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Ciberseguridad

¿Sabes identificar fake news? Claves para ser un consumidor crítico de información

Fundamentos para erigirse en un consumidor crítico de información: estrategias para detectar y combatir las noticias falsas en la era digital.

Periodista

10 minutos

Para combatir las fake news es preciso adoptar hábitos como verificar la fuente de la información.

Las fake news, o noticias falsas, son información creada deliberadamente para engañar, desinformar o manipular la opinión pública. Este fenómeno se manifiesta en diversos formatos, desde artículos engañosos hasta imágenes manipuladas y videos falsificados, siendo las redes sociales y aplicaciones de mensajería como WhatsApp y Telegram los principales vehículos de propagación. Su capacidad para condicionar nuestra percepción del mundo es alarmante, ya que alimentan la desconfianza en las fuentes de información legítimas y pueden influir en decisiones críticas, como el voto o la adopción de tratamientos médicos. Un ejemplo claro de esta dinámica tan nociva es la desinformación relacionada con la pandemia de COVID-19, donde circulaban afirmaciones falsas que vinculaban la tecnología 5G con la propagación del virus, lo que llevó a confusiones y actos de vandalismo contra instalaciones de telecomunicaciones.

Combatir las fake news es vital para proteger la integridad de la información y el funcionamiento de la democracia. Para ello, es crucial adoptar hábitos que nos permitan discernir la veracidad de lo que consumimos. Esto incluye verificar siempre la fuente de la información, leer el artículo completo antes de compartirlo y analizar la calidad del contenido en busca de faltas de ortografía o citas de expertos. Herramientas como InVID para verificar videos y plataformas como Maldita.es y Newtral.es ofrecen recursos útiles para analizar la validez y veracidad de una información en pocos clics. En nuestra vida cotidiana, mantener una mentalidad crítica y cuestionar los contenidos que parecen emocionales o sensacionalistas puede ser una barrera efectiva contra la desinformación. Al educarnos sobre estos temas y aplicar prácticas de verificación, podemos contribuir a crear un entorno más informado y responsable, salvaguardando así los cimientos de nuestra democracia.

Verificar quién esta detrás del perfil que difunde una noticia ayuda a luchar contra las fake news.

Pautas para identificar información falsa en Internet

En primer lugar, verifica la fuente de información, asegurándote de que provenga de medios confiables (podemos considerar como tales aquellos que ofrecen información verificada y basada en fuentes acreditadas; también es deseable que el medio presente una cobertura imparcial y equilibrada, evitando sesgos intencionales; además, que se adhiera a principios éticos y normas de transparencia en la corrección de errores). También es crucial que el contenido esté respaldado por expertos o estudios científicos. Asimismo, es importante leer el artículo completo y no quedarse solo con el titular, ya que, con cierta frecuencia, los titulares son sensacionalistas o engañosos.

Otra técnica útil es revisar la fecha de publicación, ya que muchas veces se presentan noticias antiguas como actuales. Y se puede buscar si otros medios confiables han cubierto la misma historia para verificar su veracidad. En esta línea, se recomienda analizar las imágenes utilizando herramientas como la búsqueda inversa de imágenes de Google, para comprobar si se ha empleado en otros contenidos. 

Otra estrategia de interés consiste en cuestionar la fuente de información, verificar quién está detrás del perfil que la difunde, si hablamos de marca de las redes sociales, como se señala en Arolsen Archives. También se debe prestar atención a los enlaces, buscando sitios web confiables, que incluyan información legal de su manera de proceder.

Referencias de verificación

En el ámbito hispanohablante, sobre todo vinculada a nuestro país, se han distinguido por su fiabilidad dos medios como herramienta de verificación rápida: Maldita.es y Newtral.es. Estas plataformas operan incluso a través de WhatsApp, facilitando el proceso de verificar la veracidad de una noticia en pocos pasos. A escala internacional, los medios que marcan la pauta en cuanto a la verificación son AFP Fact Check y Reuters Fact Check. Por su parte, la BBC apunta que otra táctica ejercitada para investigar la veracidad de una información es buscar en Google el titular y revisar los datos y el contexto; hablamos de pasos esenciales para confirmar la autenticidad de la información. La cadena británica también recomienda revisar las cifras citadas en la noticia. En el caso de que la información provenga de audio, se recomienda resumirla y buscar palabras clave en línea.

En este proceso, resulta clave revisar con atención la fuente de la información. Y es que, muchas veces, los sitios que publican noticias falsas imitan a medios confiables, usando URLs parecidas. Por ejemplo, una página puede tener una dirección casi igual a la de un diario famoso, pero con un pequeño error o una extensión rara como “info” en el lugar de .com. Si no reconoces el sitio, busca su sección “Acerca de nosotros” para comprobar si es una fuente legítima o un sitio para confundir.

