En Sputnik, el diario ruso, es una de las noticias con mayor número de visitas. Apple, la multinacional norteamericana, pagó 275.000 millones de dólares, el equivalente a 243 millones de euros, la cantidad estimada que genera el futbol mundial en un año normal, y poco más o menos el PIB de Colombia a China. Y todo para evitar la regulaciones de Pekín.
Según se ha sabido por filtraciones y fuentes oficiosas de la propia compañía, el propio director ejecutivo de Apple, Tim Cook, fue el ideóloigo de este acuerdo, diseñado para evitar que las nuevas leyes y regulaciones en el mercado chino de smartphones no les afectara tanto. El acuerdo fue firmado en el año 2016 y Cook realizó infinidad de viajes a China para cerrarlo.
No es la primera vez que Apple se pliega a las exigencias chinas, hace solo dos años se quitó de en medio una app usada en las protestas contra el gobierno del país asiático para no enfadarlo
Ni siquiera se vislumbraba en el horizonte por aquel entonces la agresiva política comercial anti china que llevaría a cabo Donald Trump. Apple decidió adelantarse a los acontecimientos, suponiendo que algún día podrían ser atacados por ser extranjeros y no contribuir a la economía local. Con una población de 1.411.780.000. de habitantes, el mercado chino es una perita en dulce para una multinacional como Apple y Cook decidió reunirse con los funcionarios del país asiático para pagar lo que hiciera falta. La finalidad era seguir expandiendo su cuota de mercado en el país asiático, que dispone de una excelente tecnología en este ámbito. No es de extrañar que el acuerdo fuera secreto por ambas partes.
Según se ha sabido, el contrato tiene una vigencia de cinco años y finaliza en mayo de 2022, pero se puede prolongar. Apple ha protagonizado algunas noticias similares, pero no de tanto alcance, en relación con China,. En el 2016 invirtió 1.000 millones de dólares en Didi Chuxing, una startup china. No es la primera vez que la compañía de Cupertino se pliega ante las exigencias de Pekín. En el año 2019 se quitó de en medio la app HKMap que se usaba en las protestas en Hong Kong cuando el Gobierno chino acusó a Apple de complicidad en los disturbios.