• Home /

  • /

  • Drones militares: tipos y cómo transforman la estrategia de defensa

Defensa

Drones militares: tipos y cómo transforman la estrategia de defensa

El mercado comercial de estos aparatos tendrá un crecimiento multimillonario hasta 2028.

Experto en migraciones y analista internacional.

4 minutos

Dron MQ-9 Reaper disparando misiles aire-aire, un ejemplo de la tecnología de los drones militares. Foto: US Army.

El mercado global de drones militares está experimentando una transformación brutal, impulsado por avances tecnológicos y una creciente demanda estratégica por los conflictos que existen actualmente y también los que se esperan.

Proyectado para crecer de 13.000 millones de dólares en 2023 a 18.200 millones en 2028, el sector se consolida como una pieza clave en las operaciones de defensa moderna. Desde tareas de inteligencia y vigilancia hasta ataques de precisión y apoyo logístico, los drones están redefiniendo el campo de batalla y posicionándose como un recurso imprescindible en la estrategia militar global. Este auge no solo refleja una tendencia de expansión económica, sino una evolución en las tácticas y capacidades que podrían cambiar el rostro de la defensa en los próximos años.

El mercado global de drones militares está sin duda en una fase de expansión (acelerada), auspiciado tanto por los avances tecnológicos en áreas como la inteligencia artificial (IA) y los sistemas autónomos como por el aumento de las tensiones geopolíticas y las necesidades de defensa (Ucrania/Rusia, Israel/Irán, Indo-Pacifico).

El crecimiento del mercado hasta 18.200 millones en 2028 supondrá una tasa de crecimiento anual compuesto (CAGR) de aproximadamente el 7% según varios estudios recientes. Pero se podría llegar a una CAGR de hasta el 12,21% en mercados específicos, impulsada principalmente por la demanda de drones ISR y drones de combate en zonas de conflicto y de vigilancia de fronteras.

Perspectivas regionales del mercado

El sectór crecerá de 13.000 millones de dólares en 2023 a 18.200 millones en 2028

Norteamérica. Siendo el mayor mercado (y el ejército más poderoso del mundo), Estados Unidos realiza enormes inversiones en tecnología de drones por parte de su sector de defensa. Aquí tenemos a los líderes de la industria como General Atomics, Northrop Grumman y Lockheed Martin han posicionado a la región como un centro para la producción y despliegue avanzado de UAV.

Europa. Además del brutal movimiento de drones militares que supone la guerra entre Rusia y Ucrania, el mercado europeo está experimentando un aumento en la demanda de drones, gracias a iniciativas de modernización de la defensa y colaboraciones transfronterizas. Países como Alemania, Francia y Reino Unido están invirtiendo fuertemente en drones ISR y de combate para fortalecer sus capacidades de defensa.

Asia-Pacífico. Se espera que la región tenga el crecimiento más rápido, motivado por el aumento de los presupuestos de defensa y las tensiones geopolíticas. Países como China e India invierten cada vez más en tecnologías UAV, enfocándose en mejorar sus capacidades ISR y de combate en las fronteras regionales, sin olvidarnos de Taiwán, que está centrando su defensa de una posible invasión china en diferentes sistemas de drones.

Segmentación

La guerra entre Rusia y Ucrania está movilizando muchos drones militares.

El mercado de drones militares se compone de segmentos clave y cada uno desempeña un papel crítico en las operaciones militares actuales. Los drones de combate se han convertido en una herramienta indispensable, pues ofrecen capacidades de ataque de precisión que reducen la exposición de los pilotos en situaciones de alto riesgo. Estos dispositivos permiten realizar ataques selectivos y brindan una ventaja táctica significativa en el campo de batalla, especialmente con modelos avanzados como el MQ-9 Reaper y el MQ-1 Predator, que destacan por su durabilidad y sistemas de ataque precisos.

Los drones ISR (inteligencia, vigilancia y reconocimiento) son fundamentales para proporcionar datos en tiempo real, una necesidad crítica en la toma de decisiones en zonas de conflicto. Estos aparatos están equipados con sensores y cámaras de alta resolución que extienden la capacidad de observación de las fuerzas terrestres, facilitando una vigilancia eficaz, la identificación de objetivos y el monitoreo continuo de amenazas en áreas de alta sensibilidad.

Los drones logísticos se han vuelto esenciales en operaciones en terrenos complejos y de difícil acceso, porque permiten el abastecimiento de tropas en ubicaciones remotas. Su capacidad para transportar suministros esenciales como municiones y equipo médico asegura la continuidad de las operaciones, minimizando así los riesgos y esfuerzos requeridos del personal en el campo.

Inteligencia artificial

El desarrollo tecnológico de los drones anticipa un cambio en la estrategia militar.

A estos tres tipos se les podrían sumar los drones de comunicaciones y guerra electrónica y los drones de ataque en enjambre. En el futuro también podremos hablar de drones hipersónicos, autónomos con inteligencia artificial avanzada, acuáticos y submarinos, y con energía láser o microondas.

En un mundo donde la tecnología no solo sigue el ritmo de las amenazas, sino que ya las anticipa, el desarrollo de drones militares es ya una piedra angular en las estrategias modernas de defensa. Hoy, la unión de inteligencia artificial, sistemas autónomos avanzados y aviónica de última generación está cambiando las reglas del juego en el mercado, dándoles a los ejércitos un grado de precisión y control que jamás se había visto.

Con los avances en IA, estos aparatos ya no son meros vehículos guiados, sino plataformas autónomas capaces de ejecutar misiones complejas con apenas intervención humana. Esta autonomía significa que los drones pueden adaptarse sobre la marcha en entornos hostiles, rastrear objetivos en movimiento y sortear obstáculos mientras recopilan y transmiten datos vitales en tiempo real. Este tipo de precisión en operaciones de vigilancia y combate modifica su papel en el campo de batalla, pasando de ser herramientas de apoyo a activos operativos.

Además, la industria ha enfocado mirada en superar las limitaciones de autonomía de vuelo. Nuevas celdas de combustible y tecnologías de baterías están expandiendo la autonomía de estas aeronaves, dándoles la capacidad de operar en misiones prolongadas en zonas remotas y de alto riesgo. Esta evolución técnica resulta clave para sostener misiones críticas sin la necesidad de reabastecimiento inmediato, un cambio que aumenta la eficacia y seguridad de los despliegues tácticos.

El contexto contribuye a la consolidación del papel de los drones en arsenales de todo el mundo, no solo como dispositivos operativos, sino como un recurso esencial que podría redefinir el futuro del combate.