Un ciberataque a un proveedor de herramientas digitales ha ocasionado que la ciudad belga de Amberes haya sufrido importantes interrupciones en gran parte de sus servicios. Se han visto afectados algunos de los que usan los ciudadanos, las escuelas, las guarderías, las residencias y la policía.
Casi todas las aplicaciones de Windows han sido impactadas, en algunos casos el cliente de email municipal tampoco funcionaba e incluso el servicio telefónico ha dejado de estar disponible para ciertos departamentos. La plataforma de toma de decisiones de Amberes también se ha caído.
El sistema de reservas de la ciudad se visto igualmente impactado, dejando a muchas personas sin poder recibir sus documentos de identidad.
Lo que es más preocupante es que algunos servicios de salud y sociales también han sufrido las consecuencias de la violación de los hackers. Es el caso de la Compañía de Salud de Amberes, que brinda atención residencial a personas mayores en la provincia.
El ataque habría inutilizado el programa que usa el centro para realizar el seguimiento de la toma de medicación de los ancianos. Así, los médicos y auxiliares se han visto obligados a utilizar lápiz y papel para salir del paso y tirar de recetas en papel para adquirir nuevos medicamentos.
Huele a ransomware
Los piratas informáticos habrían logrado paralizar todas estas herramientas tras acceder de forma no autorizada a los servidores de Digipolis, principal proveedor de la urbe belga en materia digital.
En este momento se está llevando a cabo una investigación de lo ocurrido y no hay demasiada información disponible, pero todo apunta a un ataque de ransomware por parte de un actor de amenazas cuya identidad no ha trascendido. Así lo señala el medio local De Standaard.
Por ahora no se sabe cuándo los sistemas de TI volverán a funcionar con normalidad. No obstante, el alcalde de Amberes afirma que su impacto podría extenderse hasta finales de diciembre.
Tan solo hace una semana que el grupo de ransomware Ragnar Locker liberó datos robados pertenecientes a la policía local de Zwijndrecht, un municipio en la provincia de Amberes.
Los hackers robaron datos de matrículas de coches, archivos criminales, informes de investigaciones y otros documentos sensibles de los últimos 16 años en la que sería la mayor brecha de seguridad y filtración de datos de un servicio público en Bélgica hasta el momento.
Hace unos meses el Ministerio de Defensa belga también sufrió un ataque perpetrado supuestamente por ciberdelincuentes chinos.