El pasado verano, el teléfono personal de la ex primera ministra británica Liz Truss fue hackeado, según reveló ayer domingo el tabloide Mail on Sunday. Este hecho, según el periódico, sucedió el pasado verano, cuando todavía era titular de Exteriores.
Los ciberespías presuntamente estaban al servicio de Rusia, tal y como ha publicado dicho periódico, y estos interceptaron mensajes confidenciales entre Truss y diversos políticos internacionales, así como intercambios con el que semanas más tarde acabaría nombrando ministro de Economía, Kwasi Kwarteng.
El Ejecutivo ha rehusado, de momento, hacer comentarios, mientras que los partidos de la oposición han exigido una investigación sobre la presunta filtración de información secreta. "El Gobierno mantiene sistemas robustos de protección contra ciberataques que incluyen sesiones informativas regulares sobre seguridad con ministros, en las que se les ofrece consejos para proteger sus datos personales", indicó un portavoz oficial del Ejecutivo, tal y como pubica la Agencia Efe.
El Mail on Sunday asegura que el robo de mensajes se descubrió el pasado verano, pero el entonces primer ministro, Boris Johnson, y su secretario de gabinete, Simon Case, evitaron que se divulgara.