiene la gran ventaja de facilitar a los ciudadanos el ejercicio a voto. Permite que se haga a distancia y esto, en los tiempos actuales de pandemia, sería muy beneficioso al evitar el contacto y el consecuente riesgo de contagio entre la ciudadanía.

Pero no todo son ventajas

El voto por internet no solo ofrece ventajas, también presenta varios inconvenientes que han provocado que su puesta en marcha se esté ralentizando. Los más destacados son que conlleva la dependencia de la tecnología, que implica el riesgo de sufrir ciberataques y que también plantean inseguridad jurídica.

Según los defensores de la protección de datos, el voto electrónico no puede garantizar el secreto del voto, y esto lo demostró la investigadora estadounidense Rebecca Mercuri en su tesis doctoral. Otras voces críticas también apuntan que el voto puede ser manipulado y que el recuento tampoco sería seguro, ya que no habría ciudadanos que actúen como grupo y que controlen que el proceso transcurra sin contratiempos.

A todas estas cuestiones también se suma que para poder equiparar los votos electrónicos con los de papel es necesario cambiar la ley electoral y la LOREG, la ley orgánica que regula cómo se gestiona el sistema electoral. Esto precisa un consenso político y parece muy difícil que se alcance en un futuro cercano.

Además, pese a que la Junta Electoral aconsejó en 2010 la puesta en marcha del voto electrónico, en 2017 el Gobierno de España descartó su implantación por miedo a la creciente ciberdelincuencia. El que fuera secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto Ballesteros, aseguró que "hoy en día, el voto electrónico está más lejos que hace diez años" y que se trata de "un riesgo" que, a su juicio, España "no debe asumir".

Euskadi, pionera en regular el voto electrónico

En 1998, Euskadi fue pionera en regular el voto electrónico para las elecciones al Parlamento vasco al aprobar la ley 15/1998, de 19 de junio.

También llegó a patentar su propio sistema, llamado Demotek, y el departamento de Interior afirmó que era "seguro y fiable" y garantizaba la confidencialidad y el secreto del voto. Su intención era utilizarlo en las autonómicas de 2005, de forma progresiva, y se probó en siete elecciones. Entre ellas destacan las de la presidencia del Athletic Club de Bilbao de 2001, las de rector de la Universidad del País Vasco de 2004 y 2008, y, sobre todo, las elecciones autonómicas de Cataluña de 2003. Según informa la Administración vasca en su página web, en las elecciones catalanas se emplearon cinco urnas electrónicas y hubo un total de 1.555 votantes, que representaron el 66% de los electores que votaron con el sistema tradicional. Sin embargo, para implantar este sistema en unas autonómicas era preciso reformar la ley electoral y el proyecto decayó por falta de apoyo político.

España se encuentra entre las 20 naciones que han venido realizando pruebas para introducir el voto por internet o que se lo han planteado implantarlo.

En 'La Ventana Euskadi' de la SER preguntaron en 2019 al director de régimen jurídico y procesos electorales del Gobierno Vasco, Eugenio Artetxe, qué fue de esta iniciativa. Según señaló, el Gobierno vasco conserva todavía las urnas electrónicas, aunque ya no podrían usarse, porque "la tecnología ha quedado desfasada". Respecto al voto por internet, Artetxe comentó que lo ve lejano, pero que podría ser un buen sistema. "A corto plazo, desde luego que no. Tendría que cambiar la legislación vasca y la estatal.  Pero sí puede ser a futuro un sistema razonable, siempre que esté validado y garantice la seguridad, libertad, integridad y el secreto del voto".

Otras Comunidades también han avanzado hacia el voto electrónico

Además del País Vasco, hay otras Comunidades Autónomas que también han intentado avanzar hacia el voto electrónico. "En la Comunidad Valenciana, en las elecciones autonómicas de 1999, se desarrolló en Villena (Alicante) una experiencia con banda magnética en 39 mesas electorales. También, Andalucía ha realizado sus pruebas. Así, en 2004 se efectuó una prueba en el municipio de Jun (Granada) de voto electrónico por Internet. En Galicia, en 2005, en las elecciones al Parlamento regional se efectuaron dos pruebas de voto electrónico con pantalla táctil", tal y como han recordado recientemente desde El Economista.

Asimismo, en Cataluña, a finales de 2018, el Govern aprobó un anteproyecto de ley con el que buscaba implantar el voto electrónico para que los catalanes residentes en el extranjero pudieran votar en las elecciones al Parlament y en otros procesos de consulta popular. Este anteproyecto se paralizó tras la aplicación del artículo 155, ante los hechos acontecidos en el desarrollo del procés, aunque hace unos meses se ha vuelto a retomar pero no tendrá efecto en las elecciones autonómicas de este domingo.

