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Defensa

Las víctimas de la guerra electrónica rusa: Himars, Excalibur y drones

Dos informes clasificados ucranianos muestran que algunas armas de precisión guiadas estadounidenses son vulnerables a la guerra electrónica rusa.

Experto en migraciones y analista internacional.

5 minutos

Guerra electrónica. Imagen creada por IA.

Dos informes clasificados ucranianos muestran que algunas armas de precisión guiadas estadounidenses son vulnerables a la guerra electrónica rusa. Los drones ucranianos también están siendo víctima del potente jamming ruso.

Los informes de campo y evaluaciones confidenciales destacan que a pesar de los éxitos de estos sistemas durante el primer año de guerra, la eficacia de las contramedidas rusas para neutralizar municiones de precisión como los proyectiles de artillería Excalibur y los sistemas de cohetes HIMARS. Vamos a examinar los sistemas de armamento más afectados, la situación actual en el campo de batalla y las perspectivas futuras en este aspecto crítico de la guerra moderna, y que se está convirtiendo en protagonista en el enfrentamiento entre Ucrania y Rusia.

Los principales sistemas de armamento Occidentales afectados son los proyectiles de Artillería Excalibur, que aunque inicialmente fueron muy efectivos, alcanzando más del 50% de precisión en sus objetivos, sin embargo, a medida que las fuerzas rusas desplegaron sistemas de interferencia GPS, la efectividad de estos proyectiles disminuyó drásticamente a menos del 10% en unos pocos meses. Los informes indican que las fuerzas ucranianas han dejado de utilizar estos proyectiles debido a su baja fiabilidad bajo interferencia electrónica.

Por otra parte, los sistemas HIMARS tuvieron un impacto significativo al comienzo de su uso, destruyendo depósitos de municiones y puestos de mando rusos. No obstante, en el segundo año de la guerra, las fuerzas rusas desplegaron sistemas de guerra electrónica que deshabilitaron las señales satelitales, haciendo que los cohetes HIMARS perdieran precisión y eficacia.

Asimismo, las GLSDB (Bombas de pequeño diámetro lanzada desde tierra), una munición de precisión con mayor alcance que el Excalibur, también han sido afectadas por la guerra electrónica rusa. La interferencia ha llevado a las tropas ucranianas a cesar su despliegue en el campo de batalla.

Frente a estos sistemas, que en buena parte han sido desactivados, son tres los sistemas principales de guerra electrónica rusos que están mermando las capacidades ucranianas en este conflicto: el R-330Zh Zhitel, Krasukha-4 y el Tirada-2, que pueden interferir con munición guiada por GPS.

El R-330Zh Zhitel

Este sistema móvil de guerra electrónica puede interferir con señales GPS en un amplio rango de frecuencias (100 MHz a 2 GHz). Ha sido particularmente efectivo contra municiones guiadas por GPS como Excalibur e HIMARS, interrumpiendo sus sistemas de orientación y causando que no alcancen sus objetivos. El sistema Zhitel puede generar fuertes señales de interferencia dentro de un radio de 30 km, lo que lo convierte en una contramedida formidable contra armas guiadas por satélite.

Krasukha-4

Otro sistema avanzado de EW (electronic war) de fabricación rusa, el Krasukha-4, apunta a radares de banda X y Ku, que son utilizados por varios sistemas aéreos y de misiles. Su capacidad para interferir con señales de radar lo convierte en una herramienta efectiva para interrumpir la orientación y guía de municiones de precisión.

Tirada-2

Este sistema está diseñado específicamente para interferir con comunicaciones satelitales, incluidas aquellas utilizadas por municiones guiadas por GPS. Al apuntar a los enlaces de comunicación entre satélites y receptores en tierra, el Tirada-2 puede neutralizar efectivamente los sistemas de guía de armas como el HIMARS.

Además, sistemas como el Borisoglebsk-2, que actúan como la columna vertebral de la tecnología EW rusa, han sido identificados y atacados por las fuerzas ucranianas, aunque no siempre con éxito. La densidad de la red de EW rusa no solo afecta a las municiones, sino también a las operaciones aéreas ucranianas, creando "zonas de interferencia" que dificultan la navegación y el ataque preciso. A pesar de algunos éxitos iniciales, la capacidad de las armas occidentales para mantener su eficacia en un entorno tan hostil ha disminuido, lo que ha llevado a un replanteamiento de las estrategias y el uso de este tipo de armamento​.

Este sistema móvil de guerra electrónica puede interferir con señales GPS en un amplio rango de frecuencias (100 MHz a 2 GHz). Ha sido particularmente efectivo contra municiones guiadas por GPS como Excalibur e HIMARS, interrumpiendo sus sistemas de orientación y causando que no alcancen sus objetivos. El sistema Zhitel puede generar fuertes señales de interferencia dentro de un radio de 30 km, lo que lo convierte en una contramedida formidable contra armas guiadas por satélite.

Borisoglebsk 2. Fuente: Wikipedia.

Los drones también son víctimas del EW ruso

La guerra electrónica rusa también ha desactivado muchos drones ucranianos al bloquear sus señales GPS que son fundamentales para la navegación y el control.

Para poner remedio a este problema, Ucrania ha desarrollado el software Eagle Eyes, que permite a los drones navegar utilizando visión mecánica e inteligencia artificial, sin necesidad de GPS. Este software compara en tiempo real el video del terreno con mapas almacenados en el dron, permitiendo que continúen sus misiones incluso bajo interferencia.

En respuesta a estos “inconvenientes” electrónicos, las fuerzas ucranianas han aumentado el uso de drones con navegación óptica, permitiendo una mayor operatividad en un entorno de alta interferencia. Esta adaptación tecnológica es crucial para mantener la capacidad operativa y la precisión en el campo de batalla, demostrando la importancia de la innovación continua en la guerra moderna.

Como acabamos de afirmar, la evolución de la guerra electrónica en Ucrania subraya la necesidad de adaptación continua y rápida innovación. Las armas guiadas por GPS deben ser complementadas con sistemas que utilicen otros métodos de guía, como el láser o la navegación basada en mapas del terreno, menos susceptibles a la interferencia. Además, se deben desarrollar y desplegar contramedidas electrónicas que puedan neutralizar los sistemas de EW rusos antes de que los ataques se lleven a cabo.

La llegada de aviones de combate más avanzados, como los F-16, podría proporcionar a Ucrania una mayor capacidad para enfrentar la EW rusa y mantener la superioridad aérea. Además, la implementación de nuevas tecnologías y parches de software para mejorar la resistencia de las municiones guiadas es crucial para mantener su efectividad en el campo de batalla.

Desde luego que la guerra en Ucrania ha resaltado la importancia de la guerra electrónica y la necesidad de adaptabilidad en la tecnología de armamento. Las experiencias y lecciones aprendidas en este conflicto no solo afectarán el desarrollo de futuras armas, sino también las estrategias de defensa y ofensiva de las fuerzas armadas en todo el mundo. La colaboración continua entre Ucrania y sus aliados occidentales es y será esencial para superar los desafíos planteados por la sofisticada guerra electrónica rusa y asegurar el éxito en el campo de batalla.

Hay que recalcar que la tecnología utilizada en este campo se mantiene, al menos en parte, de manera confidencial, por lo que los nuevos avances y evoluciones se conocen de manera parcial, y los resultados de estas mejoras, tardarán en conocerse por la opinión pública.