Las amenazas, con solicitudes de pagos incluidas, son prácticas muy habituales en los medios digitales. El correo electrónico, redes sociales o las aplicaciones de mensajería están llenas de estas amenazas que, además, son delito y pueden llevar a juicio a sus responsables.
En ocasiones, estas amenazas llegan en forma de correos electrónicos donde advierten a sus víctimas de que si no pagan mostrarán determinadas imágenes de las que disponen (incluso supuestamente tomadas desde las cámaras de sus propios dispositivos a sus espaldas). En otras se avisa de que se han visto a sus destinatarios haciendo determinada cosa y, si no paga, lo harán público. Lo peor es que, al ser amenazas muy dirigidas en la mayor parte de los casos, consiguen preocupar a las víctimas, a quienes pueden llevar a tomar malas decisiones (pagar).
El propio Raúl Beamud, hacker ético que nos ofrece estos tutoriales de ciberseguridad, ha recibido una amenaza en las últimas fechas. Le informaban de que han conseguido entrar en su web y robarle toda la información. Si quería recuperarla, le apremiaban, debía pagar 2.500 dólares en bitcoins. De no ser así, venderían estos datos obtenidos.
Este tipo de ataques, en caso de un pequeño empresario, también pueden ser motivo de alarma y llevar a pagar a los extorsionadores.
Normalmente estas amenazas son falsas y, lo sean o no, siempre se debe seguir una serie de sencillos pasos que el propio Raúl nos explica siguiendo el ejemplo de lo que a él le ha sucedido.