Sea el móvil, el ordenador portátil, la tableta, el reloj inteligente o cualquier otro de los denominados wearables, como las pulseras que monitorean actividad, son susceptibles al bluesnarfing. “Snarf”, del inglés “llevarse sin permiso”, se refiere a una técnica de ciberdelincuencia que hackea los dispositivos que se encuentran cerca, conectándose a través del Bluetooth que sus propietarios dejan encendido.
Una vez enlazados a través de esta conexión inalámbrica, los delincuentes pueden robar contraseñas, contactos, mensajes, fotografías o vídeos. Pero además, pueden tomar el control del terminal para enviar información e incluso utilizarlo para atacar otros dispositivos.
La condición básica para llevar adelante esta técnica es que el atacante debe estar a no más de 10 o 15 metros de distancia, es decir, físicamente cerca de nosotros, nuestro móvil u ordenador. Entonces, puede suceder que en un bar, en un transporte público o incluso en nuestro domicilio, alguien lance una búsqueda para detectar aquellos dispositivos con un bajo nivel de protección.
Generalmente, para conectase a través de Bluetooth es necesario un emparejamiento, para lo que se solicita una autorización mediante una notificación en la pantalla, o, en algunos casos, con una clave. Sin embargo, los ciberdelincuentes consiguen evadir este paso mediante un software diseñado especialmente para conectarse de manera silenciosa.
Una vez enlazados los dispositivos, el delincuente no solo puede ver los datos almacenados y contraseñas, sino que, lo más peligroso, es que los utilice para suplantar nuestra identidad, realizar compras por internet y transacciones con nuestra cuenta o tarjeta bancaria.
Para evitar este tipo de intrusiones te recomendamos tomar estas precauciones que señalan los expertos en seguridad del Banco Santander.
En primer lugar, apaga el Bluetooth cuando no lo utilices, y configura tus dispositivos como “no detectables”, así evitarás que intenten conectarse sin tu consentimiento.
No aceptes peticiones de conexión de desconocidos. Si recibes una solicitud de emparejamiento inesperada o desconocida, recházala.
Revisa periódicamente los dispositivos autorizados a vincularse por Bluetooth y elimina aquellos que ya no estés usando.
Cuida tus dispositivos con contraseñas seguras y mantén actualizado el software, para obtener los últimos parches de seguridad.