Las autoridades francesas han informado de que durante los Juegos Olímpicos de París han detectado más de 140 ciberataques, aunque ninguno de ellos habría influido significativamente en el desarrollo de las competiciones.
Previendo lo que se le podía venir encima Anssi, la agencia de ciberseguridad gala, se ha mantenido en alerta máxima ante posibles incidentes que pudieran perturbar el funcionamiento del comité organizador, la venta de entradas o el transporte.
Estos ataques apuntaron contra entidades gubernamentales, infraestructuras de telecomunicaciones, de transporte y deportivas, según se hace eco AFP.
Del 26 de julio al 11 de agosto la agencia tuvo constancia de 119 "eventos de seguridad" de bajo impacto y 22 incidentes en los cuales un actor de amenazas tuvo éxito al atacar el sistema de información de la víctima.
Anssi ha aclarado que un tercio de estos incidentes fueron de inactividad, la mitad de los cuales se debieron a ataques de denegación de servicio que pretendían saturar los servidores. El resto se relacionaron con intentos o hechos de vulneración y divulgación de datos.
El ransomware, que no falte
A principios de agosto, el Grand Palais, emblemático recinto cultural y deportivo de París, así como otros cuarenta museos de Francia sufrieron un ataque de ransomware, aunque este no afectó a ninguno de los sistemas de información involucrados en los JJ.OO, según han afirmado desde Anssi.
En días previos al inicio de los Juegos Olímpicos de París, la directora de tecnología y sistemas de información del evento, Marie-Rose Bruno, había adelantado que esperaba "entre ocho y diez veces más" de ciberataques que los observados durante los Juegos de Tokio.