El pasado miércoles 28, Úrsula Von der Leyen dijo al Parlamento Europeo que la UE necesita "acelerar su capacidad industrial de defensa en los próximos cinco años" para desarrollar "capacidades operativas ganadoras de batallas". La presidenta de la Comisión apoyó los esfuerzos para aumentar la producción de armas en la Unión.
Y es que los avances de Rusia en Ucrania y la temida llegada de Donald Trump al poder está acelerando el “ritmo” en Bruselas, que está preparando un enorme programa económico para impulsar la industria de defensa de Europa en los próximos años, siempre y cuando los líderes acuerden financiarlo.
El Comisario de Industria, Thierry Breton, ya ha solicitado un fondo de 100 mil millones de euros. La jefa de la Comisión, por su parte, prometió aumentar las subvenciones para una importante aceleración industrial y llamó a la creación de reglas que faciliten a los gobiernos de la UE subsidiar la producción a través de "Proyectos Europeos de Defensa de Interés Común para enfocar esfuerzos y recursos donde tenga el mayor impacto y valor agregado".
El nuevo Plan de Inversión en Defensa Europea (EDIP) de Breton se lanzará esta próxima semana, pero por el momento, los países de la UE solo han asignado 1.5 mil millones de euros para el EDIP, aunque eso podría cambiar rápidamente en los próximos meses. El detonante para que los países decidan que ha llegado el momento de un gran programa de la UE, podría ser que Donald Trump ganara las elecciones presidenciales de EE.UU.
Por su parte, la Presidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI), Nadia Calviño, presentará en dos meses a los ministros de finanzas ideas sobre la financiación de proyectos que puedan ser útiles tanto para civiles como para el militar. Calviño le dijo al Parlamento Europeo que el BEI ya ha reservado 8 mil millones de euros para proyectos de defensa, con un cuarto de esa cantidad ya gastado.
Queda esperar para saber si este programa es solo una preparación por si las cosas en la guerra se tuercen, o si realmente se va a proceder a intentar conseguir la autonomía estratégica para la Unión Europea en el campo de la Industria de Defensa.