"La tecnología permitiría superar las dificultades que plantea"

Desde Escudo Digital, hemos querido conocer la opinión de alguna voz experta acerca de la viabilidad de regular el voto electrónico. El abogado Salvador Silvestre, socio de Tecnología, Medios y Telecomunicaciones de ECIJA, ha compartido su visión con nosotros y así la ha manifestado:

"Actualmente, no existe regulación específica en España, ni la LOPD y GDD vino a abordar nada en relación al voto electrónico en los capítulos de 'Derechos digitales'. En mi opinión, la implantación del voto electrónico sería un gran avance y estaría alienado con la transformación digital que vivimos como sociedad, si bien, jurídicamente, pueden platearse cuestiones respecto a la autenticación del votante o el obligado deber de secreto dada la naturaleza del voto y la identificación de datos sensibles como son los relativos a la ideología de la persona física.

"Por otro lado -continúa-, considero que la tecnología permitirá sobradamente superar estas dificultades dada la evolución y mejora de los sistemas de firma electrónica reconocida, así como la adopción de apropiadas medidas de seguridad en los sistemas que gestionaran los votos electrónicos. El uso de tecnología Blockchain y la encriptación de la información ayudan desde luego a alcanzar este objetivo, sin perjuicio de que, finalmente, tratándose de datos sensibles, existe una barrera que superar, que es la confianza del usuario, por un lado, y el acceso de todos los ciudadanos a mecanismo de autenticación válidos por otro".

Los 7 países que lo han implantado y los 7 que lo han prohibido

Estonia, Bélgica, Estados Unidos, Brasil, Venezuela, India y Brasil son los únicos países donde se ha implantado el voto electrónico. La primera de la lista es Estonia porque, en 2005, se convirtió en el primer país en ofrecer el voto por internet a nivel nacional en unas elecciones locales: 9.317 personas votaron en línea. Sus ciudadanos disponen de un documento de identidad electrónico, cada uno con un número secreto PIN asociado, de modo que los votos emitidos estarían encriptados para preservar el anonimato.

Beatriz Saura, de Saura abogados, cita el ejemplo de Estonia, "donde aplican la tecnología en sus comicios desde el año 2005". En este país, el votante puede votar electrónicamente desde el décimo hasta el cuarto día antes de las elecciones presenciales. Además, puede volver a votar electrónicamente durante el periodo establecido o, incluso, votar presencialmente en el último momento. Solo su último voto será el que cuente finalmente.

Esta es la opinión de Beatriz Saura, que además de trabajar como letrada es copresidenta de la Sección de Compliance del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid: "Actualmente es tecnológicamente factible realizar procesos electorales por vía telemática". Y añade: "El voto a través de internet supone un ahorro económico en recursos personales y humanos en los procesos electorales. Además, al evitar los desplazamientos, ofrece mayor seguridad para la salud en situaciones como la pandemia que actualmente sufrimos, por lo que el voto telemático se presenta como una solución interesante para facilitar el ejercicio del derecho de sufragio.

¿Y cuál sería la postura de la población? Beatriz Saura reconoce que "es cierto que las dificultades técnicas o la falta de confianza de la población en las soluciones telemáticas son circunstancias que retrasan la implementación del voto tecnológico, pues no son pocos los que consideran que estos sistemas podrían no garantizar suficientemente el anonimato del voto, o la certeza del computo en el escrutinio".

Sin embargo, la realidad nos muestra que hoy en día los avances tecnológicos permiten el desarrollo de programas informáticos suficientemente robustos para evitar los riesgos de manipulación de la información. Estaríamos hablando, afirma, de "modelos que además se pueden combinar con adecuadas herramientas de verificación para confirmar la certeza de la información que facilitan. Además, si se utilizan instrumentos de inteligencia artificial, el resultado del escrutinio podría conocerse en tiempo real"

En el caso de EE.UU., cada Estado puede decidir el sistema con el que sus electores escogerán a sus representantes y más de 30 permiten algún tipo de voto electrónico, en especial para los militares y los votantes en el extranjero.

Y en el otro lado de la balanza tenemos casos como el de Venezuela, donde las elecciones han sido denunciadas por numerosos países ante las graves sospechas de fraude en las mesas electrónicas.

La realidad del voto electrónico en España

España se encuentra entre las 20 naciones que han venido realizando pruebas para introducir el voto por internet o que se lo han planteado implantarlo. Y, por otro lado, también hay otros siete países que han paralizado o que han prohibido legalmente este sistema de voto. Se trata de Alemania, Finlandia, Holanda, Reino Unido, Irlanda, Noruega y Kazajistán.

Mapa del voto electrónico en el mundo, de euskadi.eus

¿Cuándo será una realidad el voto electrónico en España? Esta es la opinión de Beatriz Saura: "Como las modificaciones de las costumbres requieren algo de tiempo para ser aceptadas por la ciudadanía, la transformación hacia el voto electrónico en nuestro país tendría que hacerse compatibilizándolo, al menos al principio, con el sistema tradicional de papeleta-urna. Pero en todo caso, considero que si se puede garantizar la efectividad y sostenibilidad del modelo y si los costes requeridos para su gestión son asumibles, mas pronto que tarde se irá perdiendo la desconfianza que generan este tipo de cambios y en un plazo de tiempo que no tiene por que ser muy largo, el sistema de voto en España puede llegar a ser exclusivamente telemático".

Si desea más información sobre la situación del voto electrónico alrededor del mundo, le recomendamos que consulte el portal de la Administración vasca.