Ayer hackearon la página de Instagram del Estado Mayor de la Defensa, Emad, y aunque afortunadamente pudieron recuperarla, lo sucedido revista cierta gravedad. Según ha podido saber Escudo Digital todos los indicios de la apuntan a que se podría haber realizado un ataque de phishing a alguna de las personas relacionadas con las cuentas de las redes del Ejército. Afortunadamente, pudieron recuperar la cuenta.
Y probablemente, al carecer del factor de doble verificación, desde el móvil o la computadora del véctor de ataque han accedido a la información. No ha podido ser de forma casual. Es muy inviable, apuntan fuentes relacionadas con el mundo de la ciberseguridad, "que alguien haya perdido en el fondo de un bolso el móvil desbloqueado y las leyes de la gravedad hayan provocado la desprotección de la página". Se trata de un burdo ataque de phishing, pero lo que sí es cierto es que no reviste tanta gravedad como pudiera parecer: "Se trata de una cuenta de Instagram, no de la Web del EMAD", y el hackeo no tiene repercusiones sobre las actuaciones el Ejército. Se presupone que las páginas importantes estarán mucho más vigiladas.
De hecho, hay alerta máxima. Varios miles de servidores de diversos ministerios han sido desconectados para evitar problemas. El Gobierno está redoblando sus esfuerzos para proteger la ciberseguridad de nuestro país. Mucha gente ha pasado la noche del 28 de febrero al día 1 de marzo en vela dejando todo a punto para evitar más ciberataques.
Putin vive sus horas más bajas, y podrían incluso asesinarlo
Al mismo tiempo, fuentes del ámbito bancario y la economía afirman que Putin está muy dañado. "Él pensaba que iba a durar esto tres días, pero no va a poder financiar la guerra si le han bloqueado el sistema SWIFT. Se comporta como un Zar y no sé da cuenta de que a los oligarcas rusos que le apoyan no se les puede cortar el dinero".
Se juega mucho, añaden, y no sería de extrañar que en un momento dado quisieran que desapareciera, afirman expertos en geoestrategia consultados. Es decir que pudiera llegar a ser asesinado.
Y es que hasta la Duma le está retirando su confianza, y hasta en el Ejército se están elevando voces disidentes en su contra. "No ha calculado las repercusiones económicas ni el daño que podía hacerle el ataque. Y el recurso a la amenaza nuclear demuestra que está perdiendo los nervios. Es una locura en la que perdería toda la humanidad" añaden. Ello no resta peligrosidad a la situación, ya que se comporta como un zar autocrático que no tiene nada que perder.