La próxima entrega del Elcano Policy Paper se va a presentar en enero de 2023 bajo el título "España en el mundo 2023: perspectivas y desafíos en seguridad". Será la décima edición de este estudio que elabora anualmente el equipo de investigadores del Real Instituto ElCano para examinar las perspectivas y desafíos que afronta España en los escenarios mundial y europeo. Todavía faltan unos días para que vea la luz, pero el Instituto ha compartido un análisis de cinco de sus investigadores que constituye una de las 10 secciones del Elcano Policy Paper y sirve como un anticipo perfecto de lo que vislumbra.
Las perspectivas de seguridad y defensa de España y de Europa
El documento comienza resaltando que durante el 2022, en un contexto claramente marcado por la guerra en Ucrania, España ha sido protagonista en materia de seguridad internacional por la "exitosa" celebración de la cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Madrid, donde destaca la aprobación del Concepto Estratégico así como que este se haya sincronizado con la nueva Brújula Estratégica de la UE.
Según señala, ambos documentos se adaptan "al contexto de competición geopolítica con China y agresividad rusa", pero advierte que "requieren una defensa colectiva más ambiciosa" y que, para España, plantean un reto a su cultura estratégica al obligarla a asumir un mayor nivel de ambición presupuestario y operativo.
"De no haberse producido la invasión de febrero, la política española de defensa y seguridad se hubiera tenido que enfrentar a la necesidad de justificar el incremento de recursos que exigiría la actualización de las estrategias atlántica (Concepto Estratégico de la OTAN) y europea (Brújula Estratégica de la UE). La invasión acabó de arrollar el tabú del incremento de gastos en defensa y el gobierno español se comprometió a subir sus presupuestos de defensa hasta el 2% del PIB en 2029".
Los investigadores del Real Instituto ElCano consideran que la duplicación del objetivo de gasto va a sofocar "problemas crónicos como la insuficiencia presupuestaria" o de capacidades militares, pero inciden en que "no resuelve otros como la inestabilidad, la eficacia o la legitimación de las decisiones de gasto que tendrán que acometerse en 2023". Además, señalan que se "requieren acciones en paralelo que atiendan a la necesidad de contar con una base tecnológica e industrial de la defensa nacional que sea estable, eficaz y legítima".
"Sin un programa plurianual de inversiones será posible gastar más pero no será posible acometer la transformación de la economía de defensa que precisa España", avisan.
El informe también subraya que durante la elaboración del Concepto Estratégico, España se esforzó para que este recogiera "los problemas críticos que plantean los riesgos del Mediterráneo, el norte de África y el Sahel para su seguridad y defensa", pero que la OTAN solo reconoció su existencia en el "inventario general de riesgos de los 30º" y no se contemplan nuevas misiones y operaciones salvo las anunciadas para Ucrania.
"La dinámica de confrontación se va a focalizar en dos frentes distintos: uno, de alta intensidad y corto plazo, derivado de mantener la disuasión militar frente al revisionismo ruso; y otro, de intensidad creciente y mayor plazo, la competición geopolítica con China".
Según los autores del análisis, el primer frente representa para potencias como Estados Unidos, Australia, Japón y Corea del Sur, "una distracción respecto al segundo, que está en el centro de gravedad de su situación estratégica". En cambio, indica que los países europeos están más preocupados por lo que ocurre en el continente que por lo que pueda suceder con China y que, en su caso, la distracción es participar en una competición geopolítica "para la que no está preparada su cultura estratégica, más favorable al apaciguamiento que a la contención".
"La guerra seguirá desarrollándose en 2023, con fuerte apoyo euroatlántico al país agredido (que contrasta con la indiferencia del Sur Global), si bien no es descartable que entre los aliados se inicie una dinámica para buscar posibles salidas al conflicto", indica el informe.
"Por el contrario, las partes enfrentadas no considerarán interrumpir el conflicto porque esperan ganarlo siguiendo el momento actual (Ucrania) o buscando un mejor momento en el futuro (Rusia)", añade, sin descartar tampoco que la Federación Rusa recurra a una escalada nuclear como ya ha amenazado si ve en riesgo su seguridad.
Terrorismo global y radicalización yihadista
Aunque el análisis del Elcano Policy Paper recuerda que este verano se cumplieron cinco años desde los atentados en Barcelona y Cambrils, asegura que la amenaza terrorista persiste, tanto por parte de al-Qaeda como de Estado Islámico. Además, apunta que es un terrorismo todavía más "complejo y diversificado" y que "ambas organizaciones yihadistas ambicionan ejecutar algún atentado espectacular en países occidentales, mientras que células independientes y actores solitarios continúan suponiendo un peligro".
En España, dice que los focos de esta amenaza yihadista son exógenos y endógenos. Según indica, las operaciones policiales desarrolladas en 2022 han puesto de manifiesto que entre los primeros "continúan destacando el escenario de conflicto que configuran Siria e Irak, al igual que Marruecos. Pero vuelve a adquirir relevancia Pakistán y, con el retorno de los talibanes al poder, también Afganistán".
"Además, se han constatado las interconexiones entre yihadistas residentes en España y otros establecidos en Francia, Bélgica e Italia. El foco endógeno tiene sus principales demarcaciones en Cataluña, Ceuta, Melilla, la Comunidad de Madrid y provincias del Levante español correspondientes tanto a la Comunidad Valenciana como a la región de Murcia".
Los investigadores del Real Instituto ElCano también advierten que actualmente España se enfrenta a varias posibles expresiones de la amenaza de terrorismo terrorista y que, además, la reproducción del yihadismo global continúa en nuestro país a través de procesos de radicalización en los que se ha constatado que uno de sus objetivos prioritarios son los menores.
"España, al igual que otros países europeos, sigue afrontando importantes retos en el ámbito penitenciario. La gestión del fenómeno yihadista en las prisiones presenta múltiples desafíos, que incluyen la prevención de la radicalización violenta entre internos comunes, la detección del riesgo de reincidencia entre condenados por delitos de terrorismo y su efectiva reintegración social tras el cumplimiento de penas privativas de libertad", se lee en el análisis.
Para hacer frente a la "persistente" amenaza del terrorismo yihadista en España, los investigadores abogan por que el Gobierno mantenga la calidad de las distintas unidades antiterroristas, la coordinación entre ellas y una efectiva cooperación internacional, particularmente en la Unión Europea, con Marruecos y otros vecinos del sur.
Los dos compromisos que tiene España en 2023 para la agenda antiterrorista
El primero que nombra el análisis es la nueva Estrategia Integral contra el Terrorismo Internacional y la Radicalización (EICTIR), que España debe presentar en 2023. Según alega, el nuevo documento ha de conceder un papel central a las víctimas y deberá reflejar una serie de aspectos que han adquirido recientemente una particular singularidad.
Como segundo compromiso "importante" de la agenda terrorista española de 2023 se refiere a la presidencia del Consejo de la Unión Europea. "España debe aprovechar esta circunstancia para impulsar algunos de los temas que resultan prioritarios en su acción contra el terrorismo, donde las víctimas tienen un papel central, además de favorecer el debate sobre asuntos de interés general para el conjunto de los Estados miembros, como el escenario de seguridad en los Balcanes y el Sahel", rematan los investigadores del Real Instituto ElCano en su análisis, una de 10 secciones del Elcano Policy Paper "España en el mundo 2023: perspectivas y desafíos".