Casi todos los países europeos de la OTAN miran de reojo la inminente llegada del reelegido presidente americano Donald Trump y sus “amenazas” y exigencias de un brutal aumento del gasto en seguridad y defensa. Y quizás por ello, Letonia acaba de afirmar que, siguiendo los pasos de Polonia, quiere llegar a un gasto del 4% del PIB en esta materias. En unos pocos años, Letonia quiere incrementar su gasto en defensa aproximadamente hasta el 4% de su Producto Interno Bruto (PIB), una intención que confirmo su presidente Edgars Rinkēvičs, tras reunirse con la primera ministra Evika Siliņa el pasado miércoles 8 de enero.
Letonia acelera su gasto militar hacia el 4% del PIB
Comparativa países OTAN gasto en defensa entre 2014 y 2023. Fuente: OTAN.
El presidente letón, que recientemente recibió un informe general del estado de sus fuerzas armadas, afirmó que el presupuesto para seguridad previsto anteriormente del 3,5% para el 2027 no es suficiente, y que seguir trabajando para llegar al 4% del PIB lo antes posible (siendo realistas, “lo antes posible” podría suponer bastantes años).
Todo este maremoto político en torno a los presupuestos de seguridad de los Estados europeos tendrá su culmen el próximo junio de este 2025 cuando se celebre la cumbre anual de la OTAN y donde, si no hay sorpresas de por medio, el tema central de dicha reunión va a ser sin duda el gasto económico de la Alianza Atlántica, y donde seguro el presidente estadounidense va a intentar poner la “cara colorada” a más de un país aliado por este tema (¿España?).
Europa ante una nueva era de seguridad
Aunque hemos visto como Europa en general aceleraba su proceso de rearme y un desarrollo notable de sus respectivas industrias militares, el verdadero detonador de estos cambios fue la mera posibilidad de que Donald Trump pudiera llegar de nuevo a la Casa Blanca, como ha terminado ocurriendo.
En respuesta a la pregunta de si Letonia va a aumentar su gasto militar por las presiones (recientes) del presidente electo de los Estados Unidos, Rinkēvičs indicó que ya había mencionado este asunto en el pasado y que estaba planeado antes de que la sombra de Trump volviera al panorama internacional.
Y es verdad que los países europeos afrontan este nuevo ciclo de seguridad y defensa de diferente manera, puesto que mientras países como España y Portugal no perciben apenas una amenaza física rusa, los Estados que están más cerca de Moscú si temen algún exabrupto del oso ruso y están invirtiendo ingentes cantidades de dinero en proteger sus fronteras más orientales.
El impacto de Trump en la OTAN
Letonia, que actualmente gasta menos del 3% del PIB en defensa, tendrá (como todos los demás Estados) que hacer un esfuerzo muy importante para llegar a estas cifras de gasto, y además, junto a Polonia y muy probablemente los otros Estados Bálticos, irá dejando en “muy mal lugar” a los países aliados que comienzan esta “era de seguridad Trump” desde presupuestos relativamente bajos (España, Italia, Canadá…).
Como la mayoría de los países europeos de la OTAN, Letonia quiere basar este aumento de presupuesto en el desarrollo inmediato de su propia industria de defensa, intentando así minimizar las (caras) importaciones de sistemas de defensa. Aunque la idea es buena, ni Letonia ni el resto de los países bálticos tienen las capacidades y herramientas necesarias para desarrollar una industria de defensa importante, por lo que tendrán que seguir importando de sus aliados.
El anuncio del Donald Trump el 7 de enero de que los miembros de la OTAN deben incrementar su gasto en defensa al 5% del PIB forma parte de una interesante estrategia que nos hará tener la sensación de que llegar al 3% no es para tanto…