Ciberseguridad

Ataques DoS y DDoS: qué son y cómo prevenirlos

Explicamos a fondo en qué consisten estos ciberataques, los riesgos y consecuencias que acarrean, y las medidas que se pueden tomar contra ellos.

5 minutos

Ataques de Denegación de Servicio Distribuido (DDoS)

¿Qué son los ataques DoS y DDoS?

Los ataques de Denegación de Servicio (DoS) y Denegación de Servicio Distribuido (DDoS) son aquellos que buscan interrumpir un servicio en línea saturándolo con tráfico excesivo o consumiendo recursos del sistema, lo que impide que funcione correctamente.

Es crucial que las empresas y los usuarios estén informados sobre los tipos de ataques DoS y DDoS, así como de las prácticas recomendadas para defenderse.

Para detectarlos, se analiza el tráfico de red y, en redes definidas por software, se pueden usar métodos avanzados como el cálculo de entropía. Entre las estrategias de defensa están los firewalls y tecnologías que permiten identificar y mitigar los ataques rápidamente.

Diferencias entre ataques DoS y DDoS

Un ataque de Denegación de Servicio (DoS) se origina desde una única fuente. Este tipo de ataque utiliza un solo equipo o conexión para enviar tráfico masivo a un servidor, con el fin de sobrecargar sus recursos. Esto puede resultar en la caída temporal del servicio.

Por otro lado, un ataque de Denegación de Servicio Distribuido (DDoS) emplea múltiples dispositivos y conexiones distribuidas a lo largo de diversas ubicaciones. A través de una red de dispositivos comprometidos, conocida como botnet, se genera un volumen de tráfico mucho mayor al de un ataque DoS.

Los ataques DDoS son mucho más complejos, con múltiples fuentes implicadas que dificultan la detención y el bloqueo del tráfico malicioso. Por tanto, resultan más difíciles de mitigar que los ataques DoS, los cuales son más fáciles de identificar y neutralizar dado a que provienen de un único sistema.

Cómo funcionan los ataques DoS y DDoS

Estos ataques aprovechan vulnerabilidades o limitaciones en la infraestructura de una red o servidor. Los atacantes envían una cantidad masiva de solicitudes o datos que exceden la capacidad del sistema para procesarlos, provocando que se ralentice o incluso deje de funcionar. En el caso de los DDoS, el tráfico proviene de múltiples dispositivos comprometidos, lo que dificulta distinguir el tráfico legítimo del malicioso. Los métodos más comunes incluyen:

  • Inundación de tráfico: Sobrecarga de ancho de banda.
  • Ataques al protocolo: Exploits dirigidos a elementos como firewalls o servidores DNS.
  • Ataques a nivel de aplicación: Apuntan a servicios específicos, como aplicaciones web, agotando sus recursos.

Los ciberdelincuentes también suelen variar sus tácticas durante el ataque para esquivar las medidas de defensa. Por eso, la protección requiere herramientas avanzadas que monitoreen y analicen el tráfico en tiempo real.

Riesgos y consecuencias de los ataques DoS y DDoS

Los ataques DoS y DDoS tiene como objetivo hacer que un sistema o red quede inutilizable. Si lo consiguen, los servicios quedan inactivos, afectando la operatividad de las organizaciones y la experiencia de los usuarios.  

Riesgos principales:

  • Interrupción de servicios: Las empresas pueden ver paralizadas sus operaciones, lo que les puede causar pérdidas financieras.
  • Pérdida de datos: El ataque puede derivar en el robo de datos, como sucedió en la reciente filtración de 31 millones de cuentas de Internet Archive.
  • Daño reputacional: La confianza de los clientes puede disminuir si se percibe que una organización no protege adecuadamente sus sistemas.

Consecuencias técnicas y financieras:

  • Costes adicionales: Las empresas podrían enfrentar gastos elevados para restaurar sistemas afectados y proteger sus redes.
  • Mantenimiento y reparación: Tener que reparar los daños puede llevar tiempo, lo cual afectaría la continuidad del negocio.
  • Evaluación de vulnerabilidades: Los sistemas podrían requerir una revisión completa para identificar fallos de seguridad.

