El fabricante de neumáticos Bridgestone-Firestone está haciendo todo lo posible para tratar de recuperarse de un ciberataque que llevó a la suspensión de operaciones en sus factorías de Norteamérica y Latinoamérica.
El ciberataque se inició el pasado domingo y la compañía decidió enviar a los trabajadores a sus hogares durante varios días, ante la paralización de la producción.
"Desde que nos enteramos del posible incidente en las primeras horas de la mañana del 27 de febrero, hemos iniciado una investigación exhaustiva para recopilar datos rápidamente mientras trabajamos para garantizar la seguridad de nuestros sistemas de TI", aclaraba hace unos días Bridgestone.
"Por precaución, desconectamos muchos de nuestros dispositivos de fabricación y las instalaciones de recauchutado en Latinoamérica y Norteamérica de nuestra red para contener y prevenir cualquier impacto potencial, incluidas las de la planta Warren TBR", añadía.
Parece que no se han dado demasiados avances respeto al fin de semana. Por el momento la compañía no ha respondido a las repetidas solicitudes de comentarios y se ha limitado a explicar la situación actual mediante un comunicado.
"Hasta que sepamos más de esta investigación, no podemos determinar con certeza el alcance o la naturaleza de cualquier incidente potencial, pero continuaremos trabajando diligentemente para abordar cualquier problema potencial que pueda afectar nuestras operaciones, nuestros datos, nuestros compañeros de equipo y nuestros clientes", ha señalado Bridgestone.
USW 1155L, un sindicato que represente a los empleados de la empresa, ha notificado a la plantilla que la compañía se encuentra lidiando todavía con el ataque cibernético y que no necesitaba que la gente acuciera a sus puestos de trabajo.
Bridgestone Americas opera docenas de instalaciones en Norteamérica, América Central y el Caribe, con una fuerza laboral de más de 50.000 personas.
Otras empresas afectadas
El medio especializado Modern Tire Dealer (MTD) apunta a que el incidente ha hecho más que cerrar la producción de nuevas llantas de la empresa en la región de las Américas. Los distribuidores de neumáticos que usan la herramienta BASys (código de barras) de la empresa habrían perdido eficacia en el recauchutado y la capacidad de rastrear cubiertas y neumáticos.
Estas compañías asociadas han tenido que recurrir a métodos antiguos, rastreando las llantas con papel y bolígrafo.