Los coches eléctricos tampoco están exentos de ciberataques y serán un objetivo cada vez más frecuente para los actores de amenazas a medida que su uso se democratice en el futuro. Su tecnología aun está en ciernes y eso deja la puerta abierta a algunas vulnerabilidades.
Investigadores de la Universidad de Oxford, en Reino Unido, y la agencia federal Armasuisse de Suiza han descubierto la existencia de un nuevo método de ataque que se puede usar para interrumpir de manera remota la carga de vehículos eléctricos.
Al método se la ha denominado "Browenwire". Opera de la siguiente manera: permite el envío de señales maliciosas de manera inalámbrica al vehículo objetivo con el fin de causar interferencias electromagnéticas e interrumpir la sesión de carga.
El ataque apunta contra el CCS (Sistema de Carga Combinada), una tecnología de carga rápida ampliamente usada, y lo que hace es impedir la comunicación entre el cargador y el vehículo.
Brokenwire, no obstante, únicamente funciona contra los cargadores de carga rápida DC. Las estaciones de carga casera, que suelen utilizar AC, no se verían impactadas al llevar estándares de comunicación distintos.
"Brokenwire tiene implicaciones inmediatas para muchos de los casi 12 millones de vehículos eléctricos con batería que circulan en las carreteras de todo el mundo, y efectos profundos en la nueva ola de electrificación para flotas de vehículos, tanto para empresas privadas como para servicios públicos cruciales", han comentado los investigadores.
“Si bien puede ser solo un inconveniente para los ciudadanos, interrumpir el proceso de carga de vehículos críticos, como las ambulancias eléctricas, puede tener consecuencias potencialmente mortales”, han advertido.
Por tierrra, mar y aire
El ataque ha sido definido por los autores del estudio como "sigiloso y escalable". En sus experimentos han logrado reproducir el método contra siete tipos de vehículos y 18 cargadores, a distancias de hasta 47 metros usando una radio definida por software, un amplificador de RF de 1 W y una antena dipolo.
Los investigadores han demostrado que el ataque funciona entre diferentes pisos de un edificio y a través de vallas perimetrales, y que los ataques desde vehículos en movimiento también son posibles.
Brokenwire no solo afectaría a los coches eléctricos, sino también a los vehículos pesados, así como a barcos y a aviones.
Los autores del estudio ya han puesto en sobreaviso a los fabricantes afectados y algunos detalles técnicos sobre la vulnerabilidad no se han hecho públicos para evitar que los cibermalos hagan de las suyas.