Aunque el metaverso todavía se encuentra en las primeras fases de su desarrollo, ya se ha convertido en uno de los grandes paradigmas de la convergencia tecnológica. Las principales compañías tecnológicas están realizando fuertes inversiones en este "nuevo mundo", donde se integran distintas tecnologías para ofrecer una experiencia completa al usuario. Meta (Facebook), Microsoft, Qualcomm, Telefónica o Vodafone son algunas de ellas y el año pasado el valor del metaverso ya se situaba en 500.000 millones de dólares, según un informe de Bloomberg Intelligence que indicaba que su oportunidad de mercado rondará los 800.000 millones de dólares para el 2024.
Esto pone de manifiesto que se trata de un ámbito con un enorme potencial, pero aún quedan muchas dudas por resolver si entendemos el metaverso como una idea de futuro amplia, no restrictiva y no dominada por una sola compañía. Así lo señala Prosegur Research, advirtiendo que se debe tener en cuenta la cuestión de la barrera tecnológica, que será necesario romper tanto en el despliegue de infraestructura como en el desarrollo de dispositivos de realidad virtual y mixta. Además, el Insight&trends center de Prosegur apunta que es innegable que la creación y desarrollo del metaverso implica que surjan nuevos riesgos y desafíos, ante los que los garantes de la seguridad están obligados a anticiparse con imaginación puesto que el metaverso ofrece una inmensa variedad de conductas, incluidas algunas ilegales.
Prosegur Research plantea todas estas cuestiones en "Luces y Sombras del Metaverso", un informe que ha realizado junto con la unidad de inteligencia y prospectiva del Grupo Prosegur en el que analiza la evolución de la seguridad con el fin de ayudar a organizaciones a estar más preparadas. A este respecto, subraya que algunos factores que favorecen el auge de conductas delictivas son la explotación económica del metaverso, la hiperindividualización de los contenidos y servicios, el anonimato y el traslado de las problemáticas sociales comunes al ciberespacio como la discriminación de todo tipo o la polarización social. A continuación exponemos los diez principales riesgos de seguridad para el usuario en el metaverso, según explica este informe de Prosegur Research.
1. Espacio económico sin regular: A diferencia del mundo físico y bancario, ni el metaverso ni los espacios cripto están tan regulados por lo que son un elemento atractivo para estafadores y ciberdelincuentes. El desconocimiento por parte de usuarios y empresas puede facilitar el éxito de estafas mediante engaños apoyados en las tecnologías. A esto deben sumarse los riesgos ya presentes en internet, como los ciberataques, especialmente el ransomware, que busca secuestrar datos almacenados solicitando un rescate económico.
2. Suplantación de identidad: Las personas podrían ser víctimas de robo de datos personales, ya sean económicos o biométricos, que pueden ser comercializados o utilizados de manera ilícita, ya sea en el propio metaverso o en el entorno físico.
3. Extorsión: El empleo de avatares por parte de delincuentes – mediante la grabación de conversaciones o interacciones – permite extorsionar a los consumidores de contenidos amenazándoles con publicar información personal.
4. Gamificación perversa: Permite la utilización de dispositivos de realidad aumentada de manera imprudente o descuidada para la seguridad al asumir conductas de riesgo o al situar a personas sin intención criminal en situaciones comprometidas, por ejemplo, dando acceso a zonas restringidas. Esta tecnología da una mayor sensación de inmersión que facilita que esquemas de coerción y manipulación tengan un mayor impacto sobre las víctimas.
5. Polarización social: La hiperindividualización de contenidos conlleva que exista un alto riesgo de polarización política y social. La tecnología permitiría una visión del mundo característica y única para cada usuario, por lo que ya se ha considerado que se podría llegar a bloquear visual y/o auditivamente contenido que no esté acorde a los gustos o ideas de cada persona.
6. Captación y radicalización: La ausencia de registro de las comunicaciones (chat de texto, chat de voz, aprovechamiento de espacios físicos dentro de los juegos) y la sensación de anonimato facilitan interacciones sensibles para captar a jóvenes en las filas de organizaciones criminales o terroristas.
7. Conductas violentas: De manera similar a lo que ocurre en redes sociales, el metaverso permite un auténtico traslado al plano virtual de las conductas intimidatorias o violentas como el abuso o el acoso. Además, estas se acometen en un entorno de difícil investigación y judicialización.
8. Exposición de menores: Pese a que el avatar carece de presencia física como tal, el hecho de que las interacciones entre usuarios sean reales y puedan desarrollarse sin supervisión potencia la probabilidad de que circunstancias como el anonimato permite que menores con curiosidad se expongan a todos los riesgos mencionados.
9. E-learning criminal: En un contexto en el que las comunicaciones convencionales son fácilmente rastreables por partes de las autoridades, el metaverso se configura como una escenario ideal para el aumento de las actividades de transmisión de conocimientos y planificación de operaciones para los organizaciones criminales y terroristas (replicar escenarios de atentados, simuladores de vuelo, o simular la respuesta de fuerzas de seguridad o servicios de emergencias con el desarrollo de inteligencia artificial, entre otros).
10. Riesgos físicos: No se puede obviar el traslado de los riesgos económicos y físicos al entorno físico, así como nuevos riesgos para la salud y la integridad física del usuario, como los mareos, las caídas o las ciber-enfermedades según apunta el Foro Económico Mundial (FMI) señalando efectos a largo plazo, como la pérdida de coordinación visual.