La cuenta de Twitter de los Chicago Bears, con casi dos millones de seguidores, ha sido hackeada de forma muy curiosa. Los devotos del equipo se encontraban con la noticia sorprendente de que el club profesionalde fútbol americano de la ciudad de Chicago, Illinois, había sido adquirido por un jeque árabe.
No es la primera vez que una gran fortuna de un país de Oriente Medio invierte en un club deportivo. No hay más que ver los casos del Málaga, el Almería y el Manchester United,y tal vez por ello, fueron muchos los aficionados y seguidores de Los Bears que creyeron a pies juntillas la trola. El post apareciópor la mañana con este mensaje que acompañaba a la imagen de un hombre con el típico pañuelo árabe o kefia que llevan los jeques. "Damos la bienvenida a nuestro nuevo propietarior @Turki_alalshikh #ProBowl #Bears100 #ChicagoBears.”
Inmediatamente después, el grupo de hackers saudiés Ourmine ha reivindicado el "atentado" contra la cuenta por dos razones: para demostrar que están " de nuevo aquí" y para demostrar que absolutamente todo es hackeable.
Los hackers que reivindican el ciberataque contra los Chicago Bears también se hicieron con las cuentas de Zuckerberg y Dick Costolo, exCEO de Twitter
Los hackers árabes están de moda. Se da la circunstancia de que hace solo unos días se supo que Jeff Bezos había sido hackeado supuestamente por el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed Bin Salman.Según las investigaciones llevadas a cabo, el jeque habría mandado un whatsapp con un código malicioso al propietario. Un análisis forense de FTI Consulting sostiene que el vídeo que envió el jeque al hombre más rico del mundo contenía un virus que, una vez descargado, podía acceder a datos del teléfono y extraer información personal sin que la persona afectada tuviera conocimiento algunos de ello.
El grupo de hackers Ourmine es famoso por haber hackeado la cuenta deTwitter y Pinterest de Mark Zuckerberg, y las de Dick Costolo, ex-CEO de Twitter.
Los verdaderos responsables de la cuenta pidieron disculpas ayer a través de un Tweet en el que reconocían haber sido pirateados y pedían perdón por no haberlo evitado.