El Ministerio del Interior compartió el pasado viernes su último balance de criminalidad, correspondiente al tercer trimestre de 2022 y que recoge la evolución de la criminalidad en España durante los nueve primeros meses de este año. En Escudo Digital ya dedicamos un artículo a abordar este nuevo informe, centrándonos en las cifras relativas a la delincuencia convencional –que muestran que ha aumentado en un 5,5% respecto al mismo periodo de 2019– y profundizando en las dudas que generan por la metodología que se emplea en la elaboración de este balance, que pone en tela de juicio su fiabilidad.
En este segundo artículo queremos poner específicamente en el foco los datos del informe referentes a la cibercriminalidad. Según señala, en los nueve primeros meses de este año se han registrado 217.571 infracciones penales cometidas en el espacio cibernético o a través de él. Esto supone el 12,5% de todo el conjunto de la criminalidad (un total de 1.735.625 infracciones penales) y también representa un aumento de la ciberdelincuencia del 89,3% respecto al 2019, el año que precedió a la pandemia de la Covid-19 y en el que se contabilizaron 114.946 ciberdelitos.
Además, las cifras totales de la cibercriminalidad del 2022 van a ser todavía mayores en el Balance anual final, ya que de momento no se contempla el ámbito de actuación de la Ertzaintza y los Mossos d'Esquadra y será en ese índice cuando pase a estar disponibles.
No obstante, las estadísticas actuales –provenientes de la Policía Nacional, Guardia Civil y cuerpos policiales autonómicos y locales –recogen varios datos significativos.
Las estafas informáticas acaparan la mayor parte de los ciberdelitos
El Balance refleja las cifras de cibercriminalidad categorizándolas en solo dos tipologías penales: estafas informáticas y otro indicador genérico que recopila otros ciberdelitos.
Las ciberestafas se llevan la palma, con un total de 191.160 que representan el 87.9% de toda la cibercriminalidad y el 11.0% de toda la delincuencia registrada hasta el pasado mes de septiembre. En comparación con el año 2019, presentan un incremento del 96.6% sobre el mismo periodo.
"Para comprender mejor todavía la evolución de la cibercriminalidad, y su impacto sobre el conjunto de la criminalidad, los datos de los 'últimos 12 meses' del tipo de delitos de estafas informáticas suman un total de 254.934, frente a 140.354 en el conjunto de 2019 y 45.894 registrados en 2016. Eso implica que, en apenas seis años, las estafas informáticas conocidas en 2022 crecieron un 455.5% sobre las registradas en 2016", advierte el Ministerio del Interior en el informe.
En cuanto a la tipología penal que aglutina el resto de ciberdelitos, indica que entre enero y septiembre de este año se han registrado 26.411 frente a los 17.712 de 2019, un 49,1% más. Sin embargo, en comparación con el año 2021 muestra que han descendido ligeramente ya que entonces se contabilizaron 26.548, mientras que las ciberestafas se han mantenido al alza con un aumento del 23,62%.