Parece increíble, pero es cierto. Los ciberdelincuentes no cesan de recurrir a todo tipo de trucos con el fin de hacerse con el dinero de los incautos. El texto que acompaña a estas líneas es un PDF adjunto a un mensaje con este asunto "Unidad-justicia para convocatoria policial". Muchas son las personas que pueden abrirlo, desde opositores, a periodistas o parados, pasando por simples curiosos, y la curiosidad mató al gato. Se trata de un mensaje que puede tener dos objetivos, o que respondamos y nos enreden en una estafa de phishing, o directamente, que al bajárnoslo se nos adhiera al ordenador un bichito que te puede robar credenciales y medios de pago con la finalidad de estafarte. Y también una posible extorsión. La cartita da para mucho, y la utilizan en varias modalidades.
Hay que mirar la bandeja de mensajes como si fuera un campo de minas
No abras el mensaje, y si lo has abierto ni se te ocurra responder, es la recomendación. Se trata, según expertos consultados del ámbito de la ciberseguridad, de un fraude que puede costarnos muy caro. Si leemos el texto, está salpicado de decenas de faltas de ortografía. Nos informan de que tenemos una investigación abierta sobre nosotros por "pedopornografía" entre otras causas y unos batiburrillos legales muy complicados de entender que suenan a chino para cualquiera que haya leído algún texto legal.
La reacción de la persona que ha recibido la carta, que serán miles, es inmediata: "voy a contestar a ver qué ocurre, porque no soy un pedófilo". En ese caso, si no lo han hecho ya al bajarnos el archivo, nos pueden volver a infectar con malware al mandarnos más información. Cartas como esta pueden ser la versión 4.0 del famoso virus de la Policía, que también hizo estragos de forma similar.
Si ya nos hemos bajado el archivo, lo recomendable es hacer un escaneo completo del disco duro, porque el virus puede estar descomprimido, y aunque tengamos antivirus, este puede fallar. Y en el caso de que no haya virus, no contestar, borrar el mensaje directamente es lo más aconsejable. Los encabezados de estos asuntos suelen tener alguna falta de ortografía y el remite, lo más importante, ya nos da pistas de que algo anda mal. Espagnoljudicialpolicia@gmail.com, suena a carabinieri, pero los carabinieri no avisan a los pederastas de que los van a detener, ni tampoco la Interpol, ni la Guardia Civil.
Hay que tener mucho cuidado y mirar la bandeja de mensajes como si fuera un campo de minas. Hay gente a la que le pueden las prisas, otros no usan las gafas, y otros, y eso si es triste, pueden pensar que es cierto, son el tipo de sinvergüenzas que ven este tipo de material, y el miedo y el terror de haber sido descubiertos no les hace reparar en las erratas ni en los errores.
Atención a la firma. No tiene desperdicio. La Dirección de la Guardia Civil está en la Calle Guzmán el Bueno no en Valladolid. Y María Gámez no tiene el apellido duplicado. Y nunca, insistimos, se pondría en contacto contigo para comunicarte personalmente que se te acusa de "pedopornografía", "pedofilia", "ciberpornografía" y "exhibicionismo".
Una de las finalidades de este correo también puede ser la de extorsionar a las víctimas. Comunican que el receptor del email, o sea tú, está siendo investigado por delitos sexuales. Si no les haces caso, no habrá problemas, pero si contestas e interactúas con la dirección desde la que se manda el correo, el fraude irá avanzando hasta que consigan hacerse con los datos de tu cuenta bancaria. Desde luego meten miedo. Te piden que te “manifiestes por correo electrónico" con "el fin de evaluar las sanciones" en un "plazo estricto de 48 horas" o se verán obligados de lo contrario a "transmitir nuestro informe al Tribunal Judicial de su región, para el establecimiento de una orden de detención contra usted". Luego te arrestará de manera inmediata "la Policía de Seguridad más cercana a su domicilio" y además te incluirán en el "Registro Nacional de Delincuentes Sexuales".
La pornografía es un anzuelo muy utilizado para intentar engañar. El volumen de la que se consume en España es altísimo. Hay casos como el que narraba una Policía Nacional a las cámaras de Escudo Digital en los que cae demasiada gente. Se supone que un virus infectó tu sitio web mediante algún site para adultos que visitaste y te han grabado masturbándote con la cámara de tu dispositivo cuando veías porno. Si no pagas lo difundirán. El vídeo, por supuesto, no existe. Una de sus modalidades es la del chantaje sexual de los bitcoins.
Según fuentes consultadas, hay varias versiones de esta estafa, algunas con el mismo PDF o similar, pero lo importante es recordar que no se debe abrir nunca un PDF dudoso ni contestar a e-mails como este. El sentido común y el más mínimo conocimiento de las leyes te indican que hay gato encerrado.