Ciberseguridad

Cinco casos de éxito de la ciberinteligencia en España y en el mundo

Esta disciplina se dedica a recopilar, analizar y utilizar información digital para prevenir y combatir ciberataques.

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La ciberinteligencia es una disciplina que se dedica a recopilar, analizar y utilizar información digital para prevenir y combatir ciberataques. En nuestro país, esta práctica ha ido ganando terreno en los últimos años, y ha dado lugar a importantes casos de éxito en la lucha contra el cibercrimen. En este artículo, presentamos cinco ejemplos destacados de ciberinteligencia en España y en el mundo. 

1. Operación Onymous: en noviembre de 2014, la Policía Nacional desmanteló una red de venta de drogas en la Darknet, la parte de la red que no es accesible a través de los buscadores convencionales. Gracias a la ciberinteligencia, se identificó a los responsables de la red y se realizaron numerosas detenciones en todo el mundo. 

Se clausuraron cerca de 17 sitios web y se detuvo a 27 personas. En la operación colaboraron un buen número de organizaciones europeas y estadounidenses como Europol, FBI, ICE, HSI y Eurojust  

2. Virus de la policía: En 2013 se desarticuló una red acusada de infectar con un virus ordenadores de 30 países a través de un engaño que decía provenir de la Policía. En la operación, llevada a cabo por la policía en colaboración con Europol se detuvieron 11 personas, 10 de ellas en España. 

Los cibercriminales enviaban correos electrónicos haciéndose pasar por policías en los que el usuario tenía que pagar una supuesta multa de 100 euros por acceder a páginas web ilegales, generalmente de contenido pedófilo. La cifra que lograron recaudar alcanzó el millón de euros desde que se detectó el virus en 2011. 

3. Operación Lupin: Fue una operación de la Guardia Civil española que tuvo lugar en julio de 2019 y que llevó a la detención de un ciudadano español de 23 años, considerado el mayor ciberestafador en la historia de España. 

La operación se saldó con 45 arrestos de una red, presuntamente liderada por él, que estafó a más de 2.400 personas que compraban en portales online. El método más usado era el pago de un producto elegido por transferencia bancaria. 

En enero de 2022, fue nuevamente detenido en la discoteca Shoko (Madrid), acusado de perpetrar nuevas estafas a través de Wallapop o Milanuncios. 

4. Ataque al banco de Bangladesh: en febrero de 2016, el Banco Central de Bangladesh sufrió un ciberataque que permitió a los hackers robar más 81 millones de dólares. Era el mayor ciberatraco del mundo hasta la fecha. Una historia con un guión que ya quisieran para sí muchas películas de Hollywood y en la que gracias a la ciberinteligencia se logró recuperar parte del dinero y detener a varios implicados en el fraude. 

5. Venta de tarjetas de crédito 

Cinco «hackers» procedentes de Rusia y Ucrania robaron más de 160 millones de números de tarjetas de crédito en Nueva Jersey, EE.UU. La banda entró en las redes informáticas de las compañías NASDAQ, Visa, 7-Eleven y JetBlue Airways, entre otras, e instalaron programas que robaban dicha información así como otros datos de pago. 

Estos vendían los números por 10 ó 15 dólares cada uno, obteniendo un botín de 300 millones de dólares. Dos de los cibercriminales fueron arrestados en Holanda, mientras que se cree que los otros tres siguen viviendo en Rusia. Los detenidos podrían enfrentarse a una sentencia de 30 años en EE.UU. 

Son solo algunos ejemplos de los muchos casos de éxito de la ciberinteligencia en los últimos años. La lucha contra el cibercrimen requiere de una constante actualización y adaptación a las nuevas técnicas y amenazas, y la ciberinteligencia se presenta como una herramienta clave en esta tarea. 

Algo que no es solo aplicable para los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, sino para cualquier empresa que quiera triunfar en el competitivo y volátil escenario de esta década. Disponer de unas capacidades estructuradas de obtención y análisis de información supone una ayuda esencial para la toma de decisiones efectivas de negocio, ayuda a protegerse frente al impacto de la evolución del entorno cambiante y supone una ventaja competitiva que se incrementa a medio y largo plazo.