Además, los ataques DoS y DDoS pueden también acarrear consecuencias legales y de cumplimiento para las organizaciones, que podrían ser sancionadas por no proteger adecuadamente la información de sus sistemas según lo establecido en las normativas vigentes. Regulaciones como el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) de la UE exigen a las empresas implementar medidas de ciberseguridad adecuadas para mitigar este tipo de riesgos, y estipulan sanciones si no lo hacen adecuadamente.

Cómo prevenir ataques DoS y DDoS

 

Prevenir ataques DoS y DDoS requiere estrategias proactivas que combinen tecnología y buenas prácticas:

  • Monitoreo constante: Utilizar herramientas para detectar y responder rápidamente a tráfico inusual.
  • Firewalls y sistemas de detección: Configurar firewalls avanzados para bloquear tráfico malicioso.
  • CDN (Red de distribución de contenido): Implementar una CDN para optimizar la gestión del tráfico y evitar sobrecargas en los servidores principales.
  • Actualización de software: Mantener los servidores actualizados para mitigar vulnerabilidades.
  • Capacitación del personal: Enseñar buenas prácticas de ciberseguridad a los empleados para fortalecer la prevención y mejorar la respuesta ante ataques.

La prevención es clave para proteger tanto la infraestructura como la confianza de los usuarios. Además, invertir en soluciones de gestión de amenazas ayuda a identificar y neutralizar ataques antes de que afecten la operatividad del sistema.

Qué hacer si eres víctima de un ataque

Si detectas que tu sistema o red está siendo atacado, sigue los siguientes pasos para minimizar el daño.

  1. Identifica el ataque: Monitorea el tráfico en tiempo real para confirmar que se trata de un ataque y no de un aumento legítimo de usuarios.
  2. Comunica el incidente: Notifica a tu proveedor de servicios de Internet (ISP) o al proveedor de alojamiento, ya que pueden contar con medidas para mitigar este tipo de ataques.
  3. Implementa medidas inmediatas: Activa las configuraciones de mitigación de DDoS disponibles en tu red o servidor. Si utilizas una CDN, ajusta sus parámetros para filtrar el tráfico.
  4. Filtra el tráfico malicioso: Configura firewalls y reglas de red para bloquear las direcciones IP sospechosas o patrones de tráfico inusual.
  5. Desactiva servicios no esenciales: Cierra temporalmente funciones no críticas para reducir la carga del servidor y limitar el impacto del ataque.
  6. Consulta a expertos: Contacta a un equipo de seguridad especializado o utiliza servicios de mitigación de DDoS ofrecidos por terceros.
  7. Registra el incidente: Guarda logs y registros del ataque. Esta información puede ser útil para analizar lo sucedido y fortalecer tus sistemas, y también puede ser clave en caso de decidir emprender acciones legales.

Una vez controlada la situación, realiza una revisión de seguridad para identificar vulnerabilidades y ajusta tus medidas de protección para evitar futuros ataques.

Preguntas frecuentes

¿Qué medidas se pueden tomar para prevenir un ataque DDoS?

Para prevenir un ataque DDoS, se recomienda implementar firewalls avanzados y sistemas de detección de intrusiones. También se deben realizar evaluaciones periódicas de la vulnerabilidad del sistema y establecer límites de tráfico para reducir la escala del ataque.

¿Cuáles son ejemplos comunes de un ataque de denegación de servicio?

Ejemplos típicos de ataques DoS incluyen el envío de tráfico masivo a un servidor, la explotación de fallas de protocolo y la saturación de ancho de banda. Estos métodos buscan sobrecargar la capacidad normal del sistema y causar interrupciones.

¿Cómo se pueden distinguir los ataques DoS de los ataques DDoS?

La diferencia clave entre un ataque DoS y un DDoS radica en la cantidad de fuentes. Los ataques DoS provienen de una sola fuente, mientras que los DDoS utilizan múltiples sistemas comprometidos, haciendo más difícil su detección y mitigación.

¿Cómo se pueden monitorear los ataques DDoS en tiempo real?

El monitoreo de ataques DDoS en tiempo real se puede lograr mediante la utilización de herramientas de gestión de eventos e información de seguridad (SIEM). Estas herramientas pueden detectar anomalías en el tráfico que sugieren un ataque DDoS en curso, permitiendo una respuesta más rápida.