El próximo 11 de febrero se celebra el Día Internacional de Internet Segura, una fecha del calendario destinado a conmemorar la necesidad de conseguir que la seguridad sea un elemento primordial en el mundo virtual. Algo que muchas veces se nos olvida. Por este motivo, Check Point nos recuerda los cinco malos hábitos que ponen en riesgo la seguridad de los datos cuando usamos Internet. Aunque algunos le resulten ya conocidos, no está de más volver a recordarlos.
Aceptar las condiciones de uso de las aplicaciones sin haberlas leído o hacer caso omiso de las actualizaciones,principales riesgos para la protección de la información
1. Navegar en páginas webs no seguras. El mundo virtual es cada vez más amplio. Cuenta con un número infinito de páginas webs accesibles para los usuarios, muchas de las cuales apenas ofrecen garantías de seguridad o, incluso, son webs falsas que imitan a otras direcciones relacionadas principalmente con el sector del comercio electrónico. Sólo en noviembre, según Check Point, el uso de phishing en URLs de e-commerce creció por encima del 233%. Por este motivo, para evitar que los usuarios pongan en riesgo sus datos al visitar alguna de estas páginas, los expertos de esta compañía recuerdan que es muy sencillo distinguir entre webs de confianza y aquellas que no lo son, ya que simplemente hay que comprobar que sigue el protocolo de seguridad https. En caso de que la URL no incluya la -s, significa que esa web no ofrece altos estándares de protección.
2. Descargar todo tipo de aplicaciones y aceptar sus condiciones de uso sin leer. La oferta de aplicaciones móviles disponibles para descargar es cada vez más amplia, lo que deriva en que los usuarios tienden a instalar un gran número de estos programas en sus dispositivos móviles. Además de los riesgos asociados a las vulnerabilidades existentes en las aplicaciones (en los últimos meses hemos sido testigos de fallos de seguridad en WhatsApp, que ponían en riesgo la privacidad a más de 1.500 millones de usuarios, o más recientemente TikTok, que afectó a más de 1 billón de usuarios en más de 150 países), otro de los principales peligros reside en que los usuarios aceptan las condiciones de uso sin leer los términos del acuerdo, por lo que en muchos casos pierden el control sobre sus propios datos e información.
3. Hacer caso omiso de las actualizaciones. El software que hace posible que programas informáticos como navegadores, aplicaciones, etc. funcione recibe actualizaciones constantemente, algo que para muchos usuarios resulta molesto, por lo que tienden a obviar estos mensajes y no realizar las actualizaciones. Esto supone un gran riesgo para la seguridad de los datos, puesto que no incorporan nuevos parches de seguridad que aumentan los niveles de protección frente a vulnerabilidades. En este sentido, es fundamental que los usuarios sean conscientes de la importancia de realizar este tipo de acciones, ya que dedicar tiempo a las actualizaciones implica un mayor nivel de protección de nuestros datos.
4. Utilizar las mismas credenciales para crear perfiles en distintos servicios. Las redes sociales, correos electrónicos, plataformas de reproducción de contenido en streaming…, cada vez son más los servicios digitales a los que los usuarios se suscriben. Por este motivo, para evitar los problemas derivados de utilizar distintos usuario y distinta contraseña en cada uno de estos servicios, se tiende a utilizar las mismas credenciales en todos ellos. Esto supone un grave riesgo para la seguridad de los datos, puesto que en caso de que un cibercriminal descifre estas credenciales, podría obtener acceso al resto de perfiles en otros servicios digitales y, por tanto, conseguir una gran cantidad de información sobre un usuario.
5. Dispositivos desprotegidos. Implementar medidas de seguridad en dispositivos móviles, como ordenadores portátiles, tablets o smartphone, es fundamental hoy en día para protegerse frente a ciberataques. Sin embargo, muchos usuarios pasan por alto un nivel de seguridad básico como es el de establecer una contraseña de acceso, por lo que, en caso de robo o pérdida, cualquier persona puede conseguir toda la información almacenada en el dispositivo. Al igual que pasa con el correo electrónico o las redes sociales, desde Check Point recuerdan la necesidad de configurar contraseñas robustas de 8 caracteres como mínimo que intercalen letras, símbolos y signos de puntuación para evitar accesos no autorizados a los datos guardados en el dispositivo. De esta forma, garantizaremos un primer nivel de ciberseguridad óptimo.
“Llevamos tantos años utilizando la red, que hemos perdido la sensación de peligro relacionada con el mundo virtual, por lo que cada vez se toman menos precauciones a la hora de navegar por Internet. Sin embargo, la realidad es bien distinta, ya que hay muchas acciones que realizamos en nuestro día a día que, de forma inconsciente, suponen un riesgo para nuestra integridad y la seguridad de nuestros datos en la red”, señala Eusebio Nieva, director técnico de Check Point para España y Portugal. "Cualquier actividad relacionada con el mundo virtual puede convertirse en una amenaza para nuestra privacidad, por lo que tomar medidas preventivas es esencial para evitar que nuestros datos se vean expuestos”, concluye Nieva.