Los ataques de ransomware pueden llegar a poner en riesgo a empresas que afectan a la cadena de suministro, hospitales, infraestructuras críticas e incluso tirar por tierra los sistemas de seguridad de una prisión.
Eso es, precisamente, lo que ha ocurrido en el Centro de Detención Metropolitano (MDC) del condado de Bernalillo, en Nuevo México (EE.UU). Esta cárcel sufrió un ciberataque de dejó inutilizables la mayoría de sus sistemas de datos, cámaras de seguridad y puertas automáticas.
La amenaza ha obligado al centro a confinar a los reclusos en sus celdas mientras sus técnicos resuelven el problema para que todos los sistemas vuelvan a funcionar con normalidad.
Además, se han suspendido todas las visitas a la prisión, incluyendo las de familiares y abogados, para evitar posibles riesgos.
Se ha confirmado que varias bases de datos del MDC han sido dañadas por el incidente. Se sospecha que también podrían haberse visto afectados dos sistemas importantes: el Sistema de Seguimiento de Incidentes (ITS) y el Sistema de Gestión de Delincuentes (OMS). El primero sirve para crear y almacenar informes de incidentes, mientras el segundo permite guardar datos de reclusos.
En cualquier caso, una de las cosas más preocupantes del ataque, según reza el aviso, es no poder acceder a las cámaras de las instalaciones.
Un ataque bastante mayor
No obstante, parece que la prisión no era el principal objetivo de los ciberdelincuentes y ha sido un daño colateral. Según recoge un aviso de emergencia, todo el condado de Bernalillo fue atacado por actores de amenazas de ransomware desconocidos el pasado 5 de enero de madrugada.
Parece que todos los sistemas de Internet del condado han quedado comprometidos porque el personal contaba con acceso tenía limitado al correo electrónico. Así, esto afectaría también al personal de la citada prisión.
El condado está colaborando con las fuerzas del orden público federales para resolver el problema y mitigar sus efectos.