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Defensa

España cerró diez contratos de armas con Israel tras la suspensión de compras militares

Desde que comenzó la ofensiva en Gaza, nuestro gobierno ha cerrado acuerdos de armas por valor de 1.040 millones de euros con empresas de este país.

Ex militar y experto en Seguridad.

4 minutos

a vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero; el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz. Foto: A. Pérez Meca / Europa Press.

El Gobierno de España decidió en el día de ayer rescindir unilateralmente el contrato de adquisición de munición por seis millones de euros para la Guardia Civil con la empresa israelí IMI Systems. La compra de 15 millones de balas a esta empresa, que estuvo a punto de ser cancelada por el estallido de la guerra de Gaza, se hizo pública tras su publicación en la Plataforma de Contratación del Sector Público durante la Semana Santa, generando un profundo malestar en el Gobierno de coalición y sus aliados de izquierdas, que reclamaron la dimisión del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, si no se revertía el acuerdo.

Pero, ¿por qué en abril de 2025 se decidió contratar una partida suspendida desde octubre 2023? La respuesta no tiene nada que ver con la munición adquirida sino con el arma a servir: la pistola EMTAN Modelo Ramon, que en 2021, tras la convocatoria de un concurso público para la compra de más de 9.000 unidades para la Guardia Civil, y con un presupuesto de unos tres millones de euros, resultó adjudicada en competición con la Glock 19 y con Heckler & Koch. Se trató de un concurso en el que, frente a parámetros de uso policial, Interior decidió otorgar un 60% de la puntuación al precio del arma.

Sin embargo, dos años después de resolverse el concurso, sindicatos de la Guardia Civil denunciaron “uso defectuoso”, así como "deficiencias graves" de este arma. Muchos agentes e instructores de las Unidades de Seguridad Ciudadana de Comandancia y los Grupos de Reserva y Seguridad se quejaron del el "altísimo porcentaje" de "interrupciones" (encasquillamientos) entre las 'Ramon' distribuidas en las comandancias desde 2021.

Dos años después, en 2023, tras mejorar la uña extractora, el fabricante EMTAN Ramon, de Israel, aconsejaba a la Guardia Civil utilizar munición original, ya que con munición israelí esos casos eran mínimos. Y esa fue la razón por la que se puso de nuevo en marcha este contrato que ayer Pedro Sánchez decidió cancelar.

Pero es que además de anular la compra de las balas, el Ejecutivo ha dictaminado que la empresa israelí Guardian Defense & Homeland Security S.A, que lleva más de 15 años trabajando en España, no podrá importar material al país porque su permiso ha sido denegado, un problema que Interior tendrá que resolver de alguna manera -si no quiere que la Guardia Civil siga disponiendo de armas que se encasquillan constantemente-, y que solo representa la punta del iceberg de las relaciones armamentísticas entre España e Israel.

El verdadero peso de la industria de defensa israelí en España

Como el lector recordará, después del anuncio del presidente del 'Plan de Rearme', España ha confirmado que alcanzará este mismo año el objetivo de destinar el 2% del PIB a Seguridad y Defensa en línea con los compromisos adquiridos con la OTAN. Esto supone una inversión de cerca de 11.000 millones de euros, parte de los cuales ya están comprometidos o en marcha con empresas del sector armamentístico israelí que participan en proyectos de la industria de defensa española.

De hecho, pese a la prohibición y multitud de gestos y mensajes del Ejecutivo, tal y como nos han confirmado fuentes del sector, España sigue comprando armas a dicho país: más de 40 contratos de armas desde octubre de 2023. De hecho, según el estudio realizado por el Centre Delàs dÉstudis per la Pau, nuestro país ha cerrado acuerdos de armas por valor de 1.040 millones de euros con empresas israelíes desde que comenzó la ofensiva de Israel en Gaza, diez de los cuales se cerraron después de octubre de 2024, mes en que el Ministerio de Defensa español anunció la suspensión de todas las compras militares a Israel.

Entre los acuerdos pendientes se encuentran, por un lado, la adquisición por 576 millones de euros del sistema de lanzamiento de cohetes SILAM, basado en la tecnología PULS de la firma israelí Elbit. El SILAM (Sistema Lanzador de Alta Movilidad) es un proyecto español de lanzacohetes múltiple móvil que actualmente está siendo desarrollado por las empresas españolas Rheinmetall Expal Munitions, filial española de Rheinmetall, y Escribano Mechanical & Engineering (EM&E), la empresa de la familia Escribano, con lo cual, para cumplir la palabra del Gobierno y frenar el SILAM, hay que enfrentarse a la propia industria española. Más aún, Elbit Systems, ha anunciado planes para establecer dos fábricas de material militar en Marruecos, una de ellas en Casablanca. Estas instalaciones producirán sistemas de defensa, incluyendo drones kamikaze, y forman parte de un esfuerzo más amplio para desarrollar una base industrial de defensa en Marruecos.​ En el ámbito de la artillería, el país alauita eligió a Elbit Systems como su proveedor principal, adquiriendo 36 sistemas de artillería autopropulsada Atmos 2000.

Asimismo cabe destacar la compra por 237 millones de euros de misiles SPIKE adjudicada a PAP Tecnos, una filial española de Rafael Advanced Defense Systems de Israel. El Spike es un misil guiado antitanque de cuarta generación. La corporación Rafael desarrolla y produce tecnologías militares para las Fuerzas de Defensa de Israel, así como para la exportación. Todos sus proyectos en curso han sido clasificados como de alto secreto.

Según nos señalan nuestras fuentes, el propio Ministerio de Defensa considera sus programas (como el SILAM o el SPIKE) como “insustituibles”, justificando así su continuidad a pesar de que la propia publicidad de los misiles SPIKE los define como “probados en combate” en Gaza, algo que anuncia nuevas tensiones entre Pedro Sánchez y sus socios de gobierno de SUMAR.