Además, es fundamental investigar al autor del artículo. Una estrategia sencilla para indagar en sus credenciales y reputación es teclear su nombre en Google, para ver si es un periodista real y con una trayectoria confiable o si es solo alguien publicando información sin fundamento. Por último, insistir en que es clave que las noticias falsas apelan a las emociones, especialmente el miedo o la indignación. Por eso, si te encuentras con un titular exagerado que parece diseñado para asustarte como “!Última hora! Se prohíbe el uso de teléfonos móviles por ley a partir de mañana”, respira hondo y piensa: ¿esto suena real? También es útil utilizar herramientas de verificación de hechos adicionales a las ya mencionadas: como Snopes o PolitiFact, para comprobar si la noticia ha sido desmentida. Si dudas, es mejor no compartirla hasta estar seguro.

¿Nos creemos capaces de identificar una noticia falsa?

Un estudio de Behavioural Insights Team (BIT) muestra que mientras el 59% de los encuestados en el Reino Unido cree que puede identificar una información falsa, sólo el 36% confía en que otros lo puedan hacer, lo que revela una brecha preocupante entre la percepción personal y la realidad. En ese sentido, Eva Kolker, directora de mercados de consumidores y negocios en BIT, considera, en un reportaje en The Guardian, que el exceso de confianza en la capacidad de los usuarios para detectar noticias falsas "podría hacerlos más susceptibles a caer en ellos". Esta experta piensa que la educación de los usuarios es importante, pero se trata de un factor insuficiente por sí solo para resolver el problema. Kolker argumenta que se necesitan acciones más contundentes por parte de las plataformas de redes sociales y la intervención de reguladores y gobiernos para combatir la desinformación y crear un entorno más seguro.

Uno de los aspectos más interesantes del estudio del BIT es que propone medidas concretas para atajar el fenómeno de la desinformación, como el etiquetado rápido de publicaciones con información falsa, así como la reducción del contenido dañino. También sugiere publicar clasificaciones de plataformas según la cantidad de información errónea que alberguen. Aunque estas propuestas son valiosas, la eficacia de esas medidas todavía está por verse, ya que hay plataformas como X, antes Twitter, que han priorizado la libertad de expresión absoluta, lo que dificulta evitar la propagación de noticias falsas.

Consejos para un experto en tecnología

El público experto en tecnología y noticias falsas es cada vez más consciente de lo fundamental que es profundizar en el conocimiento de las tácticas y mecanismos más avanzados que utilizan los creadores de desinformación, para así aprender a reconocer esas fake news y cortar su difusión masiva. Estos especialistas también son cada vez más conscientes del rol que juegan las plataformas tecnológicas en su propagación. En estos entornos, una creación comúnmente empleada es la de los deepfakes: videos falsificados mediante inteligencia artificial que muestran a personas diciendo o haciendo cosas que nunca ocurrieron. Esta faceta del engaño eleva el nivel de sofisticación de las fake news, haciéndolas más difíciles de detectar, incluso para usuarios informados. Por ejemplo, durante las elecciones de Estados Unidos en 2020, se distribuyeron videos manipulados para distorsionar las posiciones políticas de algunos candidatos. Cuando eso sucede, la detección se hace más compleja, requiriendo herramientas avanzadas de verificación de contenido audiovisual, como las que están desarrollando Adobe o Microsoft para chequear la autenticidad de imágenes y videos.

Lamentablemente, la propagación de noticias falsas no depende sólo de fuentes pequeñas o dudosas. En esa dirección, los algoritmos de plataformas como Facebook, X o Youtube priorizan el contenido que genera más interacción, independientemente de su veracidad. Según una investigación del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), que analizó 126.000 noticias desde 2006 hasta 2017, las noticias falsas se difunden un 70% más que las noticias verificadas, lo que incrementa su visibilidad y alcance. Otra de las averiguaciones clave del estudio es que la divulgación de las noticias falsas alcanza su máxima expresión en momentos de alto interés informativo, como la que puede representar en estos momentos las elecciones presidenciales de Estados Unidos. En ese marco, un grupo de especialistas en ciencias políticas, liderado por David Lazer, profesor de Ciencia y Ciencias Computacionales de la Universidad Northeastern, en Boston, EE.UU., alertaron en su momento la revista Science del riesgo de que las noticias falsas tengan “un impacto electoral, aumente el cinismo y la apatía y estimulen el extremismo”. Para modificar la situación, los expertos apuestan por “rediseñar el ecosistema informativo en el siglo XXI”.

Las noticias falsas pueden tener un impacto electoral.

