En febrero la Oficina del Director de Inteligencia Nacional de EE.UU. advirtió de que China era, casi con certeza, capaz de lanzar ciberataques que podrían alterar la infraestructura crítica de EE.UU.
Ahora, dicha advertencia parece haberse hecho realidad. Hackers afiliados al Ejército Popular de Liberación de China supuestamente han invadido durante este año los sistemas informáticos de docenas de unidades de infraestructuras crítica del gobierno de EE.UU.
Estos incluyen servicios públicos de agua y energía, oleoductos y gasoductos, y entidades de transporte y comunicaciones.
Según han revelado al The Washington Post personas familiarizadas con los incidentes, entre las víctimas se encuentran una empresa de servicios de agua en Hawai, un importante puerto de la costa oeste y al menos un oleducto y gaseoducto.
Los atacantes también trataron de irrumpir en el operador de la red eléctrica de Texas, el cual funciona de manera indepediente a los sistemas eléctricos del resto del país.
Los confidentes del diario, que han querido permanecer en el anonimato, aseguran que varias entidades fuera de EE.UU. también han sido víctimas de estos cibermalos.
Por lo que pueda ocurrir
Ninguna de las intrusiones afectaron a los sistemas de control industrial que operan bombas, pistones o cualquier función crítica.
Sin embargo, sus objetivos, al enfocarse sobre Hawai (que alberga la Flota del Pacífico) dejan entrever que el ejército chino buscaría complicar los esfuerzos de EE.UU. para enviar tropas en el caso de que estalle un conflicto sobre Taiwán.
En cualquier caso, todos estos detalles que hasta ahora no se habían divulgado suponen más leña al fuego para una campaña llamada Voolt Typhoon que el gobierno de EE.UU. había detectado por primera vez hace aproximadamente un año.
“Está muy claro que los intentos chinos de comprometer la infraestructura crítica son en parte para posicionarse previamente para poder perturbar o destruir esa infraestructura crítica en caso de un conflicto, para evitar que Estados Unidos pueda proyectar poder en Asia o causar caos social dentro de Estados Unidos, para afectar nuestra toma de decisiones en torno a una crisis”, asegura Brandon Wales, director ejecutivo de Ciberseguridad y Seguridad Nacional en la Agencia de Seguridad de Infraestructuras (CISA).
"Ese es un cambio significativo con respecto a la actividad cibernética china de hace siete a diez años, que se centraba principalmente en el espionaje político y económico", añade.