El Mando aéreo aliado de la OTAN ha dirigido una operación de entrenamiento dinámico entre el sistema francés MAMBA, apoyado por F-16 rumanos y F-15 estadounidenses, contra los Eurofighters italianos, los F-18 españoles y los F-16 turcos. Estos dos equipos simularon ejercicios aire-aire, así como ejercicios aire-tierra.
En estas maniobras, Rumania veía invadido su espacio aéreo por los F-18 españoles, F-16 turcos y Eurofighters italianos (los malos) frente a F-16 rumanos y F-15 USA, apoyados en el sistema MAMBA (los buenos).
En una doble misión, Italia y Francia prueban y ponen a punto el sistema de defensa aérea de largo alcance SAMP/T MAMBA, que suministraran a Ucrania en menos de un mes; sistema que permitiría al ejército ucraniano defenderse en gran parte de su territorio de los ataques de drones, misiles y aviones rusos, ante la destrucción y agotamiento de proyectiles del sistema S-300 (rusos) y pendiente de recibir los Patriot de Estados Unidos.
El sistema europeo de defensa antiaérea SAMP-T, apodo “Mamba”, “muerde rápido y muchas veces”; dispara hasta diez misiles en pocos segundos y puede atacar diez objetivos simultáneamente, además de hacerlo todo en un modo de giro de 360 grados, hasta un alcance máximo de 100 kilómetros. El desplegado en Rumania protege la zona estratégica del puerto de Constanza en el Mar Negro.
Todo el Operativo se coordinó desde el Centro de Operaciones Aéreas Combinadas de Torrejón y el Centro de Control e Información de Rumanía. El CAOC Torrejón, es la única base permanente OTAN es España.
Actualmente, se encuentran desplegados ocho cazas F-18 y 130 miembros del Ejército del Aire en Rumanía, base de Fetesti, control de Mar Negro, como parte del destacamento de defensa de su espacio aéreo. Su misión es la de vigilar el espacio aéreo europeo para evitar la incursión de aeronaves rusas sin identificar. En unos momentos particularmente difícil, no solo por la invasión de Ucrania, sino por las continuas tensiones y amenazas del ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, a Moldavia con ser el próximo país en seguir el destino de Ucrania.
Según Lavrov, "Moldavia es uno de los países que Occidente quiere poner contra Rusia". Más de 20.000 toneladas de municiones y equipamiento militar rusas, están almacenadas en un antiguo depósito de armas soviético en Cobasna, a dos kilómetros de la frontera con Ucrania, el mayor depósito de este tipo en Europa, protegido por 1.500 soldados rusos en la región separatista de Transnistria, una estrecha franja en el este de Moldavia. La autoproclamada «república» de Transnistria se separó de Moldavia en 1992 tras una breve guerra contra ese país.
Los ucranianos no atacan Cobasna porque “respetan” las fronteras de Moldavia, país amigo.
Moldavia se encuentra en una situación muy frágil ante el conflicto de Ucrania. Consciente de ello, la presidenta de esta República, Maia Sandu, nada más empezar la guerra solicitó oficialmente el ingreso del país en la Unión Europea, siguiendo el ejemplo de Georgia y Ucrania –dos países que ahora tienen tropas rusas en su territorio.
La base del problema sigue siendo que Ucrania es caza mayor para Putin, pieza menor para Biden.