En este entramado tan complejo y sofisticado de engaño, resulta importante resaltar el rol de los bots y granjas de trolls en la diseminación masiva de fake news. Plataformas como X han sido escenario de campañas organizadas, donde redes de bots automatizados y trolls profesionales inundan las conversaciones con información falsa o sesgada, como ocurrió por ejemplo en la elección presidencial de Estados Unidos en 2016. La cuestión es que estos bots están programados para generar miles de interacciones falsas de manera que aumentan artificialmente la visibilidad de ciertos contenidos y crean la ilusión de consenso. ¿Cómo combatir esta tendencia? Herramientas especializadas como Botometer o iniciativas de análisis de redes sociales, como las de Graphika, se han vuelto esenciales para desenmascarar estas tácticas. Sin embargo, la constante evolución de estas técnicas obliga a los expertos a mantenerse siempre un paso  por delante en la lucha contra la desinformación.

Estrategias de la UE contra las fake news

La Unión Europea (UE) ha reconocido el gran impacto que las noticias falsas tienen sobre la sociedad y la democracia, y ha implementado diversas estrategias para combatir este fenómeno. Según el relato que ha articulado el Parlamento Europeo, uno de los problemas clave es que las noticias falsas, o la desinformación deliberada, se difunden rápidamente a través de las redes sociales, donde los algoritmos priorizan el contenido que genera más interacción emocional. Esta tendencia no solamente dificulta que los usuarios detecten la manipulación, sino que facilita su viralización sin que la información sea verificada. En ese sentido, resulta preocupante que seis de cada diez noticias compartidas en redes sociales no hayan sido leídas previamente por quienes las comparten. En este contexto, una encuesta realizada por la UE señala que más del 80% de los ciudadanos europeos consideran que las noticias falsas son un problema, tanto en sus países como para la democracia en general.

Para contrarrestar esta amenaza, la UE propone varias estrategias. En primer lugar, se recomienda utilizar herramientas de verificación como el InVID Verification Plugin, diseñada específicamente para detectar la autenticidad de los videos e imágenes sospechosas. Esta herramienta es accesible para cualquier usuario y ofrece un recurso práctico para identificar contenido manipulado. Además, la Unión Europea promueve el seguimiento de iniciativas como EUVsDistinfo, una plataforma que desmiente noticias falsas y proporciona análisis detallados sobre campañas de desinformación. Asimismo, se propone el uso de DFRLab, que se dedica a estudiar la influencia digital y las tácticas de manipulación en línea. Y se hace un llamamiento a los usuarios para que denuncien contenidos sospechosos y actúen como "ciudadanos responsables" al verificar las fuentes y leer la noticia completa antes de compartirla, y mantenerse atentos a los titulares sensacionalistas o URL sospechosas. Otro de los enfoques de la UE es fomentar la alfabetización mediática y digital, y educar a la población sobre cómo funcionan los algoritmos de las redes sociales y qué señales deben buscar para detectar noticias falsas. Esta digitalización se complementa con campañas informativas que promueven el pensamiento crítico y el uso de herramientas como la búsqueda inversa de imágenes para comprobar si una foto ha sido utilizada fuera de contexto.

Más del 60% de adultos considera haber visto fake news

Para complementar todas estas pautas anti fake news, resulta de interés el artículo 10 Ways tot Spot Fake Videos and Falsehoods on the Internet, publicado en Aarp, de Edward C. Baig, que explora la creciente dificultad para discernir qué es verdad de lo que se publica en línea. Especialmente, en las informaciones relativas al uso de tecnologías avanzadas como la inteligencia artificial y efectos visuales. Según un estudio de Poynter Institute y YouGov, más del 60% de los adultos cree haber visto informaciones falsas de manera semanal, y este fenómeno afecta a todas las generaciones, aunque los más jóvenes se sienten ligeramente más seguros para identificarla. Alex Mahaderan, director de la iniciativa MediaWise, atribuye el aumento de la desinformación a la polarización política y la amplificación de falsedades a través de las redes sociales. En esas coordenadas, se enmarca un informe de Reuters Institute, según el cual más de la mitad de los encuestados afirma tener dificultades para distinguir entre noticias falsas y reales, lo que subraya la vulnerabilidad de todos ante la desinformación.

¿Cómo modificar esta dinámica? Lo más importante es prestar atención a la fuente y sus motivaciones, así como no dejarse llevar por las reacciones emocionales. Entre sus consejos incluyen verificar el origen de la información, usar herramientas de búsqueda inversa para imágenes y ser cauteloso con las capturas de pantalla sin contexto. También se sugiere tomar como guía de actuación en la certificación de la noticia tres preguntas clave del Stanford History Foundation Group: quién está detrás de la información, cuál es la evidencia y qué dicen otras fuentes. Estas pautas son esenciales para navegar de manera crítica el panorama digital actual y evitar caer en la trampa de la desinformación.