El último accidente del Bell-Boeing CV-22 Osprey, acontecido el pasado 29 de diciembre y en el que murieron ocho militares norteamericanos cuando realizaban ejercicios en la costa sur de Japón, ha sido determinante para que el alto mando norteamericano haya tomado la decisión de “aterrizar”, por un tiempo indefinido, todas las aeronaves de este modelo a lo largo y ancho del planeta, después de que la investigación preliminar realizada por el expertos allí desplazados, determinara que la tragedia no se había producido por negligencia humana y se confirmaba que había sido un fallo del aparato el causante del siniestro. Japón, único país extranjero que posee este modelo de aeronaves, también ha decidido dejar en tierra su flota de 14 V-22 Osprey hasta que la investigación norteamericana obtenga resultados e información sobre las causas del accidente.
El desarrollo del proyecto V-22 Osprey comenzó en la década de 1980 como respuesta a las necesidades de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos de un nuevo tipo de aeronave que combinara la versatilidad de un helicóptero con las capacidades de velocidad y alcance de un avión de ala fija. A lo largo de los años, el programa Osprey ha enfrentado desafíos técnicos y financieros, incluyendo retrasos y sobrecostos, así como accidentes durante las pruebas de vuelo y posteriormente uso en ejercicios y misiones, que generaron preocupaciones sobre su seguridad y fiabilidad. Sin embargo, después de mejoras considerables y extensas pruebas, el V-22 Osprey fue finalmente declarado operativo en 2007, fecha desde la que ha tenido 16 siniestros fatales en los que han muerto más de 60 personas y otros tantos accidentes con daños solo materiales.
Se podría discutir si es cierto que la relación del número de aparatos y horas de vuelo que tienen con respecto al número de siniestros desde que comenzaran las pruebas de este avión tiltrotor es especialmente alta comparado con aviones de ala fija, pero no de ala rotatoria (casi 500 aparatos Osprey y más de 600.000 horas de vuelo por 16 accidentes con víctimas mortales), pero lo que ya no parece discutible es que en los últimos meses las alertas se han disparado con respecto a la falta de fiabilidad del Osprey porque 20 de esas muertes, además de multitud de accidentes sin víctimas, se han producido en los últimos 20 meses, y sobre todo cuando todavía el accidente que tuvo lugar en Australia el pasado agosto y en el que murieron tres marines americano se encuentra todavía bajo investigación.
Pero, ¿qué es el V-22 Osprey?
El V-22 Osprey es una aeronave militar diseñada y fabricada conjuntamente por Bell Helicopter y Boeing de carácter polivalente y es tiltrotor, es decir, tiene rotores basculantes, por lo que puede cambiar dichos rotores a posición vertical como los helicópteros, pudiendo así despegar de forma vertical, lo que permite a estos aparatos trabajar en espacios más cerrados que a otro tipo de aviones y con una velocidad muy superior a la de los helicópteros convencionales. Cada unidad ha costado alrededor de 90 millones de dólares y se ha convertido, por su carácter expedicionario, en la perla de la Infantería de Marina de Estados Unidos y de Japón, y por supuesto de cualquier país aliado del Tío Sam que esté dispuesto a pagar ingentes cantidades de dinero por estas aeronaves, sus repuestos y mantenimientos (Indonesia quiere comprar 8 MV-22 por 2.000 millones de dólares) No debemos olvidar la capacidad de volar como un avión de ala fija, que lo hace extremadamente versátil en una multitud de misiones militares y humanitarias.
El V-22 Osprey es utilizado básicamente por el Ejército de Estados Unidos, con una flota que es utilizada por el Mando de Operaciones Especiales de la Fuerza Aérea con 51 aparatos, el Cuerpo de Marines con 400 aparatos y la US Navy o Armada norteamericana con 27 de estas aeronaves. El V-22 Osprey cuenta con diferentes versiones que se han ido adaptando desde sus primeros vuelos allá por 1989, y fuera usado oficialmente en el 2007:
- MV-22B Osprey: Esta es la variante primaria utilizada por el Cuerpo de Marines de los Estados Unidos. Está optimizada para el transporte de tropas, equipos y suministros desde barcos y bases para el frente. El MV-22B se ha convertido en una capacidad fundamental para operaciones de asalto anfibio, soporte logístico, y evacuación de bajas.
- CV-22B Osprey: Esta variante es operada por la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, específicamente por el Comando de Operaciones Especiales. El CV-22B está equipado con sistemas de aviónica y comunicaciones avanzadas adaptados para misiones de operaciones especiales, incluyendo inserción y extracción de personal, búsqueda y rescate en combate, y misiones de reabastecimiento, para lo cual esta aeronave está muy capacitada.
Muy Caro y ¿muy útil?
