Si alguien nos preguntara cuáles son los usuarios más vulnerables al ciberdelito seguramente nuestra respuesta apuntaría a las personas mayores, por su falta de experiencia y dificultad para hacer uso de las nuevas tecnologías. Sin embargo, un estudio que se acaba de publicar acabaría con esa idea errónea.
El trabajo, realizado por la firma de seguridad Atlas VPN, pone de manifiesto que los mimebros de la generación Z e Y son los que tienen menos probabilidades de denunciar un ciberdelito que otras generaciones. Además, los centennials y millennials contarían con mayores posibilidades de convertirse en víctimas de un ataque que suponga una pérdida de datos o dinero.
Los centennials (personas de entre 18 y 24 años) son los que menos suelen denunciar este tipo de incidentes, con solo un 21% que informó del mismo a las autoridades pertinentes. El dato puede parecer sorprendente, ya que se tiende a pensar que los más jóvenes serían los que más conocen los posibles riesgos y están más comprometidos con la ciberseguridad.
Le siguen los millennials (de entre 25 y 40 años), de los cuales solo un tercio ha denunciado un ciberdelito (32%). También llama la atención el bajo porcentaje, ya que hablamos de una generación que vivió el nacimiento de Internet, las redes sociales y la llegada de los smartphones.
En el caso de los miembros de la generación X (de entre 41 y 56 años) un 43% ha denunciado en alguna ocasión un incidente de esta clase. No obstante, los más propensos a llevar estos ataques a las autoridades son los baby boomers (con edades de 57 a 75 años), con un 64% que ha interpuesto una denuncia.
Los más veteranos también están bastante preocupados por cómo les afecta la cibersegurdad. Así, un 55% de las personas de 76 o más años (Silent Gen) que fueron víctimas recurrieron a la policía.
Las mayores víctimas de los ciberataques
No solo los miembros de la generación Z y los millennials son los menos propensos a denunciar un delito cibernético. También es más probable que se conviertan en víctimas de uno, lo que resultará en una pérdida de dinero o de datos.
De los miembros de la generación Z encuestados, el 49% de ellos no ha sido víctima de ningún delito cibernético. Sin embargo, el 22% de ellos ha sufrido un solo ciberataque, y el 21% de los adultos de la Generación Z fueron víctimas de actividades cibernéticas dañinas 2-3 veces.
Por otro lado, el 56% de los millennials no ha sido víctima de un ciberdelito. No obstante, el 21% de ellos sufrió actividades cibernéticas dañinas una vez, y el 16% de los adultos millennials fueron víctimas 2-3 veces en un ciberataque.
Además, el 79% de los baby boomers no se ha dejado engañar en absoluto por los trucos de los ciberdelincuentes. Solo el 11% fue víctima de un delito cibernético una vez y, únicamente, el 6% de los miembros de esta generación perdió dinero o datos en 2 o 3 delitos en línea.
Debido a que el uso de Internet de la Silent Gen es mínimo, estos no fueron muy afectados por el ciberdelito. La mayoría de ellos, el 87%, no ha sido víctima de un ataque, el 7% lo experimentó solo una vez y el 5% sufrió a un actor de amenazas 2-3 veces.
Hace un mes otro estudio realizado por la National Cybersecurity Aliance y la firma de análisis de datos CybSafe también indicaba que los millennials y centennials eran más proclives a sufrir ciberamenazas que los baby boomers.
El informe arrojaba que un 44% de los miembros de la generación Y y un 51% de la generación Z habían experimentado un ataque informático, mientras en el caso de los baby boomers el porcentaje sería de solo el 21%.