Más de la mitad (51%) de las compañías de Europa, Oriente Medio y África (EMEA) admiten que no se sienten capaces de hacer frente a las nuevas amenazas de fraude, según revela un nuevo estudio de la tecnológica Experian. Se trata del Informe de Fraude EMEA, el cual se adentra en las tendencias emergentes en fraude y destaca que en muchas empresas todavía existen brechas significativas para enfrentarse a los desafíos que supone este riesgo.
Según ha determinado, el 42% de las empresas cree que actualmente sus recursos para la prevención del fraude son insuficientes, y el 38% piensa que no puede afrontar con éxito el fraude en todos sus canales. Sin embargo, casi nueve de cada diez (89%) considera que la gestión del fraude es una prioridad dentro de su empresa, lo que evidencia que existe una preocupación real por abordar de forma rápida y efectiva las problemáticas relacionadas con el fraude.
De acuerdo al Informe de Fraude EMEA, a los importantes retos sociales, personales y económicos derivados de la pandemia de la Covid-19, hay que sumar el aumento de las alertas, de los ataques y de las tasas de fraude residual. Una de cada tres empresas declaró que el volumen de fraude al que se enfrentan se ha incrementado más rápido que el número de empleados, y los datos apuntan a un crecimiento específico de tres tipos de fraude:
- El sim-swapping, un fraude mediante el cual los ciberdelincuentes roban la identidad de los usuarios a través del secuestro del número de teléfono al obtener un duplicado de la tarjeta SIM
- El phishing, un tipo de fraude en el que los ciberatacantes engañan a los usuarios para que compartan información confidencial como datos, contraseñas o números de tarjetas de crédito.
- El robo de cuentas.
Cómo gestionan las empresas los ataques fraudulentos
Este estudio de Experian también muestra que casi la mitad (el 49%) de los responsables en la gestión del fraude y el riesgo en las empresas considera imprescindible garantizar un enfoque equilibrado en su estrategia de prevención. No obstante, solo una de cada cinco piensa que para poder luchar de forma efectiva contra los ataques fraudulentos es fundamental la inversión en inteligencia de dispositivos, la verificación de correo electrónico, la IA, el aprendizaje automático o una mayor automatización.
Como dato positivo, del Informe de Fraude de EMEA se extrae que los departamentos responsables de esta área tienen dos aspiraciones clave para combatir el fraude. Por un lado, la mejora de la prevención (en el 62% de los casos) y, por otro, la integración del aprendizaje automático en la optimización de modelos (en el 48% de los casos). También refleja que casi la mitad de las empresas encuestadas (el 47,8%) están decididas a aumentar los conocimientos y el perfil de la actividad en prevención del fraude. Además, evidencia que existe una preocupación en torno al trabajo aislado de los distintos departamentos ya que el 28% de los equipos desea aumentar las interacciones con otros departamentos, incluidos los de TI, compliance y marketing.
"Las empresas pueden reaccionar de forma más inteligente, dinámica y eficaz"
Frédéric Dubot, Senior Consultant especializado en fraude e identidad en Experian, ha hecho la siguiente valoración: "Aunque los delincuentes se han adaptado rápidamente a la pandemia, este informe de fraude muestra cómo todavía existen importantes lagunas en la capacidad de muchas empresas a la hora de identificar y responder a las amenazas. A pesar de ello, se reconoce la necesaria prioridad que ha de otorgarse a la gestión del fraude, y muchas compañías ya están identificado los beneficios de romper barreras y crear estrategias de machine learning para ello".
"La lucha eficaz contra el fraude seguirá siendo un delicado equilibrio entre una buena experiencia de cliente y la protección del negocio. Al tener acceso al conocimiento y al compartirlo a lo largo de toda la organización, las empresas pueden reaccionar de forma más inteligente a la hora de enfrentarse a las amenazas, existentes y nuevas, de manera más dinámica y eficaz".