Las llamadas telefónicas no deseadas son habituales, tanto que más de uno ya estará acostumbrado a recibirlas, para su pesar. Pero lo peor de estas llamadas no es la molestia y el importuno que causan, sino los riesgos que pueden implicar. La compañía de ciberseguridad ESET ha advertido sobre ello en un comunicado en el que avisa que están en auge, como pone de manifiesto el informe "2024 State of the Call" de Hiya al señalar que el fraude telefónico y el spam alcanzaron un máximo histórico a nivel mundial el año pasado.
Según sus datos, alrededor del 28% de las llamadas desconocidas fueron fraude o spam en 2023, y el 16% de los ciudadanos perdieron dinero en este tipo de estafas. Además, las llamadas no deseadas también hacen perder tiempo. Por término medio, los consumidores declaran dedicar nueve minutos a la semana –o más de 7,6 horas al año– a filtrar llamadas no deseadas.
"Aunque estés inscrito en una lista de 'no llamar' o similares, los estafadores cuentan con múltiples formas de obtener tu número de teléfono. Pueden recopilarlo de cuentas públicas en redes sociales, acceder a él mediante violaciones de datos de terceros, engañarte para que lo proporciones a través de correos electrónicos de phishing o adquirirlo a través de intermediarios que venden información sobre consumidores. Además, muchos utilizan software automatizado que genera números aleatorios dentro de un rango de códigos de área, ampliando así su alcance para contactar a potenciales víctimas", subraya Josep Albors, director de Investigación y Concienciación de ESET España.
Según Albors, los estafadores también se aprovechan de nuestra vulnerabilidad y nuestra predisposición a creer en lo que escuchamos y a responder de forma instantánea, y, además, aplican "técnicas de ingeniería social que pueden ser difíciles de detectar en ese preciso momento".
Las estafas telefónicas más comunes
Las estafas telefónicas abarcan una amplia gama de tácticas diseñadas para engañar a sus potenciales víctimas y obtener dinero o información confidencial, indica ESET, que señala cuáles son las más comunes.
Estafas de vishing: Este método consiste en la suplantación de identidad de entidades legítimas, como bancos o agencias gubernamentales, para solicitar datos personales o transferencias monetarias. Estas llamadas suelen incluir amenazas creíbles, como deudas inexistentes o solicitudes para transferir dinero a cuentas supuestamente "seguras".
Estafas de acceso remoto: Los estafadores se hacen pasar por técnicos y solicitan acceso a dispositivos bajo el pretexto de solucionar problemas ficticios. Esto les permite robar datos sensibles o instalar malware.
Estafas de inversión: Prometen altos rendimientos en esquemas financieros fraudulentos.
Estafas de sorteos: Requieren el pago de tarifas o la entrega de datos personales para reclamar premios inexistentes.
Llamadas de telemarketing: aunque en algunos casos son legítimas, también pueden derivar en intentos de vender productos falsos o servicios caros.
Llamadas automatizadas o Robocalls: Al igual que las llamadas de telemarketing, a veces resultan ser legales, pero son un método común para realizar estafas telefónicas a gran escala, explotando su bajo coste y alcance masivo.
Cómo protegerse de las llamadas fraudulentas
Ante el creciente riesgo de las llamadas fraudulentas, ESET destaca la importancia de las etiquetas como "probable estafa" o "spam potencial" en las llamadas entrantes. Estas advertencias, implementadas por los operadores, se basan en análisis de red y en informes de usuarios que detectan patrones sospechosos, como el uso de tecnologías como VoIP o llamadas masivas a números registrados en listas de "no llamar".
"La forma más sencilla de protegerse de las llamadas fraudulentas es prestar atención a los avisos de advertencia de tu operador y ser cauteloso con los números desconocidos", apunta la ESET, que remata su comunicado recomendando aplicar las siguientes medidas de seguridad:
Inscribirse en listados de "no llamar": Estos registros nacionales, en España la Lista Robinson, están diseñados para impedir que la mayoría de los telemarketers legítimos llamen.
Bloquear números conocidos de spam: Ya sea manualmente desde el historial de llamadas en dispositivos iOS o Android, o mediante filtros de seguridad móvil, puede ayudar a minimizar las interrupciones.
Contactar con intermediarios de datos: En casos más avanzados, contactar directamente con intermediarios de datos para excluir su información del acceso público puede ser otra medida preventiva eficaz.
Mantener una actitud vigilante: Es fundamental evitar compartir información personal o financiera por teléfono y no permitir descargas remotas en su ordenador.
Finalmente, cabe recordar que el Gobierno de España está trabajando en un plan que busca reforzar la protección frente a las estafas telefónicas y mediante envíos de mensajería móvil (SMS). "Antes de finalizar el año esperamos tener aprobada una orden ministerial para ir eliminando ese tipo de estafas", declaró el titular de la cartera de Transformación Digital y de la Función Pública, Óscar López, el pasado 21 de octubre.