El importante crecimiento de la industria de defensa española es ya un hecho, pero con ello también crecen los retos y desafíos que una industria de esta complejidad conlleva. Navantia está realizando un ambicioso proyecto para atraer al talento joven y dar a sus proyectos a largo plazo la estabilidad y productividad necesaria. Aun así, este tipo de industria necesitará sin duda de la experiencia de los más veteranos y porque no, de los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que se quieran reciclar aquí, dando ese extra de confianza y confidencialidad que necesita este sector en muchos de estos proyectos.
Navantia, el mayor astillero de España y ya convertido en uno de los actores más relevantes en la industria europea de defensa, ha experimentado un importante crecimiento en los últimos años. Este desarrollo no solo se refleja en sus resultados financieros, sino también en el incremento de su plantilla y en la incorporación de tecnología avanzada para satisfacer las demandas de proyectos complejos. En 2022, la compañía triplicó el volumen de sus contrataciones, alcanzando los 1.742 millones de euros, y prevé mantener un ritmo de crecimiento constante en el futuro, con una cartera de pedidos estimada en 10.000 millones de euros para el periodo 2023-2027.
Ante este tipo de desafíos, Navantia ha llevado a cabo un ambicioso plan de rejuvenecimiento de plantilla, incrementando el número de empleados y atrayendo talento joven para asegurar la continuidad de sus proyectos a largo plazo. Durante 2022, la compañía incorporó a 446 nuevos trabajadores, alcanzando una plantilla total de 4.547 empleados, de los cuales el 40% son titulados universitarios especializados en áreas críticas para esta industria como diseño, ingeniería de producción y digitalización. Este aumento ha permitido a Navantia reducir la edad media de su plantilla de 53 a 46 años, un paso importante para reforzar su capacidad productiva y competitiva.
Como parte de su plan estratégico, el 25,6% de las nuevas incorporaciones han sido mujeres, y el 58% de los nuevos empleados tiene menos de 35 años.
Plan de crecimiento y proyectos internacionales
Los nuevos contratos internacionales y el desarrollo de programas de defensa avanzados parecen asegurar un crecimiento sostenible para la compañía en los próximos años. Uno de los principales proyectos que garantizará una mayor carga de trabajo y proyección internacional es la construcción de tres buques de apoyo logístico (FSS) para la Royal Fleet Auxiliary del Reino Unido, en el marco del programa Team Resolute, valorado en 1.600 millones de libras. Esta colaboración implica la construcción de bloques en Cádiz y su ensamblaje en Belfast, asegurando empleo en ambos países y fortaleciendo la posición de Navantia en el mercado británico.
En Oriente Medio, Navantia se ha consolidado como socio estratégico de Arabia Saudí a través del contrato de 900 millones de euros para la integración de sistemas de combate en las corbetas Avante 2200, desarrolladas para la Real Armada Saudí. Este proyecto, en colaboración con Saudi Arabian Military Industries (SAMI), no solo proporciona ingresos significativos, sino que incluye un fuerte componente de transferencia de tecnología, con el objetivo de desarrollar localmente el 60% de las capacidades de defensa del país.
En el norte de Europa, Navantia ha asegurado su presencia con contratos de soporte técnico y modernización para la Armada Noruega, centrados en las fragatas de la clase Fridtjof Nansen. Estos proyectos permitirán a Navantia actualizar las capacidades de estas unidades y mantener su relación a largo plazo con el Ministerio de Defensa noruego, generando nuevas oportunidades para futuros programas de modernización.
Proyectos militares en marcha y futuras capacidades
Además de estos importantes contratos internacionales, Navantia tiene en marcha una serie de proyectos financiados por el Fondo Europeo de Defensa (EDF), que incluyen el desarrollo de nuevas tecnologías para la integración de vehículos no tripulados y la digitalización de plataformas navales. Estos proyectos están valorados en 24 millones de euros.
Además, Navantia ha consolidado su línea de negocio de energías renovables, gestionada bajo la marca Navantia Seanergies. La construcción de monopiles XXLy su inversión en Enagás Renovable como parte de su apuesta por la descarbonización proporcionan a Navantia una ventaja competitiva en un mercado que exige cada vez más soluciones sostenibles. La compañía espera que estos nuevos desarrollos le permitan superar los 2.000 millones de euros en ingresos anuales a partir de 2024.
Pero no hay que olvidar que se trata de una industria sumamente compleja y que prácticamente está despegando en nuestro país, y por ello el crecimiento acelerado de Navantia no está exento de desafíos. Los altos precios de las materias primas y el impacto de las fluctuaciones en los tipos de interés han afectado sus resultados, cerrando el ejercicio de 2022 con pérdidas de 96,9 millones de euros. A pesar de ello, la empresa ha mantenido un fuerte nivel de inversión en modernización y optimización de procesos, destinando 82,4 millones de euros a la mejora de sus instalaciones y tecnologías digitales.
La proyección de Navantia hacia la diversificación de sus líneas de negocio, su capacidad para atraer talento joven y su estrategia de expansión internacional la posicionan como un actor clave en la industria de defensa europea.