Es una ya vieja estafa que lleva años dando vueltas por las aplicaciones de mensajería, principalmente por WhatsApp, pero no únicamente. Y sin embargo es una estafa que no por manida es menos efectiva. En Escudo Digital hablábamos de ella en 2021 y pedíamos precaución, pero los ciberestafadores tienen muy claro que estadísticamente siempre hay un porcentaje de personas que cumple con los requisitos y son posibles víctimas. En este caso, toda madre que tenga un hijo o hija con los que no puede comunicarse con facilidad, que desconoce este tipo de estafas y recibe el mensaje inicial.
Y es que el timo que se desencadena cuando la posible víctima recibe un mensaje, principalmente en WhatsApp, que dice eso de “Mamá, este es mi nuevo número de móvil”.
Recordemos que en este engaño los estafadores simulan ser sus hijos dicen a las víctimas que no pueden comunicarse con su teléfono móvil habitual porque tienen problemas con su terminal y no pueden recibir llamadas. Estos supuestos hijos solicitan a sus "madres" dinero de forma urgente con el fin de resolver un supuesto problema y, ante esta situación, las personas estafadas acceden a realizar las transferencias inmediatas, tal y como les piden.
Esta estafa es prima hermana de otra de la misma familia. Se trata de "¿Ya no te acuerdas de mí?” en la que un falso amigo en apuros intenta engañar no a madres en este caso sino a supuestos amigos. ¿Difícil de creer? No tanto, como mostrábamos en esta publicación de hace ya más de un año en la que transcribíamos una conversación tipo.
Sería algo así, pero hay múltiples variantes, dependiendo del desparpajo y habilidad del ciberdelincuente o de la credibilidad de la víctima:
-¿Tanto tiempo ha transcurrido que ya no te acuerdas de mí?
- Lo siento, pero no te tengo en la agenda de contactos y tu estado de WhatsApp solo dice: “La envidia va tan flaca y amarilla porque muerde y no come”.
- Mi nombre empieza por F, replica el delincuente (Utiliza una letra común inicial de un nombre casi siempre muy común).
- Debes ser Francisco de Quevedo, entonces.
- Jajaja, sí soy Francisco, Paco, pero no Quevedo.
La oportunidad ha llegado para el timador, ya tiene una identidad facilitada por el propio destinatario y es hora de hacer que pique contándole que tiene un problema, que está en un país extranjero, bloqueado y sin dinero, y pide una ayuda para salir del problema.
Como vemos, cuando nos lo cuentan por encima, podemos tender a pensar "eso a mí nunca me pasaría", pero el caso es que cuando nos enfrentamos a un estafador profesional (y nuestro perfil coincide con el perfil al que se dirige el mensaje) tenemos que hilar muy fino porque, ante cualquier error (lo mejor es nunca establecer conversación), podemos ser embaucados.
Y todo esto lo cuento a colación del mensaje por SMS que he recibido en mi teléfono móvil mientras trabajaba en otro articulo hace cuestión de una hora y que ha llamado mi atención (no suelo recibir SMS). Al abrirlo es cuando he visto eso de "Hola mamá, ahora he cambiado de teléfono y de operador", y a continuación me invitaba a ponerme en contacto por medio de un número de WhatsApp.
Tengámoslo claro: no hagamos nunca caso a este tipo de mensajes sin contactar antes por el medio habitual con nuestros hijos, amigos, etc.