Indra ha modernizado en los últimos años los sistemas de tráfico aéreo de 25 países de Latinoamérica y acaba de dar un paso más para situar a la región a la vanguardia en lo que a gestión del tráfico aéreo se refiere tras haber digitalizado la red de vigilancia aérea de Perú, clave para asegurar la fluidez de vuelos en todo el continente.
Dos de cada tres centros de control de Latinoamérica, incluido el de Lima, el principal de Perú, gestionan el tráfico con sistemas de Indra, lo que refuerza la interoperabilidad y facilita un tráfico mucho más fluido. "Las tecnologías de Indra están ayudando a los principales proveedores de servicios de navegación a gestionar más vuelos, de forma mucho más segura y respetuosa con el medio ambiente", explica la empresa de tecnología y consultoría.
Ahora, Indra ha dotado las ocho estaciones que velan por la seguridad aérea en Perú con las más avanzadas funcionalidades digitales, que elevan la precisión y calidad de los datos recogidos y amplían su cobertura. "Incrementar la seguridad permite optimizar rutas, gestionar más vuelos y ahorrar costes. Se reducen también las emisiones innecesarias", destacan desde la compañía.
Según explican, los radares operan de forma combinada con los nuevos sistemas ADS-B, unas antenas que recogen la información que las aeronaves emiten de forma automatizada con su posición. "De nuevo se gana precisión al combinar los datos recogidos por el radar con los recogidos por otros medios", afirman.
La mejora del servicio contribuye a dinamizar el transporte aéreo, el turismo y la economía de Perú. También permite atraer a más aerolíneas y que estas establezcan nuevas rutas y, además, ayuda a mejorar el tráfico aéreo en todo el continente. "Las mejoras en la infraestructura de la red de tráfico aéreo generan un efecto en cadena, que se deja notar en toda la región e incluso en las operaciones internacionales con otros continentes", subrayan desde Indra.
Por otra parte, la digitalización de los radares hace posible que todo el mantenimiento de la red de estaciones de vigilancia se lleve a cabo de forma remota, pudiendo monitorizarse su funcionamiento de forma constante y centralizada. Se ahorran costes de explotación y se refuerza la seguridad.
Precisamente para cuidar al máximo este último factor, Indra entregó el pasado año a Perú un radar transportable de última generación (MSSR-S) preparado para desplegarse en pocas horas y reforzar la vigilancia aérea allí donde se necesite. Este sistema, con un alcance de 550 kilómetros o unas 300 millas náuticas, permitió, por ejemplo, repotenciar el radar del aeropuerto de Lima sin afectar a las operaciones aéreas.
Con la modernización de esta infraestructura crítica, Perú incorpora los últimos estándares recomendados globalmente por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) y se convierte en uno de los primeros en cumplir con los compromisos acordados regionalmente con el organismo.
También está impulsando la digitalización del tráfico aéreo en Europa y en el mundo
Los proveedores de servicios de navegación aérea están actualmente inmersos en un proceso de profunda transformación y digitalización de sus sistemas para responder a los desafíos que tienen por delante. La necesidad de gestionar cada vez más tráfico, de hacerlo de forma más limpia y segura y con unos costes más competitivos les está obligando a incorporar todo un abanico de tecnologías de siguiente generación: inteligencia artificial, cloud computing, comunicaciones digitales por IP, virtualización, ciberseguridad.
Indra no solo está impulsando este cambio en Latinoamérica, también en Europa y en todo el mundo. Este mismo año, la empresa ha sido seleccionada por Eurocontrol, el principal organismo de navegación aérea de Europa, para abordar la transformación digital de la gestión de la red de navegación aérea europea en un contrato de 173 millones de euros que consiguió compitiendo con las principales compañías de tráfico aéreo de todo el mundo.
Este es solo uno de los grandes proyectos en los que Indra está trabajando. El pasado mes de mayo creó con ENAIRE la empresa Startical, que lanzará una constelación de más de 200 satélites de pequeño tamaño a baja altura para poder contar con servicios de vigilancia aérea y comunicaciones directamente desde el espacio. En España, Indra también está desplegando una de las primeras y más avanzadas redes de control de tráfico aéreo no tripulado (UTM) de alcance nacional, que facilitará el tráfico de drones a baja altura y abrirá la puerta para que estas aeronaves comiencen a prestar todo tipo de servicios de forma masiva.
Indra es además una empresa pionera en el despliegue de torres de control remotas en aeropuertos, está llevando los sistemas de tráfico aéreo a la nube y ha probado con éxito los sistemas que permitirán delegar la gestión del tráfico aéreo entre centros de control, algo que aclara que todavía no es posible pero que "en pocos años será una realidad y reforzará enormemente la seguridad y la resiliencia del tráfico aéreo mundial".