Los números rojos persiguen a Navantia, grupo que acumula 16 años consecutivos de pérdidas. Si no fuera por la aportación de su único propietario, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), la constructora naval estaría abocada a la disolución. Según informa el diario ABC, la SEPI le concedió 450 millones de euros de financiación en 2023, una cifra anual récord, con la se pretende que la compañía pueda afrontar su cartera de pedidos, en máximos históricos con 8.214 millones de euros en encargos.
Desequilibro en el patrimonio neto
La deuda de Navantia con el Estado asciende a 1.814 millones de euros, frente a los 1.700 millones del año pasado. Escudo Digital publicó que el informe de auditoría de cuentas anuales consolidadas correspondientes a 2022, realizado por un auditor independiente (PWC), reflejó que la naviera tenía entonces un desequilibrio en el patrimonio neto a efectos mercantiles negativo en 1.493 millones euros.
Los préstamos participativos de la SEPI, concedidos desde 2015, han equilibrado a la compañía. Durante el ejercicio pasado, Navantia amortizó cuatro de ellos por valor de 319 millones, contraídos durante 2018. Las cuentas previstas para este ejercicio incluyen la devolución de otros 344,4 millones de euros. Pero no siempre son devueltos, como mostraba el citado informe de PWC: han ido venciendo sin que Navantia haga frente a sus pagos en las fechas debidas. De hecho, en el caso concreto del ejercicio 2022 la SEPI tuvo que acudir una vez más a las llamadas de auxilio y se vio obligada a novar tres de ellos concedidos en 2017, por un valor de 90, 109 y 180 millones de euros
Pérdidas tras pérdidas
El modelo de estos préstamos, señala ABC, tienen vencimiento a cinco años y devengan a un tipo de interés fijo equivalente al euríbor a 12 meses más un diferencial de 100 puntos básicos, además de un tipo de interés variable que se aplica al importe principal del préstamo. El propósito de la compañía consiste en reforzar su capacidad financiera para poder hacer frente a cartera de pedidos, ahora en situación de récord. Los astilleros de Cádiz, Ferrol (La Coruña) y Cartagena (Murcia) dan empleo a 5.000 personas.
El pasado año, otro más, se cerró con saldo negativo, todavía mayor que en 2022. Navantia elevó un 25,7% sus pérdidas en 2023, pasando de unos números rojos de 96,9 millones de euros en 2022 a la cifra negativa de 121,85 millones el pasado año.
Nuevos contratos
La compañía de construcción naval responsabiliza al aumento en sus pérdidas el año pasado sobre todo al incremento de los gastos financieros y de los tipos de interés. La subida de un 7% de su cifra de negocio consolidado en el ejercicio, hasta los 1.434 millones de euros, ha hecho posible que Navantia mostrara algún resultado positivo en el balance. Además, la compañía cerró el ejercicio con una cartera de pedidos acumulada de 8.214 millones de euros, que se traduce en un crecimiento anual del 11%, consecuencia de la firma de nuevos contratos por importe de 1.746 millones a lo largo del año.
El alza de los ingresos se debe, argumenta Navantia, a los progresos en la ejecución de los principales contratos: el programa S80 de submarinos y el de fragatas F110 para la Armada española, el de corbetas Avante 2200 para Arabia Saudí y el negocio de Reparaciones de buques civiles, así como la prestación de servicios para clientes del ámbito de la defensa.
De la totalidad de ingresos, 653,4 millones de euros correspondieron a actividades de Construcción Naval y 310,5 millones a Reparaciones. La unidad de Sistemas y Servicios aportó 228 millones de euros y otros 145,2 millones procedieron de Navantia Seanergies, la división de energías verdes responsable de la construcción de elementos para eólica marina ('offshore') e hidrógeno verde.
El perfil de los clientes
En cuanto a las filiales internacionales, Navantia Australia registró ingresos por 49,9 millones de euros, Navantia UK facturó 56,9 millones de euros y Navantia Arabia 14,3 millones. Una vez aplicados los ajustes de consolidación, las filiales y participadas aportaron 94,3 millones de euros a la cifra de negocio consolidada del grupo.
Del importe de los pedidos logrados en 2023, un 65% tiene como destino clientes internacionales. Asimismo, un 75% de los nuevos encargos se enmarca en el ámbito de la Defensa, donde la cartera acumulada del grupo es de 7.689 millones de euros, un 94% del total.
Navantia Seanergies, la división para el desarrollo de productos y servicios en el sector de las energías verdes, se hizo con nuevos contratos por importe de 180 millones de euros, acumulando una cartera de pedidos de 447,6 millones de euros, un 8% más que en 2022. El resultado de explotación, que supuso pérdidas de 63,3 millones de euros, mejora los 98,14 millones de euros de 2022.