El aumento de los incidentes de interferencia con los servicios de aviación, marítimos y otros servicios de telecomunicaciones por satélite está obligando a los Estados a reforzar de manera urgente la protección. Esa es la conclusión de la Organización de Aviación Civil Internacional (ICAO), la Unión Internacional de Telecomunicaciones (ITU) y la Organización Marítima Internacional (IMO), que en una declaración conjunta han manifestado su “grave preocupación”.
Estas alteraciones perjudiciales e intencionadas, en forma de jamming y spoofing, perturban el funcionamiento de los Sistemas Mundiales de Navegación por Satélite (GNSS) que operan en las bandas de frecuencia asignadas al Servicio de Radio Navegación por Satélite (RNSS).
Servicios esenciales para la seguridad
Se trata de sistemas que proporcionan servicios de posicionamiento, navegación y sincronización en todo el mundo, esenciales para la seguridad y eficiencia de la aviación civil, el transporte marítimo, las redes de telecomunicaciones, así como para los vehículos que prestan asistencia comunitaria.
El jamming consiste en la emisión de señales que interrumpen o interfieren de forma intencionada las transmisiones GNSS. Y el spoofing, como suplantación de identidad, lanza señales falsas, similares a las del GNSS, que pueden provocar errores en la navegación.
“Los Sistemas Globales de Navegación por Satélite son fundamentales para nuestra seguridad en tierra, mar y aire”, señaló la secretaria general de la ITU, Doreen Bogdan-Martin, quien destacó que “los Estados miembros deben garantizar el funcionamiento ininterrumpido de estos sistemas para la seguridad de todos y la resiliencia de los servicios esenciales de los que dependen nuestras vidas”.
Aumento de la cooperación
La declaración conjunta de los tres organismos de la ONU citados exige a los Estados que se proteja el RNSS de las transmisiones que puedan causar interferencias perjudiciales que degraden, interrumpan o induzcan a error las señales utilizadas con objetivos civiles y humanitarios, y el refuerzo de la resistencia de los sistemas.
También se pide que se mantenga la infraestructura de navegación convencional suficiente para el apoyo de contingencia en caso de interrupciones y señales engañosas, y el desarrollo de técnicas de mitigación de la pérdida de servicios. Para conseguir esta protección debe aumentar la colaboración entre las autoridades responsables de la regulación radioeléctrica, de aviación civil, transporte marítimos, de defensa y entidades reguladoras.
Uso responsable del espectro radioléctrico
La declaración solicita además el reporte de los casos de interferencia al GNSS las autoridades competentes en la materia y a la Oficina de Radiocomunicaciones de la ITU.
Por su parte, el director de la Oficina de Radiocomunicaciones de la ITU, Mario Maniewicz, indicó que “la protección de los sistemas de radiocomunicaciones contra las interferencias perjudiciales es uno de los principales cometidos de la ITU”. Y añadió un llamamiento al “uso responsable del espectro radioeléctrico, un recurso precioso, natural y compartido del que dependemos para comunicarnos, viajar y trabajar en nuestra vida cotidiana”.