Como todos los grandes proyectos militares que requieren alta tecnología y parten prácticamente desde cero, el V-22 Osprey se entregó mucha más tarde de lo programado, vio incrementarse exponencialmente los costos inicialmente calculados y además se ha cobrado muchas vidas para su desarrollo y operatividad. Accidentes que como hemos visto siguen produciéndose sin tener muy claro si la razón es que se están utilizando materiales que no están a la altura de los requerimientos de seguridad (un mal funcionamiento del embrague ha sido el causante de varios de los siniestros y accidentes sin víctimas), o son los sistemas eléctricos y software los que podrían producir los errores fatales.
Sea como fuere, el V-22 es un aparato que reúne lo mejor de las aeronaves de ala fija y los aviones de ala rotatoria, en este caso los helicópteros. Es decir, un aparato capaz de transportar muchísima carga, puede alcanzar grandes velocidades, sin perder movilidad y la importante ventaja de poder despegar de manera vertical, lo que multiplica los escenarios en los que el Osprey es sumamente necesario y bastante más útil que el helicóptero, y tan solo hay que echar un vistazo a las misiones para las que está diseñado el V-22:
- Asalto Aéreo.
- Operaciones Especiales.
- Transporte de Cargas.
- Transporte VIP.
- Reabastecimiento aéreo.
- Evacuación y recuperación.
El caso es que el Ospray tuvo la ocasión de ser probado en zona de combate cuando llegó a Afganistán, donde aterrizo ya con la fama de ser un aparato “peligroso” para las fuerzas propias, y muy caro de mantener operativo. Pues si bien en Irak se utilizó entre 2007 y 2009 solo para misiones de transporte de personal y material, en Afganistán los Marines tuvieron la ocasión de usarlo para misiones de combate también en múltiples escenarios y asaltos, algunas de ellos bajo un intenso fuego enemigo, con un resultado muy positivo. Además fue vital en las misiones MEDEVAC , (aunque no es una de sus misiones principales), donde gracias a su mayor rapidez y alcance en autonomía que los helicópteros (el doble de velocidad que un CH-46) llegó a salvar muchas vidas.
El V-22 Osprey es un proyecto que solo presupuestos de Defensa como el de los Estados Unidos se pueden permitir. El coste unitario de alrededor de 90 millones de euros, más los inmensos costes de mantenimiento y las necesidades ingentes de personal cualificado necesario para su operatividad lo convierte en un placer prohibido para la mayoría de ejércitos occidentales, que aseguran que el retorno de inversión no les es favorable, aunque como vimos más arriba algunos países como Indonesia o Israel están verdaderamente interesados en la adquisición de estos aparatos. También es verdad que la compra de este tipo de tecnología militar no solo reportan al comprador los productos en sí y sus repuestos, sino que también incluyen en el paquete colaboraciones militares con Estados Unidos, por lo que la compra se convierte en un gesto estratégico y político en muchas ocasiones.
España se mostró interesada en estos aparatos para nuestra Infantería de Marina, pero al igual que ocurre con los F35B que se rumorea que podríamos adquirir, las infraestructuras necesarias para mantener operativos este tipo de aparatos son apabullantes en cuanto a costes y personal necesario para mantener su funcionamiento.
Parece obvio que esta parada forzosa de los V-22 será muy corta y pronto comenzarán de nuevo sus operaciones. La inversión económica, y ahora también humana, ha sido demasiado elevada como para descartar un proyecto que podría venderse bien a otros Estados a medio plazo, especialmente por el incremento de presupuestos en materia de Defensa que se está llevando a cabo en la mayoría de países occidentales, y por lo tanto, aliados de Estados Unidos que al fin y al cabo es quien permite o no exportar esta tecnología militar por una “modesta” cantidad dinero…y favores.
Características Principales
- Fabricantes: Boeing y Bell Helicopter.
- Tripulación: 3-4 (piloto, copiloto y uno o dos ingenieros de vuelo).
- Capacidad: Capaz de transportar 24 soldados de combate sentados o hasta 32 en carga máxima o 9,000 kg de carga.
- Longitud: 17.5 metros.
- Envergadura de las alas: 14 metros.
- Altura: 6.73 metros.
- Peso vacío: Aproximadamente 15,032 kg.
- Peso máximo al despegue: 27,443 kg.
- Motores: Dos motores turboeje Rolls-Royce AE 1107C-Liberty, que producen 6,150 hp cada uno.
- Velocidad máxima: 509 km/h.
- Alcance: 1,627 km; rango extendido de 3,893 km con tanques de combustible externos.
- Techo de servicio: 7,620 metros.
- Armamento: Puede estar equipado con una ametralladora M240 de 7.62 mm o una ametralladora calibre .50 en la rampa trasera.