Un informe elaborado por el servicio de inteligencia de fugas de datos y monitorización de la darknet de Rusia (DLBI) recoge que en el primer semestre del año 144 filtraciones de datos separadas dejaron como resultado el compromiso de 46 millones de direcciones de email y 140 millones de números de teléfonos móviles.
Los estafadores podrían servirse de todos estos detalles para engañar a individuos, empresas y organizaciones.
A pesar de que el número de filtraciones individuales se redujo de más de 200 en el mismo período de 2023, el volumen de información que aparece en las redes ha crecido un 14%.
Además, el volumen anual de robo de identidad en Rusia también se ha elevado a un ritmo de aproximadamente el 40% anual desde que el servicio comenzó a estudiar el fenómeno en 2019.
Por otro lado, el organismo de supervisión de las comunicaciones, la tecnología de la información y los medios de comunicación rusos, Roskomnadzor, ha contabilizado en 2024 unos 73 casos de fuga de datos personales, frente a los 110 del año anterior.
Sin embargo, incluso esta tendencia que parece positiva oculta el hecho de que 600 millones de registros pasaron a ser de dominio público, frente a los 200 millones del año pasado.
Teniendo en cuenta todos estos datos, el organismo de control ha evaluado que este nivel de filtraciones, combinado con las revelaciones anteriores, lleva a pensar que los datos vinculados con casi todos los ciudadanos rusos ahora se encuentran disponibles públicamente.
Sectores más afectados
El 46% de las filtraciones se produjeron en el ámbito del ecommerce, el 16% en el de la venta minorista y el 10% en el del uso de las búsquedas online o de recursos de entretenimiento.
En volumen el líder siguió siendo el sector financiero. Durante los dos primeros meses del año hubo más de 80 millones de registros que fueron objeto de acceso no autorizado.
Roskomnadzor ha comentado al medio Izvestia que la mayoría de las filtraciones provenían de proveedores externos que no ofrecían el nivel adecuado de seguridad de la información y dijo que estaba trabajando con la industria para desarrollar una legislación que imponga estándares obligatorios para trabajar con datos electrónicos.