Según un artículo publicado en la revista china Command Control & Simulation, Pekín estaría investigando la posibilidad de integrar armas laser en sus submarinos, algo que sin duda daría a la Armada roja una verdadera ventaja, incrementando así sus capacidades submarinas de forma notable. El mismo artículo dedica una parte de su estudio a detallar los cada vez más numerosos desafíos a los que se enfrentan los vehículos submarinos debido a las cada vez más avanzadas tecnologías antisubmarinas, y que por lo tanto, la integración y utilización de armas de energía dirigida compensarían de alguna manera esa balanza negativa táctica que tienen los submarinos.
Lo cierto es que aunque la tecnología avanza para todo tipo de vehículos militares, la defensa submarina como la conocemos hasta ahora, con sus maniobras de defensa como el cambio de velocidad, dirección y profundidad, ha demostrado ser insuficiente contra las aeronaves antisubmarinas modernas equipadas con avanzados sistemas de detección y armas, encontrándose los sumergibles armados en inferioridad de condiciones operativas hoy en día.
Pero una cosa es la idea del proyecto y su consecuente investigación técnica y otra cosa es la realidad, y es que el uso de armas láser en submarinos conlleva unos cuantos desafíos técnicos.
El primero de ellos sería la cuestión del enfriamiento efectivo y necesario para el tipo de armas láser, ya que el espacio del que dispone un submarino para este fin es muy limitado. Pero para este inconveniente los chinos podrían haber encontrado una solución con el desarrollo de un láser de fibra modular (que ya fabrica Lockheed Martin) y que utiliza fibras ópticas flexibles que pueden enrollarse para así ahorrar espacio y mejorar la eficiencia del enfriamiento.
Por otro lado tenemos la necesidad de cantidades ingentes de energía para producir el láser, lo que suponer otro gran reto cuando estamos hablando de un submarino bajo el mar. Pero este punto también podría tener solución: China encamina sus medios y tecnología submarina hacia submarinos de propulsión nuclear o eléctrica y esta misma energía podría proveer de las necesidades de un láser.
El desarrollo de este tipo de arma en un submarino podría ser tan solo una de tantas investigaciones en el campo militar, enmarcándose dentro de un contexto más amplio de modernización militar y aumento del presupuesto de defensa del país del dragón. China ha aumentado su presupuesto de defensa en un 7.2% para 2024, lo que confirma su intención de modernización de sus fuerzas armadas y el continuo fortalecimiento de sus capacidades tecnológicas.
Si los chinos consiguieran llevarlo a cabo, la integración de armas láser en submarinos no solo representaría un avance técnico, sino también una verdadera adaptación estratégica a las nuevas realidades del combate submarino. La incorporación de estas tecnologías podría cambiar significativamente la dinámica de las operaciones submarinas y su capacidad para enfrentar amenazas modernas, especialmente las capacidades antisubmarinas aéreas.