¿Cuántos divorcios? ¿Cuántos malentendidos? ¿Cuantas amistades no se habrían roto de no existir el WhatsApp? Si no lo tienes no eres nadie hoy en día, pero a veces nos desahogamos en él y contamos cosas que hubiera sido mejor borrar antes de qué cayeran en manos de terceros.
Las conversaciones por voz pasaron a la historia, se consideran casi una pérdida de tiempo, pero podemos estar horas whasapeando y abriendo nuestra alma por completo en el smartphone. O transmitiendo información confidencial que solo debería ser dicha en persona. O cotilleando sobre nuestros superiores o colegas... Para solucionar los problemas derivados del uso imprudente de esta plataforma de mensajes, existe un truco. Así te evitarás que ni tus familiares, ni tus conocidos o amigos, ni tus compañeros de trabajo echen mano a tu móvil y cotilleen el contenido de tus chats.
Ya sabemos que existen las claves para proteger el acceso al contenido del móvil, pero casi siempre, a menos que la ocultes y en ese caso provocarías desconfianza, tus seres queridos tienen acceso al mismo, y si se trata del patrón que se mete con el dedo, a menos que seas Mister Limpio, cualquiera puede averiguarlo, incluso siendo miope y con las gafas puestas, gracias al polvo o la suciedad que cubre la pantalla.
Para evitar que cualquiera pueda acceder a los chats, WhatsApp tiene desde hace tiempo un truco que permite protegerlos con contraseñas, como un bloqueo por código PIN, huella digital o reconocimiento facial. Una función que está totalmente disponible para dispositivos Android e iOS, según recuerda la web Omicrono.
Hay un truco para que no puedan leer tus conversaciones, y además puedes elegir el tiempo para que se active la función.. Tienes que tener la versión más reciente de WhatsApp, y si no la tienes, actualizar la aplicación. Ahora abre la app y entra en el menú de la configuración, que viene representada por tres puntitos en la esquina superior en Android y el dibujo de un engranaje en IOS.
Dentro de dicho menú, hay que pulsar en 'Cuenta' y, a continuación, hacer lo mismo en 'Privacidad'. Justo debajo se encuentran las diferentes posibilidades para proteger el teléfono, como quién puede ver tus estados o tu foto de perfil. Abajo del todo está la opción bloqueo de pantalla, que es la que hay que pulsar y activar. Y a partir de ahí WhatsApp te brinda distintas opciones sobre como autenticar el acceso a la app, desde lector de huellas, código de acceso, o reconocimiento facial, dependiendo del tipo de móvil que tengas, ya sea Android o Iphone. Tú mismo puedes determinar el tiempo que tarda el bloqueo en activarse, inmediatamente, después de un minuto, quince minutos o una hora.
Otro truco: ocultar la aplicación para que los cotillas no puedan acceder a nuestros mensajes de WhatsApp, o bien recordarle a los interesados o interesadas que espiar los chats es un delito.
Otra fórmula diferente de poner una contraseña y que nadie pueda entrar a tus chats es la de ocultar la propia aplicación de WhatsApp. Esta característica está también disponible en Android e iOS, y depende de las marcas en los móviles con el sistema operativo de Google. Sólo hay que ir a Ajustes, seleccionar Privacidad, y pulsar en Ocultar aplicaciones, y ahí ponemos una constraseña y se añade WhatsApp a la lista para que nadie entre sin tu permiso a ella. En el caso de los móviles de Apple, solo hay que mantener presionada la app y seleccionar "eliminar app" del menú emergente.
Y ahora un útlimo paso: pulsar 'Eliminar de la pantalla de inicio' para que el simbolito verde de WhatsApp no aparezca. ¿ Y cómo vas a entrar tú? Muy fácil. Para acceder en este caso a la aplicación, se puede entrar desde la 'Biblioteca de apps' o, quizás haciendo algo más sencillo, usa el menú 'Buscar' del iPhone.
Y si eres perezoso o tienes pocas habilidades para movel los dedos sobre la mini pantalla de cristal siempre te cabe una solución, muy arriesgada, pero por probar... Este otro truco de WhatsApp consiste en recordar a tu pareja, amigos, conocidos o familiares que espiar las conversaciones de otra persona es un delito, es como violar la correspondencia. No hay más que recordar el caso de la mujer para la que la sección territorial de Avilés de la Fiscalía del Principado de Asturias pidió la condena de tres años de prisión por mirar los mensajes del móvil de su marido.